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'Reduciría las emisiones de CO₂ en 100 ciudades; miles de personas no morirían por la polución': Jaime Pumarejo
El exalcalde de Barranquilla habló con EL TIEMPO sobre su trabajo como director ejecutivo de Breathe Cities.
EDITORAActualizado:
Jaime Pumarejo, quien fungió como el burgomaestre de Barranquilla entre 2020 y 2023, ahora se desempeña como director ejecutivo del programa Breathe Cities, una iniciativa internacional de la organización Bloomberg que busca promover medidas de política pública para mejorar la calidad del aire en ciudades de todo el mundo.
El exalcalde habló en entrevista con EL TIEMPO sobre su trabajo por mejorar la calidad del aire en las ciudades colombianas, acerca de los altos precios por el consumo de energía en la región Caribe y sobre su futuro político.
¿Qué es breathe cities o 'ciudades que respiran' y cómo llega a este cargo?
Hace un año, en la COP de Dubái, se estaba buscando replicar el éxito que tuvo Londres en el manejo ambiental para reducir las emisiones de CO₂ y también la polución del aire, lo cual redunda en gente más sana, niños con mejores vidas y al mismo tiempo evitar hospitalizaciones. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, con Mike Bloomberg se pusieron de acuerdo y lanzaron el proyecto, primero con 30 millones de dólares para llegar a hasta 15 ciudades con la idea de que terminaran siendo 100 ciudades en todo el mundo.
Si el programa tiene éxito, se convertiría en el programa medioambiental urbano más importante del mundo, ya que reduciría en 100 ciudades en 30% las emisiones de CO₂. Miles de personas que no morirían a causa de la polución resultaría en billones de dólares ahorrados en hospitalizaciones innecesarias y obviamente en una economía más pujante y más justa. Esta inversión se prevé en 300 millones de dólares en los próximos 10 años, termina siendo poca cuando vemos los beneficios que puede traer. Alrededor del mundo ya tenemos 11 ciudades, como Yakarta, Johannesburgo, París, Londres, Varsovia y muchas otras que ya están participando y otras que tenemos que anunciar muy pronto.
Si el programa tiene éxito, se convertiría en el programa medioambiental urbano más importante del mundo, ya que reduciría en 100 ciudades en 30% las emisiones de CO₂. Miles de personas que no morirían a causa de la polución resultaría en billones de dólares ahorrados en hospitalizaciones innecesarias y obviamente en una economía más pujante y más justa. Esta inversión se prevé en 300 millones de dólares en los próximos 10 años, termina siendo poca cuando vemos los beneficios que puede traer. Alrededor del mundo ya tenemos 11 ciudades, como Yakarta, Johannesburgo, París, Londres, Varsovia y muchas otras que ya están participando y otras que tenemos que anunciar muy pronto.
¿Cómo se podría aterrizar este programa a Colombia para que Bogotá y otras ciudades entren en esta iniciativa?
Lo primero que hicimos cuando llegamos a la Dirección Ejecutiva es decir que queríamos trabajar más de cerca en Colombia y al mismo tiempo hay una conciencia de que Colombia, por su posicionamiento medioambiental en el mundo, tiene gran potencial. Estamos intentando arrancar con una ciudad en Colombia y seguir sumando ciudades intermedias, para ello se necesita la voluntad del gobierno local, los recursos son financiados y 100 por ciento por el programa.
Empezamos a trabajar con comunidades, con actores sociales, para que puedan monitorear la calidad del aire y de esa manera exigirle al gobierno cambios y políticas. Llevamos a cabo campañas de conciencia ambiental y conciencia de salud y generamos acompañamiento a la ciudad para que pueda hacer cambios innovadores de política pública. Hacemos el acompañamiento con personas en terreno, con inversión, con estudios y obviamente con el robustecimiento de la de las redes de monitoreo.
Empezamos a trabajar con comunidades, con actores sociales, para que puedan monitorear la calidad del aire y de esa manera exigirle al gobierno cambios y políticas. Llevamos a cabo campañas de conciencia ambiental y conciencia de salud y generamos acompañamiento a la ciudad para que pueda hacer cambios innovadores de política pública. Hacemos el acompañamiento con personas en terreno, con inversión, con estudios y obviamente con el robustecimiento de la de las redes de monitoreo.
Estamos trabajando con ciudades como Bogotá y Medellín, que hacen parte de la red de C40. Pero que el programa pueda llegar, no depende solo de nuestra voluntad, sino también tendrá que haber una voluntad del Gobierno que ha manifestado que quiere participar.
¿Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá, dijo que quiere participar de la iniciativa?
Él conoce el programa, su equipo está trabajando en ello y hay una voluntad, pero todavía no podemos cantar victoria. Estamos surtiendo los procesos. Ojalá podamos trabajar en Colombia y en Bogotá.
Con esta bolsa de 300 millones de dólares, ¿cómo se mejora la calidad del aire en términos prácticos? ¿Cuáles son las primeras acciones?
Por ejemplo, lo que estamos haciendo en Bulgaria o en Sofía, primero el tipo de automotores que circula y cómo circulan, segundo y más importante aún, cómo se calientan los hogares en invierno. Una buena porción de los hogares, se calentaba utilizando la quema de leña y carbón, lo cual terminaba contaminando el ambiente y al mismo tiempo emitiendo CO₂. Se está trabajando haciendo unas zonas en donde ya no será permitido que se utilice este tipo de combustibles y se tenga que utilizar gas natural, gas licuado o métodos eléctricos para calentarse. Para ello viene todo un montaje de política pública para que más de 20.000 de estas estufas rudimentarias puedan ser reemplazadas por métodos de calentamiento mucho más amigables con el medio ambiente.
También se ha trabajado por generar zonas en donde no pueden entrar carros y transporte público que tengan unas condiciones contaminantes mayores a los estándares de hoy. Es decir, vehículos Diesel con más de 10 años, vehículos que no tienen catalizadores y las mediciones del en sus exostos al día.
También se ha trabajado por generar zonas en donde no pueden entrar carros y transporte público que tengan unas condiciones contaminantes mayores a los estándares de hoy. Es decir, vehículos Diesel con más de 10 años, vehículos que no tienen catalizadores y las mediciones del en sus exostos al día.
Usted habla de cambios en políticas públicas, ¿quiere decir que ya ha pensado de cambios que hay que hacer de manera efectiva en el país?
Efectivamente, cada día tenemos que movernos hacia una mayor habitabilidad en nuestras ciudades y eso tiene que ver con reducir las emisiones de CO₂. Pero Colombia es atípica de la manera como emite su CO₂, nuestras mayores emisiones provienen del transporte de calidades inferiores en materia ambiental. Eso quiere decir renovar la flota para que sea ojalá a gas, biodiesel, híbrida o eléctrica. Ese cambio conlleva una financiación para los transportadores, eso no significa de tajo decirle un transportador tiene que cambiar su vehículo, sino darle las herramientas para que pueda hacer ese salto y se convierta en un actor positivo del medio ambiente.
El otro sector es el sector agroindustria, donde hay que trabajar para que sea mucho más sostenible, eso no quiere decir que está mal la ganadería o la agroindustria, solo que hay que hacerla con los estándares medioambientales del siglo XXI.
En Colombia, la energía eléctrica es increíblemente limpia en este momento y la minería legal, no contribuye tanto a las emisiones de CO₂. La que sí contribuye es la ilegal, pero lo que corresponde a la materia urbana es nuestro mayor reto.
El otro sector es el sector agroindustria, donde hay que trabajar para que sea mucho más sostenible, eso no quiere decir que está mal la ganadería o la agroindustria, solo que hay que hacerla con los estándares medioambientales del siglo XXI.
En Colombia, la energía eléctrica es increíblemente limpia en este momento y la minería legal, no contribuye tanto a las emisiones de CO₂. La que sí contribuye es la ilegal, pero lo que corresponde a la materia urbana es nuestro mayor reto.
Como exalcalde de Barranquilla, usted presentó una demanda contra ciertas disposiciones de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, ¿En qué van a estar demandas?
Quizás los colombianos no entienden, pero hoy todos estamos pagando tarifas de energía muy altas en todo el país, porque el sistema se montó dando demasiadas garantías a los generadores y a los transmisores. Desafortunadamente, no hay garantías para el en el Caribe, eso está empeorado por una disposición del Gobierno Nacional por medio de la CREG.
Un en el Caribe estrato uno le termina pagando una factura al comercializador y el generador de energía de casi 250.000 pesos, un hogar estrato 6 paga más de un millón y medio, es 20 por ciento más costoso por kilovatio que el resto del país. Con los otros alcaldes del Caribe presentamos una demanda para tumbar esa resolución, fue itida y todavía no ha sido estudiada. El Caribe merece una respuesta y por eso le pedimos a los magistrados del Consejo de Estado que le miren a los colombianos que hoy tienen una inequidad increíble en cuanto a sus servicios públicos.
Un en el Caribe estrato uno le termina pagando una factura al comercializador y el generador de energía de casi 250.000 pesos, un hogar estrato 6 paga más de un millón y medio, es 20 por ciento más costoso por kilovatio que el resto del país. Con los otros alcaldes del Caribe presentamos una demanda para tumbar esa resolución, fue itida y todavía no ha sido estudiada. El Caribe merece una respuesta y por eso le pedimos a los magistrados del Consejo de Estado que le miren a los colombianos que hoy tienen una inequidad increíble en cuanto a sus servicios públicos.
¿Las múltiples reuniones que el presidente Gustavo Petro ha tenido con mandatarios y entidades han servido para algo?
El presidente anunció que iba a recoger la cartera de la opción tarifaria, que ese 20 por ciento con el que están clavando el Caribe colombiano, es lo es lo lógico. Yo dije, que si había plata para el metro de Bogotá, 20 billones de pesos, que beneficia según el CONPES a 1.6 millones de personas que viven alrededor, debería haber plata para solucionar la crisis energética del Caribe colombiano, que cuesta menos de 10 billones de pesos y beneficia al 20 por ciento de todos los colombianos. Esa orden que dio el presidente no se ha materializado y, peor aún, los burócratas decidieron que esa orden solo le iban a acatar para el estrato 1, 2 y 3 es decir, los estratos 4, 5 y 6 y los industriales y los comerciantes, que son los que generan empleo, seguirán pagando el 20 por ciento más.
Una fábrica de zapatos en Barranquilla, en Cartagena o en Montería paga 20 por ciento más de servicios públicos que una ciudad como Bogotá, eso es inequitativo, es un absurdo. Falta presentar un proyecto de ley que acabe de tajo con la especulación y ponga en cintura tanto a la CREG como al sector energético. En Italia empezaron a haber precios especulativos de la energía, se le puso un tope al costo de la energía, es decir, el Estado reguló una falla en el mercado. En Colombia hemos sido incapaces de hacer eso y hay garantías para que no pierdan plata, inclusive indexando sus contratos a dólares. Necesitamos que el Estado actúe y para mí el Legislativo debería actuar porque el Gobierno no ha sido incapaz de tomar cartas en el asunto.
Una fábrica de zapatos en Barranquilla, en Cartagena o en Montería paga 20 por ciento más de servicios públicos que una ciudad como Bogotá, eso es inequitativo, es un absurdo. Falta presentar un proyecto de ley que acabe de tajo con la especulación y ponga en cintura tanto a la CREG como al sector energético. En Italia empezaron a haber precios especulativos de la energía, se le puso un tope al costo de la energía, es decir, el Estado reguló una falla en el mercado. En Colombia hemos sido incapaces de hacer eso y hay garantías para que no pierdan plata, inclusive indexando sus contratos a dólares. Necesitamos que el Estado actúe y para mí el Legislativo debería actuar porque el Gobierno no ha sido incapaz de tomar cartas en el asunto.
¿Este proyecto de Breathe Cities es una etapa o pensaría nuevamente en una elección?
Hoy en día estamos en un momento convulsionado del país, lo quisiéramos hacer es sumar para que encontráramos en lo fundamental, eso quiere decir aportar. Hoy no me veo participando en una elección o buscando un cargo a título personal.
Nuestra responsabilidad como líderes es seguir haciendo las preguntas difíciles, seguir proponiendo y seguir sumando para que encontremos esa visión compartida. Ojalá el gobierno aprenda nuevamente a escuchar y a entender que gobierna para el 100 por ciento de los colombianos y no para una base que los aplaude.
El país se construye generando diálogos y tomando decisiones en pro de la gente y no buscando dividirnos. Estamos participando en la Junta Asesora de la UNEP para traer a los gremios a la COP en Cali, para sumarse al proceso de restauración y regeneración de ecosistemas. También con el documental que estoy haciendo con Wade Davis acerca de lo increíble que es Colombia y lo que nos enseñó Von Humboldt de nuestro patrimonio natural.
Nuestra responsabilidad como líderes es seguir haciendo las preguntas difíciles, seguir proponiendo y seguir sumando para que encontremos esa visión compartida. Ojalá el gobierno aprenda nuevamente a escuchar y a entender que gobierna para el 100 por ciento de los colombianos y no para una base que los aplaude.
El país se construye generando diálogos y tomando decisiones en pro de la gente y no buscando dividirnos. Estamos participando en la Junta Asesora de la UNEP para traer a los gremios a la COP en Cali, para sumarse al proceso de restauración y regeneración de ecosistemas. También con el documental que estoy haciendo con Wade Davis acerca de lo increíble que es Colombia y lo que nos enseñó Von Humboldt de nuestro patrimonio natural.
Usted estuvo liderando Barranquilla durante cuatro años con el partido Cambio Radical, ¿Qué piensa sobre el proceso penal que afronta Arturo Char ante la Corte Suprema por las declaraciones de Aída Merlano?
Yo confío en que cuando las cosas se exponen ante la justicia, sin sesgos y se escuchan a las personas, se llega a la claridad. Creo que es bueno que los actores estén en Colombia, que hayan comparecido ante la justicia. La extradición de Aída Merlano a Colombia, para que muestre las supuestas pruebas, que hasta ahora no ha podido producir, le dan la oportunidad de ser refutada y de esa manera que Arturo demuestre su inocencia.
No es más que esperar que ese proceso se surta y que sin sesgo político se encuentren los culpables y que se demuestre por qué en Barranquilla se ha podido hacer las cosas bien. Hemos podido generar un optimismo increíble en torno a nuestra ciudadanía, en torno al éxito de nuestros procesos, porque hemos trabajado siempre de cara a la gente, con la gente y generando resultados.
Si tuviera las pruebas, uno creería que ya las habría presentado hace mucho tiempo. Además, parecen espurias muchas de las conjeturas o declaraciones. Hasta ahora ha sido un proceso especulativo, cargado de política y no han sido consistentes las cosas que se han dicho, pues han resultado refutadas con bastante suficiencia. No hago parte del proceso, no soy el juez y no me queda bien manifestarme, solo esperar que la justicia, con el velo que debe tener, tome las decisiones pertinentes.
No es más que esperar que ese proceso se surta y que sin sesgo político se encuentren los culpables y que se demuestre por qué en Barranquilla se ha podido hacer las cosas bien. Hemos podido generar un optimismo increíble en torno a nuestra ciudadanía, en torno al éxito de nuestros procesos, porque hemos trabajado siempre de cara a la gente, con la gente y generando resultados.
Si tuviera las pruebas, uno creería que ya las habría presentado hace mucho tiempo. Además, parecen espurias muchas de las conjeturas o declaraciones. Hasta ahora ha sido un proceso especulativo, cargado de política y no han sido consistentes las cosas que se han dicho, pues han resultado refutadas con bastante suficiencia. No hago parte del proceso, no soy el juez y no me queda bien manifestarme, solo esperar que la justicia, con el velo que debe tener, tome las decisiones pertinentes.
ANA MARÍA CUESTA - EDITORA JUSTICIA
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