Un regreso de la violencia y la tragedia al municipio chocoano de Bojayá fue alertado este fin de semana por diferentes voces, entre ellas la del padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, quien rechazó “rotundamente” las amenazas a líderes sociales como Leyner Palacios.
La alerta se produjo días después de que diferentes comunidades de la región denunciaron el retorno de hechos de violencia en zonas rurales de la población del Chocó.
Este lunes, el padre De Roux se pronunció al respecto y dijo que hay “noticias” de “nuevos desplazamientos, el confinamiento, el reclutamiento de menores y los asesinatos” en la población del Pacífico.
“Bojayá no puede repetir esa tragedia”, reza la comunicación.
El municipio chocoano es recordado por la masacre ocurrida el 2 de mayo de 2002 y en la cual perdieron la vida alrededor de 80 personas en medio de enfrentamientos entre las Farc y grupos paramilitares.
Durante un combate entre estas dos organizaciones, integrantes de la exguerrilla lanzaron un cilindro bomba hacia la iglesia de la población, en la cual varios de sus habitantes se protegían desde la noche anterior.
El hecho produjo el repudio nacional, y las Farc, luego del proceso de paz, fueron hasta Bojayá para pedir perdón por ese crimen.
Nuevos desplazamientos
Desde el año pasado, organismos como la Defensoría del Pueblo han alertado sobre la presencia de grupos armados ilegales en diferentes partes del Chocó, entre ellas el corregimiento de Pogue, en Bojayá.
Ese departamento es clave para los grupos ilegales dedicados al narcotráfico, ya que es un corredor natural fluvial para el tráfico de cocaína hacia la costa Pacífica y de ahí a Centroamérica y Estados Unidos.
El pasado 31 de diciembre, algunos pobladores de Pogue denunciaron amenazas de las autodefensas gaitanistas de Colombia, las cuales habrían ocasionado el confinamiento de la población.
El Gobierno acudió de inmediato y desplazó hasta el lugar al ministro del Interior (e) Daniel Palacios, quien se reunió con Leyner Palacios –líder social de Bojayá amenazado– y anunció, entre otras medidas, el incremento de 100 hombres del Ejército.
Este fin de semana, el alto comisionado de Paz, Miguel Ceballos, también visitó la población y acompañó el traslado de ayuda humanitaria a sus habitantes.
Según lo pudo establecer EL TIEMPO, Ceballos invitó, en nombre del presidente Iván Duque, a Leyner Palacios a una reunión con el mandatario que está prevista para este miércoles 8 de enero, en medio del encuentro de la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad, que sesionará en Bogotá.
Desde el Congreso también ha habido voces que han alertado sobre el escalamiento de la violencia en el municipio. La representante a la Cámara María José Pizarro, a quien Palacios le confió las amenazas de las que fue víctima, manifestó que lleva meses “diciendo que puede repetirse una tragedia” en Bojayá.
Su colega David Racero afirmó que “desde el año pasado” la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana “en donde advirtió la situación en Bojayá y formuló recomendaciones de política pública” sobre el tema.
El senador por el Polo Iván Cepeda afirmó que es “imperativo” impulsar una iniciativa humanitaria para atender la situación del Chocó “que vincule a muchos sectores, instituciones y personalidades en la protección de las comunidades y de líderes sociales en esa atormentada zona del país”.
Leyner Palacios ha agradecido las voces de solidaridad tras conocerse las intimidaciones en su contra y ha dicho que “la vida de cada bojayaseño, habitante del Pacífico, líder social debe ser protegida”.
“El acuerdo de paz requiere ser implementado. Las voces ciudadanas de empatía nos cuidan y nos dan fuerza”, escribió el líder en Twitter.
Ayuda y regalos para la población
El alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, y el comandante de la Séptima División del Ejército, general Juan Carlos Ramírez Trujillo, estuvieron haciendo presencia el fin de semana en Bojayá.
Además de reunirse con el amenazado líder social Leyner Palacios, las autoridades llevaron ayuda humanitaria a la población y juguetes para los niños en una alianza con fundaciones como Salvaterra.
Fuentes militares dijeron que la prioridad es proteger a las comunidades y tener un control institucional de la región con proyectos productivos y propuestas de desarrollo.
Algunos de los habitantes del municipio chocoano agradecieron la atención de las autoridades civiles y militares.
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