A medida que avanzan los días, la Coalición de la Experiencia parece convertirse en un proyecto político de centro o centroderecha que podría dar una sorpresa en las elecciones presidenciales de 2022. Al menos así se desprende de los nombres con los que está dialogando el exministro Juan Carlos Echeverry, su promotor: Federico Gutiérrez, Enrique Peñalosa, Dilian Francisca Toro, Juan Manuel Galán y David Barguil. Y no ha descartado a Alejandro Gaviria.
Echeverry le contó a EL TIEMPO detalles de lo que quiere construir esta convergencia política y afirmó que para lograr la unidad que está proponiendo el exgobernador Sergio Fajardo es clave que haya “la menor cantidad de condiciones posibles” a la hora de dialogar.
¿Cómo va la construcción de la Coalición de la Experiencia?
Hemos hablado con Enrique Peñalosa, con Federico Gutiérrez, con Dilian Francisca Toro. Estamos en conversaciones también con sectores cristianos, con Juan Manuel Galán y también con David Barguil. La idea es avanzar. Cada uno tiene sus tiempos y sus decisiones. Es diferente los que estamos recogiendo firmas, a los que tienen avales de sus partidos.
Usted dice que esta convergencia sería de centro. ¿Qué tanto espacio le ve en esa parte del espectro político?
Finalmente lo que se necesita es un sitio para conversar, armar una coalición que vaya hacia una consulta en marzo y que haya cierta convergencia, actitud y flexibilidad en los enfoques filosóficos. Por eso sí le veo posibilidades.
¿Qué les está ofreciendo la Coalición de la Experiencia a los colombianos?
Colombia va a enfrentar el reto político tal vez más fuerte de su historia y es que en el 2022 estarán en juego la democracia y la libertad, la libertad de prensa, de pensar, de actuar, de tener. También el buen manejo económico, la sensatez y no la opinión de una sola persona arbitraria. Además, estará en juego la política social para los más pobres y el manejo ético de los recursos públicos. Son las elecciones más importantes de los últimos cincuenta o sesenta años, porque las opciones que hay son temerarias y pondrán en juego todos estos elementos. La Coalición de la Experiencia yo la entiendo como una convergencia en defensa de la democracia, la libertad, el buen manejo de la economía, un enfoque en la política social hacia los más pobres y el manejo ético de los recursos públicos.
Para ganar en primera vuelta se necesitan doce millones de votos, por lo menos, y eso no lo tiene ningún partido ni ninguna persona en Colombia. Necesariamente tiene que haber coaliciones
Usted habla de la defensa de la democracia y la libertad en este lado. Eso significa que en la campaña de Petro, por ejemplo, ¿no estarían interesados en los mismos valores?
En el frente de la democracia, se me hace complicada una campaña que dice que necesitan cuatro gobiernos, que son quince o dieciséis años. Eso de entrada es un planteamiento no democrático. En cuanto a la libertad, los gobiernos de esa integración han tendido a coartar las libertades políticas a lo largo de América Latina. En el manejo de la economía, las propuestas que se oyen de allá son temerarias y generarían un colapso económico en cuestión de meses. La política social sería la primera que sufriría, porque una economía colapsada no tendría recursos para invertir en los más pobres. Y el manejo ético de los recursos públicos es otra de las grandes dudas.
¿La presencia del exministro Alejandro Gaviria en la Coalición de la Experiencia está totalmente descartada?
No, yo creo que tiene que haber una convergencia en este espectro político. Los extremos, el de izquierda y el de derecha, tienen unos espacios en los que van a competir. Lo que estamos creando aquí es un espacio de comunicación en el medio y está disponible para todos los que quieran entrar. De hecho, personas como Sergio Fajardo y Humberto de la Calle plantearon en los últimos días que debe haber conversaciones amplias y creo que todos debemos estar dispuestos a esto, incluido Alejandro Gaviria.
¿Ve a Alejandro Gaviria más comprometido con el Partido Liberal?
No, yo no sé. Él tiene que definir eso y cuando haya humo blanco en ese sentido, veremos cómo se van a resolver los temas allá.
Alejandro Gaviria dice que usted es muy conservador para realizar una coalición en el centro, ¿qué opina de esto?
Él y yo trabajamos juntos. Yo lo contraté como profesor en la Universidad de los Andes y luego él me sucedió en la decanatura de Economía y en esa época no le parecía ningún conservador para trabajar conmigo. No sé por qué ahora le dio por esas, pero hay que dejar que se vayan decantando esas opiniones. Creo que esa posición es de 1940, cuando los partidos Liberal y Conservador tenían enfoques doctrinarios, y no lo entiendo por parte de Alejandro.
¿Ve a Enrique Peñalosa cerca de Cambio Radical, como lo han manifestado algunos sectores?
Yo eso se lo pregunté a Enrique en días pasados. Este periodo entre noviembre, diciembre e incluso enero será de recomposiciones constantes. Cada partido está tratando de elegir sus liderazgos, conformar listas al Congreso y las personas que tienen aspiraciones presidenciales estamos tratando de identificar con quién podemos tener una contienda en marzo, la cual va a ser absolutamente determinante para el resultado presidencial. Tendrá que salir humo blanco de parte de Enrique y de Cambio Radical.
Usted hablaba de la propuesta de unidad de Sergio Fajardo, ¿qué le responde?
Primero, que la apertura al diálogo es permanente. Segundo, que en los documentos en los que se propongan esos diálogos se debe poner la menor cantidad de condiciones posibles, porque la idea es que la gente se pueda sentar a dialogar sin que se condicionen esas conversaciones. Entonces lo primero es invitar a conversar y que se den esos diálogos, pero no poner condiciones perentorias antes de esos encuentros.
¿Cómo ha sido el acercamiento con David Barguil, con el que compitió por el aval conservador?
Tuvimos una conversación. Para ganar en primera vuelta se necesitan doce millones de votos, por lo menos, y eso no lo tiene ningún partido ni ninguna persona en Colombia. Necesariamente tiene que haber coaliciones y estas implican unas reglas de juego, de alguna forma estar abiertos a conformar un método de competencia y esto hace necesario que estemos el Partido Conservador, Cambio Radical, ‘la U’, probablemente el Partido Liberal y hay que dejar que se den los tiempos de cada precandidato.
¿Le suena que el Centro Democrático o una precandidata como María Fernanda Cabal se quieran inclinar hacia esta convergencia?
A mí no me gusta la asociación que hay de un extremo del espectro político en este momento con esa parte del Centro Democrático. Creo que, justamente, la idea es alejar el país de esa discusión de los extremos.
Este periodo entre noviembre, diciembre e incluso enero será de recomposiciones constantes. Cada partido está tratando de elegir sus liderazgos, conformar listas al Congreso
¿Comparte lo que dicen algunos sectores en el sentido de que Federico Gutiérrez es el ‘continuismo’ del gobierno actual?
Con Federico hemos estado conversando. Es una persona fresca, muy interesante en el momento político actual y él mismo se ha defendido de esos ataques que considera injustos. Él es el que tiene que decir en dónde está inscrito, si con un apoyo fuerte del gobierno actual o no.
¿Qué le diría a un ciudadano de a pie que está preocupado por el tema de seguridad, un aspirante presidencial como usted que tiene experiencia es en temas económicos?
Que yo estoy representando no solo mi nombre, sino el de doscientas personas que conforman el grupo programático nuestro, en el que hay expertos en seguridad urbana, en bandas criminales, en crimen organizado, algunos de los cuales son generales en retiro que conocen el tema en el campo y a lo largo de toda la geografía nacional. También tenemos expertos en paz. Lo que estoy representando es un grupo de personas que tienen conocimiento a fondo de los problemas. Se sabe que en las ciudades de Colombia la mayoría de los delitos suceden es en lo que se conoce como ‘puntos calientes’. Hay que enfocar la seguridad en estos puntos, porque el crimen se ensaña en ciertas calles. Eso ha sido exitoso en muchos lugares del mundo y se ha aplicado en algunas partes de Colombia. Además, hay un instrumento que ya tiene la Fiscalía que es la hoja de vida de los delincuentes, de manera que el tratamiento que se le da a un reincidente no es el mismo que a otra persona. También tenemos un diagnóstico muy preciso del déficit que hay de policía y Fuerzas Armadas para cubrir nuestras necesidades.
Si usted fuera presidente y hubiera una situación como la del ministro de Defensa, quien calificó como ‘enemigo’ a Irán, ¿cómo la manejaría?
Lo primero es que los ministros deben preguntarle al presidente sobre los temas de relaciones exteriores antes de ponerse a dar declaraciones. Ahí, ‘zapatero a tus zapatos’. El ministro de Defensa no es el que maneja las relaciones exteriores de Colombia y me parece que la reconvención que hizo el Presidente es apropiada.
¿Cómo está viendo la recuperación económica?
El país tradicional está creciendo, pero ese es un país que sucede en menos de cincuenta municipios de Colombia. Hay crecimiento de la economía actual, la cual está concentrada en seis u ocho grandes ciudades, y hay más de mil municipios en los que la gente está pasando trabajos. Hay diez millones de personas en la informalidad, cinco millones de mujeres que no han encontrado trabajo. Entonces, está creciendo la economía formal, de empresas constituidas y establecidas, lo cual está muy bien, pero que eso se traduzca en un mejoramiento sustancial de calidad de vida de la gente y que abandonemos el periodo de hambre que se vivió durante la pandemia, todavía nos queda camino.
¿Qué tan acertadas le parecen las opiniones económicas de Gustavo Petro sobre los plazos para la deuda y las tasas de interés en el Banco de la República?
Estamos demasiado ocupados en tratar de pensar cosas sensatas que llega un momento en que uno se satura de la insensatez.
Lo noto un poco cauto al referirse a algunos de sus rivales en la contienda presidencial, ¿por qué?
Creo que estamos en una fase de crear unos entendimientos para poder entrar en una competencia interesante, franca, de ideas y de propuestas. Este es un momento en el que es muy importante conformar una coalición, bien sea la de la Experiencia o cualquier tipo de convergencia con unas reglas y unos acuerdos. En este momento cada uno está armando su balsa en medio del océano.
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JUAN FRANCISCO VALBUENA G.
REDACCIÓN POLÍTICA