En el mundo político hay sorpresa por el sí del exvicepresidente Germán Vargas Lleras a la invitación del gobierno del presidente Gustavo Petro para integrar una comisión que realice propuestas que tracen la hoja de ruta de una reforma a la justicia. Su decisión, sin embargo, tiene varias explicaciones.
Uno, Vargas Lleras es una de las personas que más sabe del sistema de justicia en Colombia, no solo por haber ocupado esta cartera sino porque es uno de los temas que más lo apasiona. Dos, esta coyuntura vuelve a poner los focos del país sobre él, un elemento valioso para un político que seguro será protagonista en las elecciones de 2026.
Aunque él mantiene una muy leída columna en este diario y viaja con frecuencia a todos los puntos del país para exponer sus tesis políticas, estar en una comisión creada por el presidente Petro le da una visibilidad extra.
Eso no quiere decir que en adelante la relación vaya a cambiar. “Soy moderadamente optimista”, dice Vargas Lleras sobre el resultado final que pueda tener este órgano consultivo.
El exvicepresidente reiteró que en este espacio va a mantener sus mismas posturas. Su trabajo consiste, explica, en hacer propuestas serias a la par que mantiene las alertas abiertas. “Nosotros hemos ejercido una oposición muy vehemente pero también de la forma más constructiva nos opusimos a la reforma a la salud porque la creemos nefasta para Colombia pero simultáneamente radicamos en el Congreso nuestra propia visión de lo que debe ser”, dice.
Desde que Petro se posesionó, Vargas se convirtió en un opositor implacable al punto que en un momento dado dijo que las elecciones territoriales del 29 de octubre debían convertirse en un punto de inflexión para medir al gobierno.
“Las elecciones deben ser un mini-referendo contra el Gobierno del Cambio', dijo en una ocasión en Barranquilla.
En otra oportunidad, aprovechó para cuestionar al expresidente Álvaro Uribe Vélez al considerar que debería ser más duro con Petro.
“No hemos entendido la actitud del doctor Álvaro Uribe, tan beligerante en otras épocas y tan silencioso cuando más lo necesitamos”, aseguró. Y luego lamentó: “Nos hemos sentido bastante solos”.
Para Vargas Lleras, en particular, y su colectividad Cambio Radical, en general, el tema de la reforma de la justicia ha estado siempre sobre el escritorio.
“Cambio Radical ha venido proponiendo de tiempo atrás una reforma a la justicia que se ha frustrado en múltiples oportunidades en su trámite legislativo”, dice el analista político Gonzalo Araújo, politólogo de la Universidad Javeriana, y máster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Salamanca con énfasis en Política y Economía.
“Germán Vargas es uno de los principales abanderados del fortalecimiento de la istración de justicia. Cómo senador, ministro y vicepresidente lideró proyectos para la transformación de la rama judicial”, dice, por su parte, el docente de la Universidad Externado Jairo Libreros.
“Y no iba a perder esta nueva oportunidad en la comisión creada por el Gobierno Nacional, porque conoce el diagnóstico del sector, tiene respuestas de política pública y será la voz que más protagonismo obtendrá en los medios de comunicación. Para Vargas es un gana-gana”, asegura Libreros.
¿Esto significa un paso más en la búsqueda del Acuerdo Nacional, uno de los temas que más ha mencionado el jefe del Estado? “No es de extrañar que bajo la sombrilla del Acuerdo nacional, el presidente haya invitado a German Vargas Lleras y a través de él a la bancada de Cambio Radical a trabajar en un texto de reforma que lleve justicia efectiva a los ciudadanos”, dice Araújo.
El sí de Vargas Lleras a Petro, sin embargo, no es nuevo en nuestra historia política. El 13 de septiembre de 1981 en el editorial de la revista Nueva Frontera, Carlos Lleras le proponía al entonces presidente Turbay --de quien era reconocido crítico-- la creación de una comisión para evaluar la situación de orden público y explorar posibilidades de paz en medio de un gobierno reconocido como de mano dura. Turbay no sólo conformó la comisión de paz, sino que invitó a Lleras a presidirla. Lleras, sorpresivamente, aceptó la invitación. La comisión no terminó bien, pero quedó de nuevo el antecedente de un intento de diálogo entre antípodas políticos.
“Esta anécdota es tan sólo un ejemplo de cómo en nuestra historia rivales en política han aceptado la invitación de los gobiernos para participar en espacios consultivos como el que se ha conformado para reformar la justicia”, recuerda el analista Gabriel Cifuentes.
Su aceptación, dice este experto, es como la de José Félix Lafaurie en la delegación del ELN: no significa que no se mantengan las distancias y reservas ideológicas.
“Todo lo contrario, su participación contribuye al necesario pluralismo que estos esfuerzos demandan. Si algo caracteriza a Germán Vargas es su olfato político; él sabe que su participación en la comisión de ninguna manera lo desdibuja como uno de los líderes visibles de la oposición; tampoco dejará de criticar al gobierno en sus columnas e incluso tratar de ambientar una posible candidatura en el 2026 como férreo opositor”, argumenta Cifuentes.
El analista recuerda que Vargas también cuenta con amplia experiencia en el sector habiendo sido ministro del interior y de justicia, por lo que sus aportes pueden resultar importantes en una de las reformas más necesitadas en Colombia.
“Esperemos que no pase lo que pasó en 1981 y que no se repita la historia cuando Carlos Lleras, aceptando la invitación de Turbay, lejos de lograr el objetivo cometido, renunció demostrando la falta de voluntad política de Turbay de avanzar en la negociación con los guerrilleros”, finaliza Cifuentes.
Para el analista político Andrés Segura “Vargas Lleras necesita disminuir las prevenciones que existen sobre él en buena parte de la ciudadanía, por lo que está es una oportunidad de aumentar su visibilidad y mostrar un perfil moderado necesario para captar votos de varios segmentos en 2026”.
Y, además conceptúa Segura, “esa participación no lo hace aliado del Gobierno, pero le da espacio para posicionar sus ideas sobre seguridad y justicia que es un tema de creciente preocupación entre los colombianos”.
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