Los tres retos del proceso de vacunación contra el covid-19

Con la llegada del primer vuelo con 50 mil dosis de la vacuna contra el covid-19 a Colombia y la promesa de que semana a semana llegarán miles de dosis más, la preocupación del país ahora se centra en cómo se desarrollará el esquema de vacunación, con los retos que se tienen con la distribución y la desinformación sobre la inmunización.

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Definida la fecha de inicio del Plan Nacional de Vacunación, un reto igual de importante es disminuir la proporción de personas en Colombia que han manifestado no querer recibir el biológico contra el covid-19.

No se trata de un número menor, según reveló la encuesta Pulso Social del Departamento istrativo Nacional de Estadística (Dane), pues solo un poco más del 59 por ciento de los participantes respondieron decididamente estar dispuestos a inmunizarse contra el coronavirus.

Se debe aclarar que hay un seguimiento estricto sobre sus posibles eventos adversos y su seguridad tras ser aplicada. El informe de morbilidad y mortalidad de esta semana de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) de Estados Unidos reportó que al 28 de enero los datos de seguridad para la vacuna de Pfizer indicaban 11 casos de reacciones alérgicas por cada millón de dosis suministradas.

El infectólogo Carlos Álvarez, coordinador de estudios covid-19 para Colombia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dice que esa proporción es un poco mayor a lo que produce la vacuna contra la influenza, pero menos de lo que se esperaba según los estudios clínicos. Sin embargo, agrega que esta relación disminuye a 2,5 casos por millón con la vacuna de Moderna y no se ha reportado en las otras que ya se están aplicando.

Tras la llegada de las primeras vacunas, el Gobierno Nacional comenzó con el plan de distribución, pero este todavía no llegará a zonas apartadas, como Amazonas y Vaupés

De hecho,  en el Amazonas claman por vacunas.  "Amazonas es Colombia. Hoy nos encontramos en la peor situación de la historia, pero que en 1930 en el conflicto Colombia-Perú. ¿Cómo es probable y posible que no existamos para el mundo en este momento", dijo el excongresista Octavio Benjumea.

A estas voces de reclamo se sumó la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien dijo a través de su cuenta de Twitter que aunque respeta las preferencias políticas de la Presidencia para tomarse la foto de la primera vacunación en la ciudad de su gusto esta no debería retrasar las distribución de vacunas a otras ciudades y mucho menos a la capital en donde aterrizaron las mismas y está todo listo para empezar.

Por su parte, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, le respondió:  "Alcaldesa que se arranque en una ciudad de provincia tiene gran carga simbólica, en un país de regiones. Tendremos un segundo día de grandes ciudades con el mensaje correspondiente y los acompañaremos. Esta será una maratón, no los 100 metros planos".

Si bien el Gobierno Nacional ya detalló cómo será el Plan Nacional de Vacunación, que espera inmunizar este año a más de 35 millones de colombianos (el 70 por ciento de la población) contra el covid-19, aún hay aspectos que preocupan a algunos sectores en medio de este proceso.

“Excelente noticia la llegada de 50 mil vacunas y anuncio de que en próximas semanas llegarán otra tanda con 1,6 millones de dosis. El reto ahora es cumplir con la vacunación de acuerdo con plan, estar vigilantes de las EPS y entidades territoriales y evitar la corrupción y seguir con el resto de medidas”, manifestó el exsecretario de transparencia y columnista de EL TIEMPO, Gabriel Cifuentes.

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La preocupación frente a posibles irregularidades en el proceso, especialmente por parte de las EPS y las entidades territoriales, la comparte también el representante del Centro Democrático Ricardo Ferro, quien lanzó una línea de denuncia, atendida por él mismo, para poner en conocimiento “irregularidades y posibles casos de corrupción” frente a la vacunación.

“Lanzamos una línea de denuncia para que todos los colombianos se puedan comunicar con nosotros cuando consideren que se les ha vulnerado su turno en la aplicación de la vacuna del covid-19. Es decir, cualquier ciudadano se va a poder comunicar con Ricardo Ferro cuando considere que no se está respetando el plan de vacunación por parte de las EPS”, expresó el congresista.

En consonancia con estas alertas, Transparencia Internacional ha advertido que la pandemia, y ahora el proceso de vacunación, son un caldo de cultivo para posibles actos de corrupción.

“La excepcionalidad provocada por la expansión del virus, y la necesidad de los gobiernos de flexibilizar y agilizar diversos procesos de compra de suministros públicos dada la urgencia y la situación de necesidad ha generado un escenario propicio para la corrupción y malas prácticas en esta crisis sanitaria”, indicó la organización.

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Por desgracia, la corrupción encuentra terreno fértil para prosperar en tiempos de crisis, sobre todo cuando las instituciones y los mecanismos de supervisión son débiles, y la confianza ciudadana es escasa, como está ocurriendo hoy en día en el país.

Una de las maneras de combatir posibles irregularidades, según Transparencia Internacional, es que los gobiernos entreguen información de manera clara frente a la escasez de medicamentos y a los procesos que se están realizando.

“Transparencia Internacional exige a los gobiernos actuar con mayor transparencia para mejorar la adquisición de medicamentos y vacunas, fomentar las contrataciones abiertas y transparentes, evitar el aumento ilegal de precios de medicamentos y suministros médicos, y compartir información sobre la escasez de medicamentos de manera oportuna”, agregó el organismo internacional.

La organización recuerda que, por ejemplo, el brote, la dispersión y la contención del virus del Ébola de 2014 a 2016 proporciona lecciones importantes sobre la corrupción en tiempos de crisis.

“La Cruz Roja Internacional estimó el costo de la corrupción del brote en Guinea y Sierra Leona en más de 6 millones de dólares. Los informes muestran que la epidemia de Ébola dio lugar al desvío y malversación de fondos, información falsa de los salarios, los pagos por suministros duplicados, así como y el soborno de profesionales de la salud, a cambio de recibir atención médica y escapar de las zonas en cuarentena”, concluye Transparencia Internacional.

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