Todo estaba listo para que una vez más comenzara la discusión en el Congreso de la República a fin de establecer la cadena perpetua para violadores de niños.
Esta iniciativa, cuyo trámite empezaba este martes en la Cámara de Representantes, no la tiene nada fácil, pues hace 12 años se ha intentado establecer esta pena a través de varias reformas constitucionales y referendos.
Y así quedó en evidencia después de que se aplazó el primero de ocho debates en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes.
Esto sucedió después de una proposición de la representante Margarita Rincón, del
Centro Democrático, que pretendía suspender la discusión porque, argumentó, “se está haciendo populismo con esa propuesta".
El resultado fue 16 a 16, por lo que se terminó aplazando el debate.
Con respaldo de sectores de Cambio Radical, el Partido Conservador y el Centro Democrático, el proyecto busca proteger a niños, niñas y adolescentes no solo contra la violencia sexual, sino contra el homicidio.
“La propuesta se sustenta en los convenios que el país ha firmado, como el convenio sobre los derechos del niño, la Convención Americana de los Derechos, la Declaración de los Derechos del Niño de la ONU. Los niños tienen un carácter especial y prevalente y así está en nuestra Constitución”, aseguró el representante a la Cámara César Lorduy, de Cambio Radical, quien es uno de los autores.
Según Lorduy, la importancia de que después de 12 años de lucha para establecer la cadena perpetua a violadores de niños radica en que, según un estudio de Medicina Legal, el 87,4 por ciento de los exámenes por posible violencia sexual se hicieron a menores de edad.
Sin embargo, sectores del Polo Democrático liderados por el Germán Navas Talero, y de la Farc liderados por Luis Albán, conocido como Marcos Calarcá, radicaron una ponencia negativa a dicha iniciativa parlamentaria.
Los congresistas aseguran que ya existen penas suficientemente altas para castigar a quienes atenten y abusen de menores de edad.
Agregan que proyectos como este son más un “mecanismo de populismo punitivo” y advierten de consecuencias negativas, como el hacinamiento carcelario.
“Estas medidas suelen ser bastante populares a nivel de la opinión pública y dan buenos réditos políticos a quienes las defienden, pero no solo tienen una eficacia limitada y discutible para prevenir los crímenes, sino que pueden agravar muchos de los problemas del sistema penal, como el hacinamiento carcelario de la cadena perpetua. Pero un odio generalizado, por más explicable que sea, no constituye una razón”, aseveran los representantes.
Si bien el Gobierno Nacional aún no ha expresado su apoyo al proyecto, el presidente Iván Duque y la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez han manifestado en varias oportunidades que la cadena perpetua para violadores de niños es clave para proteger a los menores de edad.
La iniciativa deberá superar ocho debates para modificar la Constitución.
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