'Colombia busca para el 2026 una opción que huela a región': Héctor Olimpo Espinosa

Los movimientos de cara a las elecciones presidenciales del 2026 no paran. La semana anterior hubo una cumbre en Cartagena de exgobernadores, varios de ellos precandidatos presidenciales, para tratar de buscar consensos alrededor de una candidatura regional.

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Entre los asistentes estuvo Héctor Olimpo Espinosa, exgobernador de Sucre, quien hace un mes lanzó su nombre en el marco de la Convención del Partido Liberal. En diálogo con EL TIEMPO el también expresidente de la Federación de Departamentos, explicó qué hay detrás de su candidatura y qué se viene para tener un candidato desde el centro , promovido por le liberalismo.

La agenda de la convención liberal nos puso la agenda a los militantes. Hubiéramos deseado que hacerlo en la convención del año entrante, pero al final la convención fue en noviembre y había que transmitir unos mensajes y qué mejor escenario que hacerlo en la Convención del Partido Liberal. He estado albergando esta intención en mi corazón hace varios meses. He tenido la oportunidad durante la gobernación, mi presidencia en la Federación de Departamentos, la experiencia que tuve en el Gobierno Nacional como viceministro del Interior, como alcalde, como gobernador. He estado en los tres niveles de gobierno y eso me ha permitido afinar un poco el criterio. Hoy logro entender que el país anda buscando un opción diferente. En este caso, una opción que tenga un olor a región. Por eso, he decidido que si el Partido Liberal abre un espacio para consulta, yo quiero participar.

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Estamos en un juego en este último tiempo en que la derecha no quiere dejar gobernar a la izquierda y la izquierda no quiere dejar gobernar a la izquierda. Hemos caído en un bloqueo institucional, donde no hay unos mínimos consensos para poder avanzar como nación. Se ha generado una enorme incertidumbre en nuestra economía. Eso ha desincentivado la inversión. Lo único que genera empleo, crecimiento económico y oportunidades es la inversión. Hay una oportunidad para un proyecto como el nuestro.

Me dijo que el desafío el partido era volverse un factor de unión de varias fuerzas políticas para poder sacar al país de la crisis en la que se encuentra. Que estaba en fase exploratoria. Fue muy respetuoso conmigo y muy cauto. Le agradezco la cordialidad, el espacio, la oportunidad. Esto no va a depender de si la estructura partidista consiente o no una posibilidad sino que la gente crea en nuestra propuesta y en nuestra opción para dar ese paso hacia adelante. La última vez que hubo un consenso político fue en la Constitución de 1991, cuando nos sentamos liberales, conservadores, desmovilizados, campesinos, afros, indígenas y nos pusimos de acuerdo en unas bases para construir sociedad. Estamos en un momento donde necesitamos a una acuerdo similar al de la Constitución de 1991.

Se van armando las consultas. Me gustan los sistemas de consultas partidistas o multipartidistas. Pareciera que se van a armar tres consultas: centro, izquierda y derecha. Uno pensaría que el partido debería armar una gran coalición desde el centro con algunos sectores de centro-izquierda, centro-derecha y los sectores moderados a ver si somos capaces de interpretar lo que quiere ese más de 40 por ciento de colombianos que dice ser de centro y no se ubica ni en la izquierda ni la derecha.

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El que defina la dirección de nuestro partido, el que defina el presidente Gaviria. Espero que así como él tuvo la sabiduría de unir a Colombia en 1991, siento que tendrá la sabiduría para unirnos a los liberales en el 2026.

Lo primero, es un modelo de seguridad integral. La seguridad no solo pasa por tener más soldados y más policías, sino porque podamos fortalecer nuestro sistema de justicia para que la justicia pueda llegarle al ciudadano de una forma mucho más oportuna y para eso necesitamos más fiscales, jueces y un mejor sistema penitenciario. Cárceles más dignas pero también más seguras. Debemos tener una transición justa. Segundo, estamos en un momento de transición económica, energética y política. Esa transición no puede excluir a nadie. No puedo caer en el fanatismo de prohibir algunos renglones de nuestra economía, como los que dependen del sector de los hidrocarburos para poder proteger el medioambiente sin tener en cuenta a todas las personas que dependen de esas actividades económicas. Una transición justa también es cómo insertamos a nuestra sociedad en esa cibersociedad, de tal manera que formemos a nuestro capital humano, nuestros jóvenes, en todos los temas de inteligencia artificial, entre otros. Primero hablo de seguridad, luego de transición justa para después, hablar de empoderamiento de territorio.

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Todos los días hay gente mucho más formada en las regiones, gente que ha hecho enormes esfuerzos personales y familiares por estudiar, prepararse, que están hoy con la capacidad de autogobernarse. Debemos ser capaces de empoderar el territorio, que no pasa solamente por la descentralización fiscal que se está proponiendo, que es demasiado importante y necesaria, sino también por empoderar políticamente en territorio, de tal manera que la gente pueda tomar desde las regiones la mayor parte de sus decisiones, porque cada una tiene sus vocaciones, su historia, sus preferencias, un entorno distinto.

MATEO GARCÍA 

Subeditor de Política