'La consulta popular es un tema relativamente novedoso para el Congreso': Diego González, secretario del Senado

El secretario general del Senado, Diego Alejandro González, habló con EL TIEMPO sobre el trámite de la consulta popular del Gobierno, que deberá ser tramitada por el Senado y él será el notario de dicho procedimiento.

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Asegura que no hay mayorías claras, pero insiste en que el Senado tramitará la propuesta con toda la seriedad y rigurosidad que se requiere.

Lo que hemos sabido del Gobierno Nacional es que en las primeras semanas de abril iba a radicarla. Hasta el momento no la hemos recibido. Es un tema relativamente novedoso para el Congreso. Si bien ha habido otras consultas en la historia de nuestro país, han sido de origen popular. Esta es la primera vez que una consulta es de origen gubernamental. Nos tenemos que ajustar mucho a las dinámicas de lo que nos establece la Ley 134 de 1994 y la Ley 1557 de 2015, que son muy generales. Dicen, básicamente, que el Gobierno Nacional elaborará con su equipo una propuesta que traiga unas preguntas específicas y claras. Además, deberá traer una motivación del porqué considera que la consulta es de interés nacional. No se establece ninguna dinámica que deba adelantar el Senado, entonces será el presidente del Congreso quien fije unos parámetros, bien sea nombrando una comisión accidental para que rinda un informe sobre la propuesta del Gobierno. El Senado tiene 20 días para pronunciarse, que pueden ser prorrogables por 10 días más.

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Esa podría ser una de las dinámicas que el presidente del Senado considere, principalmente para dar garantías a todos los sectores, para que haya participación política de todas las bancadas y para darle una tranquilidad al país de que ha sido suficientemente estudiado, ilustrado, principalmente por senadores de comisiones donde se tramiten los mecanismos de participación ciudadana, como la Comisión I.

Lo que el Senado debe aprobar, según la ley, es la posibilidad o no de hacer esa consulta. Si el Senado lo niega, el Presidente no podrá insistir en esa consulta, tendrá que buscar otros mecanismos de participación ciudadana diferentes a la consulta popular.

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El ambiente que ha demostrado este Senado es que las propuestas de gobierno, parlamentarias y de otras ramas de poder son estudiadas a profundidad, analizadas, debatidas. Pero cualquier cosa podría pasar. No hay mayorías claras, ni para un lado ni para el otro. Se ha mostrado la rigurosidad, la independencia del Senado.

Del equipo jurídico me llamaron a preguntarme si había algún antecedente que reposara sobre alguna consulta. Seguramente nos estrenaremos en esa iniciativa.

La experiencia ha sido muy positiva. El trabajo istrativo y legislativo se triplica, pero, afortunadamente, traigo una experiencia de la parte legislativa de hace años que me ha permitido familiarizarme rápidamente con todos los procesos que se hacen en segundo debate y hemos podido sacar adelante iniciativas importantes en la plenaria del Senado. La dinámica es parecida.

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Ese respaldo mayoritario de la plenaria del Senado fue muy grato para mí. Implica una gran responsabilidad y una necesidad permanente de poderles cumplir al Congreso y al país. Los senadores tienen claro, y lo demostraron en esta elección, que el secretario general del Senado tiene que tener dos componentes: que la persona conozca el funcionamiento del Congreso, de leyes, con formación jurídica y legislativa, y que debe dar garantías a todas las bancadas. Esto último es muy importante porque cuando uno marca políticamente una tendencia y quiere favorecer a uno u otro lado, en política, si usted favorece a un lado, va a perjudicar a otro. Mi consigna siempre ha sido caminar por la mitad. Servir con la Constitución en la mano, con la ley en la mano y servirles, de igual manera, a todos los partidos políticos. Todos deben sentir tranquilidad de que la persona que está ahí sentada no tiene ninguna filiación política que pueda afectar el trámite de las leyes.

Aquí se requiere tener la claridad mental de que esto es un servicio que se debe prestar para que las leyes y los debates de control político se hagan de manera adecuada. La mejor carta de presentación es actuar siempre de manera correcta. Este cargo, además, requiere mucha rigurosidad académica. Semanalmente hay que estar revisando la Ley 5ta, lo más reciente de los pronunciamientos de la Corte y estar en permanente interlocución con los asesores, senadores. Uno no se las sabe todas, el error es pensar que porque lleva 20 años en el Congreso se sabe todos los temas. Aquí todos los días se aprende.

MATEO GARCÍA 

Subeditor de Política