Entonces, ¿no era necesaria una reforma a la salud para que el presidente Gustavo Petro pusiera en marcha el sistema preventivo que él desea? ¿El Presidente aceptó la derrota en el Congreso en donde avanza su hundimiento? Son algunas de las preguntas que gravitan en el ambiente tras la declaración del jefe del Estado en Ayapel, Córdoba, en donde dijo que “la reforma a la salud ya comenzó”.
En efecto, el Presidente sentenció: “La reforma a la salud ya comenzó, estos son los CAP, puestos de salud con equipos que ustedes están viendo ya actuando, van a haber 70 equipos en todo el sur de Córdoba, ya están financiados y actuando, lo que significa que ya estamos implementando el sistema preventivo porque estos equipos deben ir a los hogares permanentemente a vigilar el estado de salud de las personas para prevenir o atender a tiempo y no cuando sea tarde”.
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La declaración del Presidente se da tras
la cancelación de un desayuno, previsto para este lunes, con los senadores que firmaron el archivo del proyecto y en el que se esperaba convencerlos de lo contrario.
En el encuentro, en el que también estaba previsto que estuvieran la directora del Departamento istrativo de la Presidencia (Dapre) Laura Sarabia, y el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, se esperaba darle oxígeno a la iniciativa para revivirla.
De entrada, sin embargo, la situación no le era favorable al Presidente. Varios de los congresistas que integran la Comisión VII rechazaron la invitación, en algunos casos, o no la habrían confirmado, en otros.
En esta lista estaban la senadora del Partido de ‘La U’, Norma Hurtado, y la bancada del Centro Democrático, quienes dijeron: “El Centro Democrático no asistirá a la reunión convocada públicamente por el Presidente Petro para este lunes 18 de marzo. Consideramos que al haber liderado y firmado la ponencia mayoritaria de archivo de la reforma a la salud, debe dársele trámite dentro del marco constitucional de la Comisión Séptima del Senado”.
En este contexto, el Presidente tiene enormes dificultades para sacar en el Legislativo su propuesta que, sin duda, mayor costo político le ha dado a pesar de que desde la Casa de Nariño se insiste en no darle certificado de defunción: “Para nada vamos a retirarla”, reiteran.
En la Comisión VII del Senado hay un documento firmado con ocho firmas que se van por su archivo y la manifestación verbal de otro voto en esta misma línea. De un total de 14 votos, matemáticamente no habría nada que hacer.
El Gobierno hasta ahora se ha movido en dos líneas. En el Legislativo trata de ganar tiempo para que la votación sea después de Semana Santa con el objetivo de “seducir” a los congresistas para que cambien su postura.
Pero, ahora, el Presidente también muestra que hay herramientas vigentes para ponerla en marcha desde ya.
De hecho, en Ayapel se hace evidente el testimonio de quienes tienen una lectura muy positiva de los avances en esta materia en los territorios. El alcalde del municipio, Hugo Armando Pinedo, elogió al jefe de cartera, Guillermo Alfonso Jaramillo.
“Tiene un extraordinario ministro de Salud, que ha acogido a Ayapel con los equipos básicos. Aquí hay una representación de los equipos básicos; estamos llegando al territorio: casa a casa, barrio a barrio”, dijo el mandatario local.
No es la primera vez que el Presidente pone sobre la mesa argumentos para decir que su propuesta puede aplicarse por otras vías.
El 23 de febrero, durante la ceremonia de posesión de los nuevos directores del Dapre, DNI, Supersalud e Invima, el presidente Petro anunció que “una de las EPS privadas, de las mejores, que no está en la lista entregada por la Contraloría, se nos acercó a decirnos que querían implementar ya el nuevo modelo”.
“Nosotros queremos que en lo que permite la ley y las normas actuales, implementemos ya el modelo en las EPS que ya controlamos, desde ya. Eso significa que en la Supersalud y en la Nueva EPS comienza a construirse un sistema preventivo de salud. Ninguna norma lo prohíbe y la Constitución nos lo ordena”, dijo Petro.
Esto ocurre mientras que en Palacio respiran con tranquilidad por otra victoria política obtenida en la Cámara de Representantes.
La moción de censura que quería sacar de su cargo al ministro de Salud no prosperó en la Cámara de Representantes.
Así es. Una semana después del debate, impulsado por Cambio Radical y el Centro Democrático, la plenaria volvió a reunirse para decidir. Con 96 votos en contra de la moción, frente a 36 que pedían que el ministro Jaramillo saliera del Gobierno, el oficialismo celebró.
Así, por ejemplo, el representante del Pacto Histórico, PH, Alfredo Mondragón, expresó que esta votación es un espaldarazo al Gobierno y una “brutal derrota para el uribismo”.
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