¿Respuesta de Laura Sarabia a Armando Benedetti? ‘No nos avergüenza haber sido secretarias y personas de a pie’

La canciller Laura Sarabia publicó una columna de opinión en la que, si bien no hace referencia directa al ministro del Interior, Armando Benedetti, sí utiliza un término con el que el jefe de la cartera política se refirió a ella la semana anterior, en medio de un choque entre los dos altos funcionarios.

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Y es que Benedetti, después de que se filtraran unos audios de una conversación suya con Sarabia —los cuales ella entregó a la Fiscalía—, aseguró que “desde que ella dejó de ser mi secretaria, no me importa lo que haga”.

Precisamente, la palabra “secretaria” está en el titular de la columna publicada por la ministra de Relaciones Exteriores en el diario La República: ‘De las secretarias y personas de a pie en el Gobierno del cambio’. Sarabia insistió en que, “más allá de cualquier provocación o episodio grotesco”, quería rendir un homenaje a los trabajadores con su publicación.

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En el texto, Sarabia argumentó que, en el gobierno del presidente Gustavo Petro, han dejado de gobernar las élites, y se ha dado espacio a personas “de a pie”.

“Con el Gobierno del presidente Gustavo Petro, esa frontera se rompió. Detonó al establecimiento. Secretarias, trabajadores modestos, sindicalistas, activistas, clases populares: llegamos al Gobierno. Hemos gobernado. ¿Nos hemos equivocado? Seguro que a veces sí. ¿Hemos acertado? Seguramente, otras veces también. Pero más que el juicio del presente o del escándalo inmediato, será la historia —con la distancia de los años— la que evalúe a cada uno de nosotros. Este cambio tenía que ocurrir. Era necesario sacudir la inercia de una clase que, desde su círculo de privilegios, había regido por décadas la sociedad. Y lo digo sin resentimiento: he conocido a muchos de ellos y he aprendido a respetarlos, a reconocerlos en su dimensión humana”, escribió Sarabia.

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Además, agrega que no se avergüenza de sus orígenes y, mucho menos, de haber sido secretaria.

“Algunos de nosotros no renegamos de nuestro origen popular. No nos avergüenza la universidad en la que estudiamos con esfuerzo, ni los multifamiliares de donde venimos. Mucho menos nos avergüenza haber sido secretarias y personas de a pie. Tampoco nos preocupa cumplir con estándares estéticos. Las personas del común —sin cirugías, sin bisturí, sin retoques— nos vestimos con lo que podemos, no con lo que dicta la pasarela. Nuestros cuerpos no son vitrinas: son cuerpos que han trabajado, luchado y caminado la vida como ha tocado. Y si a alguien le incomodan los brazos anchos, las piernas reales o las telas sencillas, ese es un problema de su mirada, no de nuestra dignidad. Rompimos barreras. También las de género. Un hombre que sale de frente es un hombre de carácter. Una mujer que lo hace es una histérica”, expresó la canciller.

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Se espera que la siguiente semana Sarabia rinda testimonio en la Fiscalía por una denuncia que hizo contra Benedetti por presunta violencia de género y político.

La semana anterior, se filtraron unos nuevos audios de una conversación entre la canciller y el ministro del Interior. Esa conversación en el primer semestre del 2023, cuando los altos funcionarios eran jefe de Despacho y embajador en Venezuela, respectivamente. 

“Laura, yo pensé llamarte el miércoles o jueves, pero yo me moví hoy duro en la Fiscalía y me dicen que me pueden nombrar de lo que sea, que no pasa absolutamente nada de nada… Ahora (…) con el número uno, y con Jaimes, y me dijeron que no pasa un culo, que me pueden nombrar de lo que tú quieras”, dice Benedetti en el audio. 

Y añade: “Yo pensé llamarte, pero… Y una más: yo estoy muy, pero muy bien ranqueado ahí y estoy buscando que la persona que tenga la huevonada esa que salió el sábado sea una persona acá”. “Yo estoy muy, pero muy bien ranqueado allá, para que sepas, para cualquier otra cosa que necesites tú o el Gobierno”.

Este hecho significó un nuevo episodio del ya habitual fuego amigo en el Gobierno, pero también en la guerra entre Sarabia y Benedetti, quienes en el pasado fueron aliados.

MATEO GARCÍA 

Subeditor de Política