Este jueves se reanudó el debate de la reforma de la salud. La sesión comenzó con la posibilidad de que no se completara el quórum. Cuando se tuvo el número mínimo para dar inicio al debate, la discusión se centró en los posibles vicios que tiene el proyecto ante posibles errores de trámite.
Varios representantes reclamaron que no tenían verdadero conocimiento del articulado, puesto que había una ponencia original y una adenda que cambiaba el orden y el contenido del texto. Ante los comentarios y dudas, el coordinador ponente, Alfredo Mondragón, pidió una subcomisión para estudiar las proposiciones radicadas y organizar el texto.
Mondragón expresó que es tal la cantidad de proposiciones que llegaron en los últimos días que debería crearse una célula temporal para poner en orden el proyecto. Esto implicaría que la discusión se pondría en suspenso mientras que se integran las propuestas en el texto de Gobierno.
La propuesta fue secundada por otra ponente, Martha Alfonso, de la Alianza Verde. Esta señaló que era la mejor forma de poner en orden un texto que ha sido cuestionado ante sus múltiples versiones y ante la cantidad de proposiciones que han sido radicadas para reformarlo.
Hubo otro sector que no estuvo a gusto con la propuesta. En este sector estuvo el representante Andrés Forero, que señaló que era tiempo de discutir directamente el texto y discutir cada una de las proposiciones que han sido radicadas ante la mesa directiva para cambiar el proyecto.
La discusión del texto no se abrió, sino que la Comisión Séptima de Cámara se quedó en el debate sobre si se debería crear o no esta subcomisión. Al final, se decidió crear esta célula temporal y nuevamente el debate se aplazó.
La nueva subcomisión llega justo cuando se han hablado de acuerdos y acercamientos con los partidos para que se destrabe la discusión de reforma de la salud. Esta serviría para presentar un nuevo texto con el que las colectividades están de acuerdo.
La célula temporal tiene una observación de los representantes de oposición y es que vuelve a sacar el debate de la Comisión Séptima y lo vuelve a meter a los cuartos cerrados donde unos pocos negociarán el texto final. Así sucedió en los primeros momentos del proyecto, cuando los presidentes de los partidos Liberal, Conservador y la U negociaron a puerta cerrada con el Ejecutivo.
Por otro lado, esta célula puede ser la fórmula que termine destrabando del todo la discusión de la reforma. Allí se puede terminar incluyendo aquellos puntos que los partidos han reclamado y que en un primer momento no se metieron. Sin embargo, la situación vuelve a retrasar el debate.
Aunque se esperaba que se reanudara la discusión este jueves, la subcomisión pone el tema en la nevera mientras que esta concilia una nueva propuesta. De cierta forma, esta fórmula regresa a etapa de redacción ante la determinación de una célula temporal. La unica diferencia en este caso es que ya no será una negociación con las cabezas de los partidos, sino que se hará con los ponentes de la Comisión Séptima.
REDACCIÓN POLÍTICA
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