En la plenaria de la Cámara de Representantes se reanudó este lunes el segundo debate del proyecto de reforma de la salud del Gobierno. En esta sesión, la primera en la que se consideró lo conciliado por la comisión accidental, hubo reparos por la falta de un concepto de viabilidad fiscal por parte del Ministerio de Hacienda y advertencias por posibles vicios de trámite.
El debate estuvo antecedido por una iniciativa de varios representantes que apuntaron a que el trabajo de la subcomisión no fue suficiente para discutir los artículos problemáticos –los relacionados con modelo de salud, gestoras y Adres–, por lo que presentaron una propuesta para la modificación de la reforma.
Sin embargo, esta iniciativa no fue tenida en cuenta, sino que se entró a debatir la ponencia que fue radicada el semestre pasado.
El inicio de la discusión contó con intervenciones del sector gobiernista (Alfredo Mondragón y Martha Alfonso), la oposición (Andrés Forero) y los independientes (Jennifer Pedraza). Estos últimos hicieron el llamado de atención por la falta del concepto del Ministerio de Hacienda frente a los costos de la reforma, por lo que, de acuerdo con el representante Forero, “no va a haber recursos para implementar la reforma de la salud el próximo año. Se está votando a ciegas”.
Luego de esta intervención, la congresista Martha Alfonso, del partido Verde y ponente de la iniciativa, aseguró: “La reforma no tiene un concepto de viabilidad financiera del Ministerio de Hacienda porque no creemos que lo requiera”.
Minutos después, Alfonso se echó para atrás y aseguró que su afirmación no se debe a que la reforma no tenga un estudio financiero, sino porque “el Minhacienda no tiene poder de veto sobre los proyectos”.
“Ni el Gobierno sabe cómo se van a contratar los servicios de salud en su reforma. ¿Así cómo vamos a garantizar quién responde por la prestación de la salud?”, agregó Pedraza.
Advertencias sobre concepto de viabilidad financiera
Tras las advertencias durante el debate, la situación se extendió a otras voces en el Senado. Una de ellas fue la del congresista Jota Pe Hernández, quien se refirió al tema en su cuenta de X: "¿Qué tal esto? Reforma a la salud, tendrá gastos directos que van desde 5,4 billones en 2024 hasta 12,78 billones en 2033 (cifras confirmadas por el mismo Gobierno) y aún así, salen a decir que no se necesita un concepto de viabilidad financiera del ministerio de hacienda".
La crítica también se trasladó a otros sectores. Por ejemplo, el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, dijo: "Francamente no entiendo cómo se puede decir que no requiere viabilidad financiera".
En un mensaje, Restrepo explicó seis puntos sobre esta situación, entre ellos que la reforma de la salud tiene unos costos fiscales adicionales, que incluso en una primera etapa el Ministerio de Hacienda calculó en 113 billones de pesos adicionales en diez años.
"Es absolutamente obvio que por lo menos la implementación de los centros de atención primaria en salud requerirán recursos adicionales", añadió. Entre otras cosas, Restrepo insistió en que se requeriría un aval Fiscal y articulación con el marco fiscal para esos recursos adicionales, "sean de 6,7 billones o de 11,3 billones, según la estimación usada. Tal como lo establece la normativa vigente".
También advirtió que no hacer esta revisión, aparte de no ser prudente fiscalmente, pone en riesgo el proyecto desde el punto de vista jurídico en su trámite y seguramente no pasaría el análisis que realice la corte constitucional.
De otro lado, Alejandro Gaviria, exministro de Salud y de Educación, se sumó a la discusión sobre la reforma. Para el experto, esta "entregaría la función de compra del sistema al Ministerio de Salud, entidad que no tiene las capacidades para desempeñar esta función. Probablemente tendrá que salir a contratar de afán a aquellas EPS que hayan logrado sobrevivir. Historia conocida: basuras, pasaportes, etc".
Para Gaviria, en la reforma de la salud hay improvisación y falta de claridad sobre el funcionamiento del sistema propuesto. "El papel de las mayorías de la Cámara en esta discusión es una vergüenza. Parece no importarles el país. La reforma es un Frankenstein terrible", añadió.
REDACCIÓN POLÍTICA