En general, los partidos políticos no están en la misma línea del presidente Iván Duque y su gobierno.
Las colectividades cuestionan la relación del gobierno con el Congreso y cómo se ha manejado la agenda legislativa.
De acuerdo con el senador liberal Luis Fernando Velasco, el gobierno está conformado por “un grupo de tecnócratas muy bien intencionados”, pero en el día a día se han alejado del rumbo por seguir. Velasco cree que el Presidente “debe marcar un rumbo” de una manera más certera, pues ve a un gerente para “microcosas y necesitamos un líder para grandes cosas”.
Pero Velasco rescata algo. Dice que este Congreso tiene voluntad de diálogo, y como muestra de su afirmación recuerda el reciente acuerdo logrado entre casi todas las fuerzas para salvar la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Ese acuerdo permitió que sectores tan encontrados como Uribe y las Farc hablaran.
El senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, asegura que parte del problema es que hay un gabinete que “desconoce lo público”.
Velasco y Motoa pertenecen a los dos partidos matriculados como independientes según el estatuto de la oposición, pero sus posturas son recias en relación con muchas acciones del gobierno.
Por su parte, Iván Cepeda, uno de los líderes del Polo, explica que estamos en una “dualidad permanente” por las posturas del partido de gobierno, el Centro Democrático (CD)”. Cepeda, desde la oposición, cree que una es la voz de Duque y otra es la de su bancada y de quienes trabajan con en el gobierno.
Y aunque Cepeda forma parte de uno de los partidos de oposición, resalta que Duque “no tomó la opción de destruir el proceso de paz”.
La crítica más dura es de Angélica Lozano, de los ‘verdes’, quien dijo que esta es una istración “sin brújula ni agenda sólida, una agenda vacía”. Entre otras cosas, según dice, por la falta de gestión para los proyectos anticorrupción.
Uno de los grandes retos de Duque está en el Congreso, y los partidos lo saben.
Hernán Andrade, presidente del Partido Conservador (partido de gobierno), cree que “gobernar sin coalición de partidos es un ejercicio muy difícil” en un país tan complejo como Colombia y que a ese gabinete tan técnico le falta cercanía con el ambiente político.
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