Finalmente y tras casi un año de polémicas por su desconocimiento del estratégico sector que tenía a su cargo, la ahora exministra Irene Vélez ya no va más en el Gobierno.
Era insostenible que la ministra continuará en su cargo. Casi en simultánea, le explotaron dos casos de posible abuso de poder y de aparente tráfico de influencias: un contrato para su esposo y la salida de dos menores de edad sin la documentación requerida -revelada por la Unidad Investigativa de EL TIEMPO- , la pusieren no solo en una situación incómoda sino con apertura de procesos por parte de los organismos de investigación.
En efecto, tanto la Procuraduría General de la Nación como la Fiscal le abrieron investigaciones disciplinaria y penal. En el caso de Migración Colombia los indicios son tan contundentes que seguro tendrán efectos por su actuación.
Al margen de estas coyunturas, Vélez fue durante su paso por esta cartera un motivo de perturbación. De hecho, el ministro José Antonio Ocampo tuvo que salir en varias ocasiones y de manera pública a rectificarla y “calmar a los mercados”, según decía el mismo.
Aunque fue una de la ministras polémicas, contó siempre con el apoyo del presidente Gustavo Petro, que la ratificó en varias ocasiones mientras que distintos sectores la criticaban y pedían su salida.
Las primeras críticas en contra de Vélez se dieron al mes de haber asumido el cargo, en septiembre. “Necesitamos exigirles también en el marco de esta geopolítica global a los otros países que comiencen a decrecer en sus modelos económicos", fueron las palabras que esta usó en el Congreso Nacional de Minería del año pasado. Las declaraciones no fueron bien recibidas por sectores que veían esta posición como poco posible frente a la realidad de la geopolítica mundial. A esto se le sumó al pedido casi escolar de la ministra para que el auditorio guardara silencio.
Esa semana no fue la mejor de Vélez. Al día siguiente iba a dar una rueda de prensa y, ante las preguntas de los periodistas y el desorden, decidió parar de forma abrupta su diálogo con los medios. "Entonces esto se acaba aquí. Muchas gracias a los que alcanzaron a escuchar", dijo la ministra ante la algarabía de los varios periodistas que le querían preguntar por su propuesta de decrecimiento.
En enero de este año, en el Foro Económico Mundial, celebrado en Davos, también hubo polémica por las declaraciones de Vélez. Esta se mantuvo en la posición de que Colombia no celebraría más contratos de exploración de hidrocarburos y hasta dijo que las reservas eran suficientes para sortear la transición energética sin contratiempos.
Esta posición y los informes que la sustentaban fueron cuestionados por la entonces viceministra de Energía, Belizza Ruiz. Esta, que salió de la cartera por pedido de la hasta hoy ministra, expresó sus dudas a la metodología de los informes que presentaba el Ministerio y hasta señaló imprecisiones que habría en estos.
Las polémicas que rodearon a Vélez por sus pronunciamientos y posiciones hicieron que el Congreso la citara en dos ocasiones a debates de moción de censura. Sin embargo, en ambas ocasiones la ministra contó con el apoyo de la bancada de Gobierno, que para ese momento no había sido terminada por el presidente Gustavo Petro.
Irene Vélez sorteó el rechazo a sus posiciones y a las polémicas que estas generaban, siempre con el apoyo del primer mandatario. Sin embargo, no pudo superar los escándalos por los contratos de su esposo con el Estado y la salida del país presuntamente irregular de su hijo.
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