El aumento de 1,7 millones de pesos en su salario que recibieron los congresistas, comparados con los apenas poco más de 30 mil pesos que recibieron de alza quienes devengan el salario mínimo, ha desatado toda una ola de indignación que no ha permitido ver un hecho fundamental: el sueldo de los parlamentarios tendrá que volver a subir en los próximos meses.
Lo anterior se debe a que el aumento que recibieron los congresistas – por el cual habrá un retroactivo de cerca de 20 millones de pesos – corresponde al alza del 2020. Por norma constitucional, a los congresistas les debe aumentar el salario cada año, lo que quiere decir que en 2021 tendrán que volver a recibir un aumento.
“La asignación de los del Congreso se reajustará cada año en proporción igual al promedio ponderado de los cambios ocurridos en la remuneración de los servidores de la istración central, según certificación que para el efecto expida el Contralor General de la República”, reza el artículo 187 de la Constitución.
Por ello, ya algunos empiezan a hacer cálculos sobre cuánto será el incremento que tendrán los legisladores el próximo año.
Como lo indica la Constitución Política, la entidad encargada de calcular el porcentaje promedio del aumento del salario de los empleados del Estado, y por ende el porcentaje que corresponde al incremento para los congresistas, es la Contraloría General de la República. Esta cifra generalmente se conoce en marzo o abril de cada año.
No obstante, para hacerse una idea, en los últimos años este porcentaje ha estado muy cercano al aumento del mínimo.
Por ello, si en 2021 los congresistas recibieran un aumento igual al alza del mínimo verían crecer su salario en 1,2 millones de pesos. Pasarían de devengar 34’417.000 pesos a 35’621.000 pesos.
Estos aumentos anuales han generado rechazo en el propio Congreso, donde algunos senadores y representantes insisten en que se requieren “soluciones de fondo” e institucionales para congelar estos incrementos para los parlamentarios.
La forma más viable para lograr este congelamiento o incluso una disminución en lo que devengan los congresistas es que el propio Congreso apruebe una norma que reforme la Constitución.
Se requiere una solución y decisión institucional para bajar el salario de los congresistas, no obras de caridad individuales
“Se requiere una solución y decisión institucional para bajar el salario de los congresistas, no obras de caridad individuales ni soluciones mágicas futuras. Es con acciones, los caminos y proyectos son claros, solo falta voluntad política”, expresó la senadora de Alianza Verde Angélica Lozano.
El rechazo a este tipo de aumentos también vino de parte de sectores de gobierno. El representante Gabriel Santos aseguró que “no existe motivo alguno para que se le aumente el salario a los altos funcionarios del Estado. El país en medio de la peor crisis económica y le aumentan el salario a quienes tienen asegurados altos ingresos”.
Por su parte, el representante Mauricio Toro les pidió a los sectores del Gobierno demostrar si realmente tiene la voluntad de contribuir a reducir los salarios del Congreso.
“Si el Centro Democrático y el presidente Iván Duque realmente quisieran reducir los salarios del Congreso, hace rato lo habrían logrado con las mayorías aplastantes que tienen”, dijo Toro.
De esta manera, mientras no se logre un pacto político entre los propios congresistas para congelar o disminuir su salario, año a año la cifra que devengan los parlamentarios en Colombia, por ley, tendrá que seguir subiendo.
EL TIEMPO