Es casi una tradición en muchos hogares, guardar la comida que ha sobrado al cocinar. Conservar los alimentos es la forma más sencilla de ahorrar en la cocina. Con un poco de pescado se pueden hacer unas croquetas, con las verduras se pueden preparar sopas o purés y con la pasta -si no lleva salsa- distintos tipos de ensalada.
En este caso, la nevera es un aliado indispensable contra el despilfarro de alimentos, pero es preciso saber utilizarla y tener en cuenta el tiempo en que un alimento puede ser consumido luego de refrigerarse. Es importante mantener la comida a salvo para prevenir una intoxicación alimentaria.
La intoxicación alimentaria, también conocida como enfermedad por los alimentos, es producto de la contaminación de los alimentos por microbios, como bacterias. Dado que las bacterias no suelen cambiar el sabor, ni el olor, ni la apariencia de la comida, tampoco se puede saber si es peligroso comer algo. Por ello, en caso de duda, deseche el alimento.
Afortunadamente, la mayoría de los casos de intoxicación alimentaria pueden prevenirse con el manejo y la cocción adecuada de los alimentos. Por esta razón, Katherine Zeratsky, nutricionista de Mayo Clinic en Rochester, con más de 20 años de experiencia en nutrición para el bienestar, comparte estas recomendaciones para que ponga en práctica las siguientes reglas de seguridad alimentaria:
• Refrigere pronto todo alimento perecible, como carnes, aves, pescado, huevos y productos lácteos.
• No deje que la comida pase más de dos horas a temperatura ambiente, o más de una hora a temperaturas por encima de 32 °C (90 °F).
• La comida cruda, como las ensaladas frías o los sándwiches, también deben comerse o refrigerarse pronto.
El fin de estas recomendaciones es reducir el tiempo que un alimento pasa en la «zona de peligro», que es de 4,5 °C (40 °F) a 60 °C (140 °F), en donde las bacterias se desarrollan de manera rápida.
Asimismo, si va de picnic o prepara un asado, haga lo siguiente:
• Mantenga la comida fría dentro de una nevera portátil con hielo o bolsas de gel congelado hasta el momento de servir.
• A fin de conservar la calidad de la comida y mantenerla segura, coloque el recipiente o el plato con comida fría sobre una cama de hielo o dentro de un tazón con hielo.
• Tenga otra nevera portátil aparte para las bebidas, porque esa se abrirá con más frecuencia y la temperatura puede cambiar.
Por su parte, Zeratsky afirma que, aunque no se debe usar una olla de cocción lenta para recalentar la comida, sí se puede usar para mantener la temperatura de la comida que ya está caliente.
Así pues, mantenga los alimentos a una temperatura mínima de 60 °C (140 °F), que generalmente corresponde a la configuración de temperatura baja. Esta opción es buena cuando hay que alimentar a un grupo grande de personas y es preciso mantener calientes las hamburguesas o la carne después de asadas.
Finalmente, las sobras se pueden guardar en el refrigerador por tres o cuatro días máximo. Después de ese tiempo, el riesgo de intoxicación alimentaria aumenta. Si no cree que podrá consumir las sobras dentro de los siguientes cuatro días, entonces, congélelas de inmediato.
Cuando sea el momento de comer las sobras, recaliéntelas en la estufa, en el horno tradicional o en un microondas hasta que alcancen una temperatura interna de 74 °C (165 F).
Esta es la mejor forma de organizar la comida en la nevera
Un frigorífico bien organizado es vital para almacenar de forma eficiente los alimentos y prevenir problemas como una intoxicación alimentaria. Una nevera organizada puede ayudar a minimizar el desperdicio de comida y mantener los alimentos frescos durante más tiempo.
De acuerdo con la revista msn Estilo de vida, la nevera debe organizarse de la siguiente forma:
Estantes superiores: al ser uno de los lugares más cálidos del refrigerador, los estantes superiores deben usarse para los alimentos que no necesitan cocinarse. Ejemplos: embutidos, bocadillos y sobras.
Estantes inferiores y céntricos: los estantes inferior y medio se deben usar para todos los productos lácteos, como queso, yogur y mantequilla. Otro artículo importante que debe ir allí es la leche, que generalmente se pierde en los estantes de las puertas.
Estante inferior: esta es la parte más fría del frigorífico y donde debe guardarse la carne y el pescado crudos envueltos. Colocar alimentos crudos en el estante inferior también minimiza el riesgo de contaminación cruzada.
Cajones: las verduras y frutas deben guardarse en su embalaje original en el cajón de ensaladas. También es un buen lugar para almacenar hierbas.
Estantes de la puerta: esta es la zona más cálida del frigorífico y la más susceptible a las variaciones de temperatura. Almacena aquí alimentos que tengan conservantes naturales, como condimentos, mermeladas y jugos.
Es muy importante, a la hora de organizar la nevera, tener cuidado con las frutas y verduras precortadas. Aunque esto puede parecer práctico y ahorra tiempo, los productos picados se deteriorarán más rápido, ya que se expone una mayor superficie. Lo mejor es lavarlos y cortarlos cuando se vayan a consumir.
También es fundamental, limpiar la nevera regularmente para evitar la acumulación de bacterias. Algunos puntos pueden ser difíciles de alcanzar, así que se puede usar un cepillo de dientes viejo para esos rincones incómodos.
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