¿Qué significa para Colombia reactivar embajada ante la FAO con Armando Benedetti?

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Aunque en realidad Benedetti pasa a ser embajador ante las tres agencias de las Naciones Unidas con sede en Roma, es decir, además de la FAO, ante el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la reapertura de este puesto funcionará para darle mayor fuerza a los compromisos que el presidente Petro firmó con el director general de la FAO, Qu Dongyu, así como para mover la reforma agraria.

"Estoy absolutamente complacido de saber que existe una sintonía total entre los objetivos del gobierno del presidente @petrogustavo y los esfuerzos de la FAO, que será nuestro gran aliado para sacar adelante la reforma agraria, la industrialización de la agricultura y la sustitución de cultivos", señaló Benedetti, cuyo nuevo rol había sido anunciado el 8 de febrero de este año, tras salir del Ejecutivo de mala manera ante su choque con Laura Sarabia por el caso de la niñera Marelbys Meza.

En 1999 el Ministerio de Relaciones Exteriores, bajo la istración de Andrés Pastrana, eliminó la misión permanente en la FAO por razones presupuestales. Desde entonces, estas funciones estaban siendo asumidas por la embajada de Colombia en Italia.

Diego Mora, representante asistente y oficial de programas de FAO Colombia, le aseguró a este diario que la reapertura de la representación diplomática permanente de Colombia ante las agencias de la ONU en Roma significa que el país "le está poniendo mucha más atención a los temas que tienen que ver de alimentación y desarrollo rural. Creemos parte de la intención del Gobierno es profundizar estas agendas", comentó.

Ahora bien, analistas consultados por EL TIEMPO explican que este panorama puede tener dos miradas: por un lado, hacer más dinámica la cooperación con la FAO, FIDA y PMA en pro de proyectos claves del Ejecutivo, pero también el cálculo interno por la designación de un hombre como Benedetti.

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"Este nuevo espacio diplomático tiene que ver con los temas de reforma agraria, con los temas de la consecución o la reactivación de créditos orientados al tema alimentario y de agricultura", sostiene Patricia Muñoz Yi.

"Para nuestro caso en el cual somos un país en vías de desarrollo con problemas, que tenemos de inundaciones, efectos climáticos, la compra de terrenos para cultivos en muchas partes del país por inversionistas extranjeros, considero que volver a abrirla es clave para poder generar esas discusiones y que se puedan desde una perspectiva internacional influenciar las agendas que se están dando", expone el especialista en derecho internacional, Enrique Prieto.

Para Ángela Penagos, directora de la oficina de la Cepal en Bogotá y exdirectora de Finagro, dinamizar las relaciones con la FAO resulta importante ya que el hambre es un problema del desarrollo y de acuerdo con los últimos datos, Colombia está en una situación crítica. "Los sistemas agroalimentarios son elementos esenciales para avanzar en la transformación de la economía y avanzar en la transición energética".

En un trino, Benedetti anunció que en 2026 Colombia hospedará la Conferencia de Reforma Agraria de la FAO, en la que participarán más de 130 países. Esta conferencia servirá para respaldar los procesos de reforma agraria. "Recordemos que si no se asegura un adecuado a la tierra, el objetivo de erradicar la pobreza, reduciendo el hambre y promoviendo el desarrollo económico rural seguirá siendo de difícil alcance".

No obstante, distintos sectores han cuestionado que este asuma ante una instancia técnica cuando este no ha tenido cargos relacionados con el sector agrario. "En lo personal no le encuentro mucho sentido a esta decisión. Es una decisión basada en un cálculo de política interna, porque en materia de política exterior no es estratégica para el país", indica Paula Ruíz, docente de la Universidad Externado de Colombia.

Según Ruíz, dado que ya se tomó la decisión de reabrirla la embajada, ahora lo que se espera es que el embajador Benedetti sea "muy pro activo y presente propuestas dirigidas a acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el país en todo lo que tiene que ver con lucha contar la pobreza y el hambre, que se levante financiación para proyectos estratégicos en este campo, que haga alianzas claves con países que han tenido una trayectoria destacable en esta organización, como Brasil por ejemplo, pero en especial que su presencia o su labor, no interfiera con la agenda comercial y cultural de la embajada ni con el normal funcionamiento del consulado".

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"Yo creo que Benedetti ante todo es un político que se mueve muy bien, entonces si bien conceptualmente debe tener unos enormes vacíos para afrontar el cargo tiene habilidades de sobra para representar los intereses del país en una conversación como esta", asegura el analista Gonzalo Araújo.

Cabe recordar que el nombre de Benedetti a estado en el ojo del huracán por supuestamente sugerir en algunos audios filtrados la idea de que la campaña presidencial de Gustavo Petro en el 2022 estuvo rodeada de irregularidades. También se le cuestiona presuntos arreglos con la excongresista Aida Merlano. 

A partir de ahora, parte de la labor el exembajador en Caracas será la interlocución con Agustín Zimmermann, representante de la FAO en Colombia desde enero de este año. Asimismo, deberá entenderse con las diferentes direcciones de las tres agencias presentes en Roma. 

A Benedetti se le pagarán 17 millones de pesos mensuales y una prima especial de 29 millones de pesos. "Uno de mis grandes objetivos como embajador de Colombia en la FAO es ser un puente efectivo ante este organismo de la ONU para contribuir a que la reforma agraria siga avanzando. Coincido en que no se trata solo de entregar tierras sino lograr que se vuelvan productivas", reiteró este.

JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ - REDACCIÓN POLÍTICA