La reforma de la salud sigue siendo el centro del debate en el país. Los reparos que se han manifestado desde algunos sectores frente al proyecto también se han presentado al interior del Gobierno Nacional e incluso, entre de su coalición en el Congreso.
Pero la polémica de este lunes se dio por las reacciones que ha generado la carta que se conoció, en la cual el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo; el de Educación, Alejandro Gaviria; la ministra de Agricultura, Cecilia López y el director del Departamento Nacional de Planeación, Jorge Iván González plantean ciertos reparos a la reforma.
Uno de los primeros en salir a hablar del tema este lunes fue el presidente Gustavo Petro, quien a través de su cuenta de Twitter, aseguró que dicha carta fue discutida en el Gobierno. Frente a las críticas sobre el impacto fiscal que tendría la iniciativa que se ha propuesto, manifestó que se actualizó el cuadro presentado en la misiva.
La jefa de Gabinete, Laura Sarabia, en ese sentido, expuso que entre el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Salud trabajaron en un nuevo análisis y que en el informe inicial - el que está contemplado en la misiva - "había costos que con o sin reforma deben ser asumidos por el Estado". Alertó además, que "este año, malos manejos de algunas EPS dejarán sin salud a más de 7 millones de colombianos".
La situación también generó reacciones en el Congreso y un trino del presidente de la Cámara, David Racero, muestra que la tensión que se ha presentado en las últimas semanas entre la coalición del Gobierno y del Ejecutivo continúa.
"El debate interno en el gobierno es permanente. Esa fue precisamente la intención del presidente Gustavo Petro al momento de conformar un gabinete diverso", dijo Racero. Pero luego insistió en que "con fuego amigo a través de filtración tendenciosa, se busca conseguir por la fuerza lo que debe dirimirse en el Congreso".
El representante del Pacto Histórico, replicando el cuadro presentado por el jefe de Estado, dice que se presentó "un documento cargándole a la reforma de salud gastos que no son propios de ella, para así mostrarla como inviable financieramente por encima de regla fiscal". Enfatiza en que "es una evidente mala intención".
Racero, quien ha sido uno de los defensores de esta iniciativa, en entrevista con EL TIEMPO el pasado fin de semana, aseguró que pese a que algunos sectores dicen que la van a tumbar, en el Congreso están "muy convencidos" de que la van a sacar adelante.
"Lo que pasa es que hay ruido por voces de algunos que seguramente de muy buena fe, con una genuina preocupación, plantearon un debate que ya se zanjó. La ley que se presenta por parte del Gobierno no afecta el núcleo esencial, no modifica la ley estatutaria que ya existe, que está vigente, sino que la desarrolla", explicó.
Señaló que hay algunos críticos "de muy buena fe", como el senador Humbero de la Calle. "Pero hay otros congresistas que no hacen otra cosa sino tratar de sabotear y dilatar una discusión que ya el país está esperando", reparó.
Se refirió también a su colega Roy Barreras, presidente del Congreso, uno de los congresistas de la coalición que ha mostrado ciertas fracturas con del gabinete, especialmente, con la ministra de Salud. "El senador Roy Barreras es un caso especial. Creo que está tratando de marcar distancias del Gobierno, muy rápidamente, pero lo hizo generando zozobra", afirmó.
Aura Saavedra Álvarez
REDACCIÓN POLÍTICA