Conseguir resultados concretos que respondan a los reclamos sociales que viene manifestando parte del país en los últimos meses es el primer reto que tendrá el gobierno del presidente Iván Duque en este 2020, un año en el cual también hay tareas pendientes en seguridad, economía y en su relacionamiento con los partidos políticos, entre otros campos.
Pasadas las fiestas de fin de año, el país comienza a reincorporarse poco a poco a sus actividades normales y las preocupaciones de la opinión pública vuelven después del receso. En la lista de las inquietudes están el desempleo, la inseguridad y la crisis de la salud, entre muchos otros temas, en los cuales los ciudadanos esperan que sus gobernantes les den respuestas que resuelvan sus necesidades.
Este año, la carga parece estar más equilibrada ya que desde el pasado primero de enero hay nuevos alcaldes y gobernadores, por lo que estos mandatarios también tendrán la responsabilidad de poner en marcha programas que alivien las preocupaciones cotidianas de la gente.
Pero los ojos de la opinión pública, sin duda, estarán dirigidos principalmente a las soluciones que plantee el Gobierno Nacional para superar las problemáticas que siguen afectando a los colombianos, las cuales, en el arranque de este 2020, están relacionadas con los reclamos sociales de quienes se han movilizado por las calles del país.
Diálogo social
Desde el pasado 21 de noviembre, miles de ciudadanos se lanzaron a las calles de distintas capitales rechazando temas como una eventual reforma del sistema de pensiones, ajustes en las prácticas laborales y la aprobación de la reforma tributaria, entre otras exigencias.
Entre sus peticiones estaba el archivo de la reforma tributaria, la cual, por el contrario, fue aprobada por el Congreso en diciembre pasado, y la eliminación del escuadrón antidisturbios, conocido como Esmad, petición rechazada de plano por el Presidente.
Sin embargo, hay demandas entre el tintero que deberán ser atendidas en este comienzo del 2020 para tratar de calmar la crispación social que vivió el país a finales del año pasado, y que podría prolongarse con costos para la economía país.
Para avanzar en la búsqueda de estas soluciones, el jefe de Estado abrió la llamada “conversación nacional”, de la cual el país espera resultados en los primeros meses de este año.
Uno de los puntos que habrá que aclarar en esta materia es hasta qué punto quienes se han autodenominado líderes de las protestas sociales representan verdaderamente a los colombianos inconformes que han salido a las calles. Aunque en un principio la convocatoria corrió por cuenta de líderes estudiantiles y centrales obreras, en los últimos días de 2019 las movilizaciones se impulsaron a través de las redes sociales y fueron muchos los ciudadanos que salieron de manera espontánea a las calles y que no obedecieron a una dirigencia en particular.
Adicionalmente, el Comité Nacional del Paro comenzó con 13 peticiones al Gobierno Nacional y a finales del año pasado amplió su lista a 104, las cuales se suman a las más de 5.000 que, según el presidente Duque, han llegado de manera digital.
Estos hechos les ponen el reto a delegados gubernamentales para la “conversación nacional” como Diego Molano y Angelino Garzón de tomarse los primeros meses del año para escarbar y encontrar propuestas concretas que se traduzcan en las reformas sociales que está reclamando la ciudadanía.
Porque lo que sí está claro es que desatender las demandas por completo no es una opción que parezca inteligente en haras de la paz social que se busca recobrar.
Partidos políticos
Otro campo en el que el Gobierno Nacional tendrá que aplicarse en este 2020 será en su relacionamiento con los partidos políticos, el cual, en opinión de expertos, ha sido más frío de lo que se esperaba.
Desde el comienzo de su gobierno, el presidente Duque ha promovido la libre deliberación de las colectividades y se ha negado a darles participación en su gabinete.
Esta decisión rompió con una tradición que existe en varias democracias de occidente, y es el trabajo armónico del gobierno de turno con los partidos políticos. Es lo que se llama coaliciones o alianzas.
Pese a este nuevo esquema, el Ejecutivo ha logrado sacar adelante en el Congreso varios proyectos de ley y reformas constitucionales de corte económico de trascendencia para el país y la mayoría de las normas para luchar contra la corrupción.
Sin embargo, este año las cosas parecen ser distintas ya que lo que estaría en juego sería otro tipo de intereses de los partidos.
El 7 de agosto de 2020 Duque llegará a la mitad de su istración y varios sectores políticos están a la expectativa de lo que suceda de aquí hasta allá.
Para muchos observadores, si las cosas no cambian en este 2020, el debate presidencial de 2022 podría apurarse desde este año y varios partidos políticos comenzarían a mover sus fichas para la elección del próximo presidente de la República.
Por el lado de los sectores alternativos, desde ya se están escuchando los nombres de líderes como Sergio Fajardo y Gustavo Petro como seguros candidatos a la jefatura del Estado en 2022 y se espera que los demás partidos políticos avancen en lo propio si la relación con el Gobierno Nacional no cambia este año.
A esto se suma que si el Gobierno quiere avanzar en reformas sociales que resuelvan las inquietudes que se han escuchado en las calles deberá tramitar leyes y reformas constitucionales en el Congreso, para lo cual el concurso de los partidos políticos será vital.
Muchos se preguntan, por ejemplo, cuál sería la suerte de una eventual reforma pensional en el Capitolio si este año el Ejecutivo no da señales de acercamiento con sectores políticos independientes, como el Partido Liberal o Cambio Radical.
Pero no solo sería un ajuste en materia pensional el que estaría pendiente. En la agenda también hay proyectos como una reforma de la justicia, otra a la política y una más al sistema electoral.
La ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, ha venido hablando sobre esta última desde hace varios meses y para su elaboración ha contando con la colaboración de la Registraduría Nacional y del Consejo Nacional Electoral.
El trámite de estas normas, vitales para el mejoramiento de la justicia y la política, necesitará del concurso de las mayorías de los partidos políticos, por lo que el relacionamiento del Gobierno con ellos será clave en este 2020.
La seguridad
Y un tercer campo en el que se plantean desafíos para el Gobierno Nacional en este 2020 es en el de la seguridad, en el que hay amenazas que persisten.
El combate a flagelos como el narcotráfico, la minería ilegal y los grupos armados que se lucran de ambos delitos es uno de los asuntos que más preocupan a varios ciudadanos en diferentes regiones.
Aunque el Gobierno ha mostrado buenos resultados en esta materia, no se puede pasar por alto el elevado número de hectáreas de coca sembradas en el país y el impacto de estructuras criminales como el ‘clan del Golfo’ y el Eln.
En este sentido, el desafío es consolidar las zonas del territorio donde se ha ido recuperando la tranquilidad y golpear a las organizaciones armadas ilegales que siguen lucrándose del narcotráfico, especialmente en zonas como el Pacífico.
En esta labor será clave el apoyo de Estados Unidos y uno de los principales retos para la canciller, Claudia Blum, y el embajador en Washington, Francisco Santos, será mantener viva esa cooperación.
Así las cosas, este año comienza con varios retos para el Gobierno Nacional, y de su desempeño dependerá, en gran medida, la calificación que los colombianos le den en las encuestas en este 2020.
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