El proyecto de reforma constitucional que reforma varios aspectos del control fiscal llegó a su máximo punto de ebullición con la propuesta de eliminar las contralorías territoriales.
Tres de los cinco artículos de la iniciativa han sido aprobados. En ellos se otorgó el control preventivo a la Contraloría General de la República y la atribución al jefe del ente de control fiscal de “advertir a los servidores públicos y particulares” sobre la existencia de riesgos en los procesos de ejecución de los recursos, entre otros.
El debate duro estuvo en la propuesta de eliminar las contralorías departamentales y municipales, algo que se ha intentado hacer desde el Congreso en más de una ocasión sin éxito.
Pero al final las mayorías en el Senado y la falta de los votos exigidos por las normas provocó que las contralorías departamentales y municipales, las cuales se ha intentado eliminar en varias ocasiones, sigan existiendo.
La plenaria del Senado votó una propuesta para que estos entes de control fiscal en los territorios fueran eliminados, la cual logró 44 votos por el no y 30 por el sí. Es decir que la mayoría estaba en contra de que estos entes se acabaran.
Adicionalmente, por tratarse de un acto legislativo en segunda vuelta, se requería una votación de 55 apoyos por el sí o por el no, lo cual no se consiguió por lo que la propuesta naufragó.
Así las cosas, el pleno de la corporación aprobó otra propuesta del Partido Conservador y varios senadores de otros partidos que mantiene estos entes y deja la elección de los contralores territoriales en manos de los concejos y las asambleas luego de una convocatoria pública de los aspirantes.
Quienes cometen los actos de corrupción son las personas, no las instituciones
El senador por ‘la U’ Juan Felipe Lemus defendió la existencia de estos entes y dijo que “todo lo que tenga que ver con las funciones de control hay que mantenerlo y mejorarlo”.
Lemus dijo que el argumento de la “corrupción” no puede ser suficiente para eliminar las contralorías territoriales y agregó que eso sería como si algún congresista “incurre en un acto de corrupción” y se propusiera “eliminar el Congreso”.
“Quienes cometen los actos de corrupción son las personas, no las instituciones”, dijo.
La plenaria del Senado sigue el debate sobre el proyecto de acto legislativo que le da un revolcón al control fiscal en el país y se espera que este mismo miércoles sea aprobado en su totalidad.
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