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‘Negociar con varios grupos permite pensar en un cese del fuego simultáneo’
Monseñor Héctor Fabio Henao habló sobre el tercer ciclo de diálogo que arranca con el Eln.
Héctor Fabio Henao se desempeñó por más de 25 años como director del Secretariado Nacional de Pastoral Social. Foto: Héctor Fabio Zamora - EL TIEMPO
En entrevista con EL TIEMPO, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado de la iglesia católica en la conversaciones con el Eln, habló sobre la ‘paz total’, las críticas a la nueva agenda de negociación que se empezará a discutir el 27 de abril y sobre la mesa que se instalará con las disidencias.
¿Cómo será este tercer ciclo con el Eln tras los ataques de las últimas semanas?
Este tercer ciclo es una oportunidad muy importante para avanzar en definiciones que son sustanciales en la mesa de negociación, es decir, que es un ciclo crucial para tomar dos puntos que están planteados sobre la mesa que es el cese del fuego y la participación. En mi criterio son dos puntos que van estrechamente ligados, porque la participación indudablemente será mucho más profunda y tendrá mucho más impacto si se logra ese cese de hostilidades. Este es el primer punto de la agenda, el cese al fuego está en el quinto punto pero se ha definido abordarlo desde ahora desde el inicio, lo cual es muy positivo. Eso es una novedad de esta negociación. Recordemos que en otros casos el cese del fuego se ha tratado prácticamente al final, aquí se está iniciando con ese tema y eso da un margen de esperanza muy grande. Pero hay que hacer todavía todo el proceso de elaboración de los protocolos de discusión para ponerse de acuerdo sobre los términos.
Se sabe que es el cese del juego que no es definitivo, no es el cese del fuego del fin del conflicto y sino que es un cese del fuego de carácter transitorio, nacional, con vocación de renovación y eso significa que permitirá establecer marcos muy claros de lo que se puede o no se puede hacer, de qué manera se va a hacer un monitoreo y verificación, cuáles serán los elementos que tendrán que tenerse en cuenta y hechos como los recientes ocurridos en el Catatumbo, pues muestran claramente cuán urgente es avanzar hacia las definiciones concretas del cese del fuego. Será un elemento que va a ayudar a fortalecer la credibilidad en la mesa y a dar mucho más elementos sobre lo que esta mesa puede generar en términos humanitarios ya de mucho más amplio espectro frente a la población.
¿Habrá un cambio de actitud de las partes?
Indudablemente que ambas delegaciones tendrán que establecer una serie de acuerdos, tendrán que profundizar en lo que son los compromisos, esa es parte de la tarea que hay que hacer, pero lo que esperamos que haya una actitud muy dinámica para hablar. Esperamos que haya un fortalecimiento de compromisos, de llevar adelante las definiciones que requiere el país. Me parece muy difícil cambiar la ruta porque ya se definió que se van a abordar estos dos temas en el tercer ciclo. Lo que esperamos es que se haga de una manera ágil y profunda. Hay unos análisis y unas definiciones que son de carácter técnico entonces el cese del fuego es un asunto que tiene muchos componentes. Para eso se requiere voluntad.
ablo Beltrán (izq.) e Iván Cepeda (der.) estrechando manos frente a Otty Patiño, jefe de la delegación
del Gobierno en la negociación con el Eln. Foto:Federico Parra. AFP
¿Se intentó imponer un cese del fuego al Eln como ellos dicen?
Lo que resaltaría es que fue muy positivo que en el segundo ciclo se abordara el tema. Ya se hicieron unas definiciones, hay una declaración conjunta sobre este en particular que fue dada conocer al país a través de los distintos medios. Yo enfatizaría eso. Indudablemente que hay una voluntad del Gobierno de proponer y llevar el cese del fuego adelante por las consecuencias en las comunidades y los territorios, pero ya se dieron pasos de común acuerdo y esos pasos yo los resaltaría como elementos que nos permiten avanzar. Es muy preliminar, pero de mucho valor.
Hay críticas sobre la agenda y su contenido de ex negociadores de paz ¿Cree que son justas?
Yo entiendo los aportes que se han hecho. Yo entiendo que ha habido una serie de conversaciones. Yo mismo estuve presente en Cartagena en el diálogo entre los equipos negociadores, encontré un ambiente propositivo, un ambiente de buscar entre todos las mejores alternativas para el país dentro de esta apuesta de una nueva negociación. Me parece que allí hay una posibilidad más de acercar con acciones y tratar de encontrar cuáles son las mejores rutas. Hay una experiencia acumulada en el país en otras negociaciones. Es muy importante recogerlo en este momento, no solamente en la clave de las negociaciones, sino en las definiciones grandes que el país necesita.
Tenemos una nueva agenda que yo valoro mucho porque es una agenda que tiene una visión amplia de país, tiene una serie de apuestas que son muy importantes en clave de transformaciones, es una agenda que va en torno a la participación ciudadana, la cual es necesaria. Aquí hay una dinámica diferente, no sé dejó la participación para el final, sino que la colocan desde el comienzo y esto hay que precisarlo en la mesa. Después de escuchar todos los aportes, análisis y posiciones sobre lo que se debe precisar se puede avanzar en el diseño de lo que va a ser la participación. La participación está colocada como un elemento muy importante. Ese diseño tendrá que ser construido en la tercera sesión de trabajo en La Habana.
¿Pero cuáles son esos puntos concretos en los que la población va a participar y quiénes van a hacerlo?
De momento lo que hay es el documento de la declaración conjunta que todos conocemos. Aquí hay tres puntos que están muy ligados entre sí: tenemos el diseño de la participación, las transformaciones en el mundo de la democracia y transformaciones para la paz. Son tres temas tres puntos que van muy ligados. Lo que habrá que mirar en Cuba es de qué maneras entrelazan y cómo resulta fortalecida la democracia a través de este ejercicio y cómo al mismo tiempo se comienza a discutir por las transformaciones que el país requiere.
Indudablemente yo entiendo la preocupación de que se deje muy abierta y la mesa tendrá que precisar de qué estamos hablando por cuánto tiempo lo haremos. El ideal es que todas las voces que hay en la sociedad colombiana y encuentro muy importante que se recojan voces de distintas orillas y de los sectores que indudablemente han estado en territorio muy afectados por la confrontación con el Eln. Pero también la gente de las ciudades que ha venido haciendo apuestas o que tienen también grandes interrogantes.
Otro punto que genera polémica es la aplicación de los acuerdos parciales, ¿Cómo va a funcionar?
Aquí se ha propuesto ir avanzando en la implementación mientras se van haciendo acuerdos. Esa es una metodología diferente que tiene aspectos novedosos. Yo personalmente quisiera todavía tener un poco más de precisiones al respecto, pero creo que es posible en la medida que las dos partes realmente se comprometan a seguir avanzando. Es una manera de ir creando confianza, de ir construyendo. Yo diría que aquí hay un camino que habrá que seguir con mucho detenimiento, hay un camino metodológico y novedoso que se abre, pero es un camino que indudablemente también podrá llegar a las comunidades con respuestas efectivas. Por ejemplo, si se llegan a acuerdos que benefician a comunidades en los territorios y esa implementación se hace desde ahora, pues vamos a tener un efecto inmediato. Yo lo pienso en función de las comunidades, de las víctimas, de los sectores que más han sufrido.
El senador participó en la presentación del libro del senador Ariel Ávila. Foto:Twitter: @DeLaCalleHum
¿Cuáles fueron las conclusiones que salieron de la reunión de Cartagena con respecto a la implementación de los Acuerdos de Paz con las Farc?
No soy el vocero pero lo que diría es que a mí me parece muy importante una decisión que el presidente de anunció en mesetas y se reiteró allí en Cartagena y es la de crear y fortalecer todo una institucionalidad que se encargue directamente a la implementación de los acuerdos. Y que esa decisión lleve a asumir cada uno de los puntos y a ponerlos en marcha.
El presidente anunció una mesa de negociación con el Estado Mayor Central. En el marco de la paz total se ve posible que haya otras mesas de negociación con otros grupos. ¿Usted cree que el Gobierno tiene la capacidad de estar como en cada una de ellas y controlar qué es lo que pasa allí?
Creo que la apuesta de negociar simultáneamente con varios grupos tiene por lo menos una virtud y es que permitiría pensar en que el cese del fuego hecho simultáneamente con varios grupos podría facilitarte mucho más la estabilidad de las regiones y liberar a las comunidades de una presión muy grande que están viviendo.
Se está iniciando toda la fase de alistamiento de una negociación con este grupo que se conoce como Estado Mayor Central y bueno, esperemos que esto traiga unas transformaciones de fondo en zonas donde este grupo hace presencia. Por supuesto, bienvenida una negociación y esperemos los mejores resultados, pero hay otros grupos con los cuales también se ha intentado y hay que seguir avanzando con esto.
Justamente sobre esos otros grupos, ¿usted ve posible una negociación con el clan del Golfo ahora que se puso fin a la tregua?
Frente a ese grupo hay unos asuntos que se han puesto en términos legales y que son aspectos jurídicos, yo no soy experto en eso, pero también otros asuntos que deben ser conversados. Pero una salida concertada con ellos es posible. Siempre habrá desafíos, yo soy respetuosos del orden legal, siempre hemos dicho que nos acogemos a que toda solución sea en el marco del orden constitucional existente en el país y en la normatividad. Pero hay diferentes situaciones ya muy precisas, a veces debatidas, sobre las cuales habrá que revisar en profundidad pero creo que no se ha cerrado digamos la posibilidad de avanzar.
En ese sentido, ¿le preocupa algo de la ‘paz total’?
La estrategia de ‘paz total’ es muy ambiciosa, es una estrategia y tiene una perspectiva muy compleja y muy exigente para toda la ciudadanía, pero también es una estrategia que podría tener resultados y efectos en las poblaciones. Hay que pensar en poblaciones y sectores de población concretos. En estos días, por ejemplo en el tema de la infancia, a mí me parece que es muy importante asegurar desde ahora, en la fase de alistamiento la protección total de niños y niñas y tomar en serio, los derechos de los niños. Por qué no hacer un acuerdo sobre derechos de los niños y las niñas en los sectores donde ha estado de confrontación a lo largo de décadas. Colocar la protección de mi infancia desde ahora eso le dará credibilidad a los distintos procesos, ahí estaríamos hablando en este caso de una forma de paz que se refleja en tal vez uno de los temas más vulnerables.
El grupo armado posó con niños en una plaza del corregimiento de Versalles, en Tibú. Foto:Foto: Suministrada
Sobre este punto, circularon unas fotos de del ELN junto con menores de edad, ¿de cara a este tercer ciclo va a haber una solicitud puntual para casos como este?
Estas situaciones colocan urgencias. Podemos plantear ahora sobre ellos se tomen todas las medidas necesarias para evitar que sean involucrados en hostilidades. Lo hablamos también en una visita que ya tuve en Buenaventura donde me llamó mucho la atención una referencia permanente la niñez. Este es el momento en que hay que levantar, como una urgencia, el que se excluya y se garantice que en todo caso los niños y niñas sean excluidos de cualquier participación en hostilidades.
¿Usted ve un recrudecimiento en la violencia?
Hay que regionalizar el análisis. Este es un país muy complejo donde las regiones tienen distintas afectaciones del conflicto, entonces al tener una visión muy global del país perdemos la perspectiva de las regiones donde ha habido una reducción del impacto de la conflictiva. No podría hacer un análisis a la problemática criminológica en el país, pero sí diría que hay regiones, donde nosotros tratamos con la gente, que viven un ambiente mucho mejor. Hay que seguir trabajando para que haya el de todos los recursos humanitarios, que se garanticen los movimientos de la población en todos los sectores del país y que se den las condiciones para que los temas educativos y alimentarios puedan llegar.
¿Cuál es el rol o el papel que debe jugar la Iglesia, no sólo en esta negociación con el ELN, sino en la ‘paz total’?
Como acompañamiento y en la medida que las partes lo pidan, pero en la Iglesia tiene un papel muy importante con su presencia en los territorios junto a las víctimas junto a las organizaciones locales y junto a los pobladores.