Así es el cóctel químico del enamoramiento

Durante esta etapa de la relación, el cerebro segrega compuestos químicos en grandes cantidades.

Hay que parejas que disfrutan sin hijos. Foto: iStock

PERIODISTA DE SALUD10.05.2022 18:23 Actualizado: 10.05.2022 20:07

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El enamoramiento es una etapa en las relaciones de pareja. Este suceso trae consigo sentimientos intensos, caóticos, a veces incluso contradictorios. Y es que todo lo que sucede en esta etapa suele vivirse con plena intensidad porque en el organismo estalla un cóctel de químicos que revolucionan las emociones.

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Cuando una persona se enamora, el cuerpo empieza a segregar compuestos químicos en grandes cantidades. Estos pueden hacer que una persona sienta un subidón de energía, excitación y felicidad o, por el contrario, el bajón más absoluto y doloroso. De hecho, según expertos, estas respuestas son muy similares a las que producen la cocaína, los opiáceos y los trastornos obsesivos.

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Aunque muchas veces las expectativas individuales de cada persona van por otro camino, el cerebro ha evolucionado para facilitar al máximo posible la reproducción. Y el amor lleva a ella. Por esta razón, cuando alguien se enamora libera las siguientes sustancias químicas que hacen de esta etapa un ideal imaginario del amor.

Dopamina. Conocida también como 'la droga del amor'. Es un neurotransmisor que produce placer y euforia al estar con la persona amada. Tiene un potente sistema de recompensa y por eso crea la “necesidad” de mantener en vínculo con la otra persona. Curiosamente, es el mismo neurotransmisor que se activa con los juegos de azar y con las drogas. Tanto en el amor como con la droga, cuando la dopamina desaparece, aparecen la tristeza y la obsesión.

Norepinefrina. Esta hormona incrementa los latidos del corazón, provoca que suba la presión arterial, que suden las palmas de las manos y que las mejillas se tiñan de rubor. Por si fuera poco, da pie a toda esa montaña rusa de emociones que hacen parecer que la persona ha perdido la razón. El componente genera una sensación de alegría, efusividad e incluso nerviosismo desproporcionado que llega a desactivar las sensaciones de hambre y de sueño. Gracias a la norepinefrina se deja de pensar con claridad.

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Feniletilamina, Cuando el enamoramiento avanza, esta sustancia inunda el organismo. Este neurotransmisor lo vuelve todo más intenso. Se combina con el resto de compuestos de la química del amor y produce felicidad, optimismo y motivación. La feniletilamina es de la familia de las anfetaminas. Algunos expertos señalan que el chocolate es famoso por tener altos niveles de esta sustancia.

Sin duda, estos neuroquímicos dominan la etapa más pasional del enamoramiento. Por supuesto, durante esa primera fase también están presentes otras sustancias químicas pero adquirirán un mayor protagonismo cuando el deseo, los nervios o incluso la obsesión por la otra persona empiecen a descender.