El debate por el impacto fiscal que tendrían las nuevas embajadas creadas por la Cancillería: ¿son realmente estratégicas?

El ministro Luis Gilberto Murillo explicó el pasado 24 de abril, en la continuación de un debate de control político en la Comisión II de la Cámara de Representantes, que las nuevas misiones diplomáticas se repartirían en Ghana, Haití, Barbados, Guyana, República Checa, Rumanía, Arabia Saudita, Palestina, Etiopía, Senegal y Nueva Zelanda. 

Este fin de semana, la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, denunció los costos anuales que tendrían 10 de esas 11 misiones, que
ascienden a $18,397,413,932 anuales sin contar costos de salarios, primas de los embajadores y honorarios, de acuerdo con la investigación de su equipo. Esa suma se reparte de la siguiente manera: 

- Guyana: $2,832,105,012
- Barbados: $1,807,346,484
- Nueva Zelanda: $ 1,365,981,67
- Arabia Saudita:$ 2,999,901,188
- Estado de Palestina: $1,793,821,760
- Senegal: $1,481,030,656
- Etiopía: $1,290,915,982
- Angola: $1,532,229,190
- República Checa: $2,178,339,264
- Rumanía: $1,115,742,720

EL TIEMPO consultó a expertos en materia internacional sobre la pertinencia de la expansión de la infraestructura diplomática y estos dicen que hay que analizar caso por caso.

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​"Es difícil generalizar si es bueno o es malo. Yo creo que se debe hacer un análisis de los nuevos mercados que se deben crear, así como del interés político que puede generar dicha apertura. Esto se puede ver reflejado en apoyos mutuos en decisiones de órganos multilaterales", comenta el analista experto en Derecho Internacional, Ricardo Abello.

En el caso específico de Ramallah, capital de Palestina, el experto en Derecho Internacional Enrique Prieto sostiene que va en la línea que ha mostrado el Gobierno en su postura en el conflicto palestino-israelí, por el que se tomó la decisión de romper relaciones con Israel.
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​"Podría ser estratégico en el sentido del rol que puede jugar Colombia en una etapa de transición a partir de su experiencia (en procesos de paz)", indica.

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En cuanto a la apertura de una embajada en Arabia Saudita, el analista no duda en señalar que es esencial tanto para las posibilidades de inversión extranjera en el país como en el fortalecimiento del vínculo con un país potencia en la producción de petróleo.

De hecho, el pasado 19 de abril el viceministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, Waleed bin Abdulkarim Al Khuraiji, se reunió con el vicanciller Francisco Coy en un espacio en el cual suscribieron instrumentos bilaterales para fortalecer y profundizar esa relación.

Para el caso de Guyana y Barbados, el canciller Murillo explicó que la apertura de embajadas en esos dos países responden a la estrategia de inserción de Colombia en el Caribe que busca reposicionar al país como un referente político, económico y cultural, así como un aliado estratégico en esa región.

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​"Guyana y Barbados es importante para podernos unir regionalmente. Es decir, no solamente Suramérica sino Latinoamérica y el Caribe", afirma Prieto. Lo anterior cobra significado teniendo en cuenta que Colombia formalizó la solicitud de adhesión como miembro asociado ante la Comunidad del Caribe, CARICOM, petición que abre una ventana para avanzar en cooperación y el fortalecer vínculos históricos con los Estados insulares del Caribe.

En relación a los tres países africanos, Senegal, Etiopía y Angola, van de la mano con el acercamiento con este continente que se propuso la Cancillería y que quedó impulsado tras la visita de la vicepresidenta Francia Márquez el año pasado. Los expertos consideran pertinente este vínculo ya que Colombia comparte los mismos problemas socioeconómicos y las mismas apuestas ante organizaciones internacionales como las Naciones Unidas.

No obstante, Prieto muestra sus reparos con la creación de embajadas en República Checa y Rumanía. "No veo clara la apuesta y me parece un gasto innecesario", subraya. El canciller, por su parte,  detalló que a pesar de que se cesó la embajada en República Checa, ese país mantuvo su misión en Colombia con niveles de colaboración importantes en varias áreas. En cuanto a Rumanía, sostuvo que actualmente ese es el país que más becas otorga a Colombia en estudios.

Por último, el caso de Nueva Zelanda se resume en la Cancillería como una presencia importante por "su apoyo a las políticas del Gobierno, al proceso de paz y los intercambios que se pueden hacer en temas de biodiversidad".

Además de las críticas por los costos, la senadora Cabal también citó un estudio realizado por este diario en mayo del año pasado donde se evidenciaba que más de la mitad (54 por ciento) de los embajadores nombrados no tienen una carrera diplomática formal, lo cual hace que la apertura de otras misiones pueda prestarse para nombramientos cuestionables de figuras políticas carentes de carrera diplomática, como ya sucedió en Chile (Sebastián Guanumen), Reino Unido (Roy Barreras), Argentina (Camilo Romero) o México (Moisés Ninco Daza).

Desde que posesionó en propiedad de la Cancillería, Luis Gilberto Murillo pretende borrar esta práctica de la entidad durante la etapa de Álvaro Leyva y darle prioridad a los diplomáticos de carrera.

El equipo de la senadora del Centro Democrático también aportó un documento de la Unidiplo donde se afirma que Armando Benedetti no es apto para el cargo ante la FAO por no cumplir con los requisitos de hoja de vida: dominio de otro idioma diplomático, no tener conocimientos técnicos sobre agricultura y alimentación; y no haber mostrado supuestamente capacidades diplomáticas en su anterior puesto en Caracas, Venezuela.

​El ministro Murillo ya explicó que la ambición que supone la apertura de nuevas embajadas requiere de capacidad institucional. Actualmente la planta del Ministerio de Relaciones Exteriores está compuesta por 1.738 funcionarios (866 diplomáticos, 620 de libre nombramiento y 252 de carrera istrativa) y según los estudios de carga de 2023, se requerían 515 cargos para dar cumplimiento de manera óptima a los procesos.

En ese sentido, con el Decreto 1882 de 2023, el Ministerio de Relaciones Exteriores eliminó 11 cargos, mientras que creó 125 nuevos puestos en el Despacho del Ministro de Exteriores, Despacho de Jefes de Misiones Diplomáticas, Oficinas Consulares y planta global. De acuerdo con María Fernanda Cabal, para mayo de 2023, estos cambios resultaron en que los gastos de personal de la Cancillería se elevaran a un total de $543.591 millones de pesos.

"El derroche de dineros públicos de Petro es absoluto mientras proponen otra reforma tributaria para sacarle más plata a los colombianos", expresó la congresista.

JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ - REDACCIÓN POLÍTICA
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