En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
El túnel de La Línea y obras que el país esperó mucho más de la cuenta
Muchos de estos proyectos tuvieron problemas en su fase de ejecución.
Algunos de los contratos que tenían fueron caducados debido a las demoras que estaban presentando los trabajos. Foto: EL TIEMPO
Como país, Colombia ha adquirido grandes retos en materia de obras públicas. La construcción de megaproyectos viales, por ejemplo, ha permitido acortar las distancias de una nación que alberga una profunda diversidad geográfica y cultural.
No obstante, en algunos casos se han presentado grandes demoras que han respondido a factores diversos, como problemas en los procesos de contratación, condiciones naturales adversas y, por supuesto, corrupción.
Le contamos cuáles han sido algunos de los proyectos que más han esperado los colombianos.
Túnel de La Línea
Es la última megaobra en inaugurarse, este viernes 4 de septiembre. Conecta a los departamentos de Tolima y Quindío y podría ahorrarles a los viajeros hasta 50 minutos en sus trayectos.
Las primeras dos licitaciones que se hicieron no obtuvieron respuesta.
Trabajadores hacen los últimos retoques estéticos al Túnel de La Línea que será inaugurado el próximo viernes 4 de septiembre. Tiene una longitud de 8.65 Foto:Jaiver Nieto. EL TIEMPO
En el 2008, por fin, se adjudicó su construcción, que estaría a cargo de la Unión Temporal Segundo Centenario. Sin embargo, una gran cantidad de prórrogas y una serie de incumplimientos generaron demoras de más de 40 meses en las obras.
Para 2014, el Gobierno ya había girado el 98% de los recursos, pero el túnel no fue entregado en noviembre de ese año, fecha en la que estaba programada su inauguración.
Más tarde, en 2016, el Instituto Nacional de Vías (Invías) declaró que el contrato con la Unión Temporal Segundo Centenario había caducado y abrió una nueva licitación.
En noviembre del 2018, el Gobierno de Iván Duque volvió a girar más recursos para agilizar las obras, pero, unos meses después, se encontraron varias fallas geológicas que volvieron a retrasar el proyecto.
Después de superado este percance, se sumó otro, más global, menos previsible: la pandemia del nuevo coronavirus.
Aunque la fecha de entrega del proyecto había sido fijada para el primer semestre del 2020, tuvo que ser prorrogada de nueva cuenta, pero por última vez, mientras mermaba la emergencia sanitaria.
Este 4 de septiembre, por fin, se cierra ese ciclo.
Deprimido de la 94 en Bogotá
Ejemplo de diseño hostil en el deprimido de la 94. Foto:Milton Díaz / EL TIEMPO
En 2005, durante la Alcaldía de Luis Eduardo Grazón, se autorizó el cobro de valorización para este proyecto, que fue adjudicado en 2009, durante el mandato de Samuel Moreno, condenado por el escándalo del 'carrusel de la contratación'.
En un principio, estaba estipulado que demoraría 17 meses en entregarse, pero, en 2011 y tras conocerse los líos de corrupción que involucraban al contratista Julio Gómez, el IDU decidió caducar el contrato, que ya le había costado más de 13.000 millones de pesos al Distrito.
Durante la Alcaldía de Gustavo Petro se abrió una nueva licitación: la obra empezó en 2013 y debía terminar en 2014. No obstante, por problemas en la actualización de diseños se aplazó su entrega hasta 2015.
Tras una gran cantidad de nuevas prórrogas, la obra acabó siendo entregada en marzo de 2017. Costó 3,6 veces más de lo planeado y demoró seis veces más.
La vía conecta la NQS, calle 94 y la avenida 19. Y, según cifras del Distrito, ayudó a mejorar la movilidad de más de 150.000 personas en la capital.
Metro de Medellín
Fue inaugurado el 30 de noviembre de 1995, pero presentó demoras de varios años debido a problemas en la ejecución de los contratistas.
En 1984, se adjudicó la licitación, pero, en 1989, el Consorcio Hispano Alemán (CHA), que tenía a cargo el proyecto, detuvo su construcción aduciendo falta de recursos y garantías de parte del Estado. Esto conllevó a que se declarara la caducidad del contrato.
En ese momento, según registró EL TIEMPO, las enormes pilonas que se encontraban distribuidas en varias zonas de Medellín generaban molestias en sus habitantes y había un pesimismo general acerca de la conclusión del Metro.
En Medellín definieron los lugares donde deben ubicarse los pasajeros para cumplir el distanciamiento social. Foto:Jaiver Nieto / EL TIEMPO
Más de tres años después, en febrero de 1992, se firmó un acuerdo para dirimir el conflicto entre las partes. La empresa del Metro de Medellín revocó la caducidad del contrato y las obras se retomaron.
Las monumentales demoras provocaron un cambio profundo en los diseños, que fueron modificados con el tiempo. Pese a todo, después de 12 años de abierta la licitación, la capital de Antioquia presenció la inauguración del único metro de Colombia.
Troncal de TransMilenio en la calle 26 de Bogotá
Hace casi diez años, el país se indignó cuando salió de las sombras un caso de corrupción que se gestó en el corazón de Bogotá y al que se denominó el ‘carrusel de contratos’. Ese entramado corrupto se dio en el 2007, cuando al Grupo Nule, un poderoso emporio que manejaba negocios de infraestructura en la capital, se le adjudicó el 70 por ciento de la construcción de la troncal de TransMilenio por la calle 26 y la rehabilitación de la malla vial, proyecto por el que habrían pagado sobornos, que se extendieron a exconcejales, contratistas, un contralor distrital, un personero, entre otros. Foto:Rodrigo Sepúlveda / EL TIEMPO
Esta ha sido una de las obras más tortuosas en Bogotá, sobre todo porque estuvo directamente relacionada con el proceso del 'carrusel de la contratación', protagonizado por el exalcalde Samuel Moreno y los hermanos Manuel y Miguel Nule, además de su primo, Guido Nule.
Las obras fueron adjudicadas en diciembre de 2007 y tendrían un costo de 291.000 millones de pesos. Debían ser entregadas en julio del 2010, pero esa fecha distó mucho de hacerse realidad.
Para marzo del 2010, cuando los Nule entregaron lo que habían hecho, las obras solo contaban con un avance del 8%.
El proyecto, tras varias demoras, prórrogas y un costo extra de más de 60.000 millones de pesos, acabó siendo entregado hasta 2012 y de una forma parcial. En el momento de su inauguración, solo estaban operando dos de las 14 estaciones de TransMilenio, que fueron abriendo de forma paulatina en los meses siguientes.
Laguna de oxidación en La Guajira
Es uno de los departamentos con índices más altos en términos de pobreza multidimensional y a eso se le suma que La Guajira cuenta con un gran número de 'elefantes blancos', obras inconclusas que han costado miles de millones de pesos y que aún no han sido terminadas.
Uno de los proyectos que más retrasos ha presentado es una laguna de oxidación, conocida como Emisario Final de Riohacha, que es fundamental para el tratamiento de aguas y que ha tenido en vilo a sus habitantes durante décadas.
Ya lleva cerca de 30 años de demoras y continúa inconclusa.
Según cifras compartidas por EL TIEMPO, este proyecto ha costado más de 21.620 millones de pesos.
Acueducto en Aracataca
El pueblo natal de Gabriel García Márquez, el Nobel de Literatura colombiano, aún no tiene un servicio de agua potable completo. Actualmente, hay barrios que solo cuentan con este servicio durante 12 horas todos los días.
Así se roban el agua del río en Aracataca. Foto:Cortesía Finacas Magdalena
De hecho, en 2013 se avivó una fuerte polémica debido a que el expresidente Juan Manuel Santos tenía programada una visita al municipio para inaugurar el acueducto y no acudió.
"No voy a inaugurar obras a medias para engañar a la gente. No voy a ir a engañar al pueblo de Aracataca”, fue la explicación que dio el mandatario en ese entonces.
Pese a ser un pueblo de tamaño mediano, pues tiene menos de 40.000 habitantes, la inversión en el acueducto fue de más de 8.000 millones de pesos, según documentó EL TIEMPO.