Casi 3 de cada 5 hispanos creen que la IA mejorará su atención cardíaca: ¿es posible?

El 84% de los hispanos asegura que las tecnologías médicas de control en sus dispositivos electrónicos están ayudando a su salud física y mental, según una nueva encuesta nacional realizada por Cleveland Clinic.

La investigación se realizó en línea entre 1.000 estadounidenses de la población general, mayores de 18 años. Los encuestados fueron representativos a nivel nacional en cuanto a edad, género, región, educación, ingresos del hogar, raza/etnicidad y residencia urbana/rural.

El estudio se completó entre el 10 y el 21 de noviembre de 2023 y el margen de error para la muestra fue de +/- 3 puntos porcentuales con un nivel de confianza del 95 %.

“Fue muy satisfactorio darnos cuenta de que muchos hispanos ya están aprovechando los beneficios de la tecnología médica. Familiarizarse con ella desde un principio les dará una ventaja de aprendizaje frente al esperado incremento y sofisticación de nuevas aplicaciones en IA (Inteligencia Artificial)”, dijo Ricardo Hernández, MD Cardiólogo de Cleveland Clinic Florida.

El sector de la salud se encuentra entre las nueve industrias que más utilizan la IA, principalmente en las áreas de asistencia sanitaria, de pruebas médicas y diagnóstico.

Entre los hallazgos del estudio destacan que de la muestra del 84% de hispanos que han notado cambios positivos en su salud con la IA, una mediana (56%) utiliza tecnología de monitoreo, una mayoría (61%) cuenta a diario los pasos que dan, otra mediana (52%) mide su frecuencia cardíaca de manera regular y alrededor de la mitad (43%) monitorea su consumo de calorías.

La encuesta revela que del grupo de hispanos que utilizan las aplicaciones de salud, un cuarto (29%) se siente más relajado sobre su salud y su forma física y otro cuarto (27%) está más consciente de la necesidad de tomarse su tiempo para disminuir el estrés y relajarse. Una mediana (55%) comenzó a ejercitarse con más frecuencia, un tercio (34%) ahora presta más atención a dormir suficientes horas y otro tercio (33%) está mejorando sus hábitos alimenticios.

Las nuevas tecnologías en salud vinieron para quedarse y otra de sus grandes ventajas es que llegan a los grupos desatendidos y reducen las disparidades raciales y étnicas en la calidad de la atención.

“Aunque es emocionante pensar en el potencial de ayuda de las IA en el cuidado de la salud, es importante tener en cuenta que el juicio clínico de un profesional de la salud formado no se sustituye con ninguna tecnología, pues el especialista tiene un conocimiento integral del paciente, su entorno su psicología y hasta su cultura”, aseguró el doctor Ricardo Hernández.

La encuesta se realizó como parte de la campaña de educación para el consumidor “Ama tu corazón” del Cleveland Clinic Heart. 

La inteligencia artificial (IA) está transformando significativamente diversos campos de la medicina al ofrecer herramientas avanzadas para el diagnóstico, tratamiento y gestión de enfermedades.

En el ámbito de la radiología, por ejemplo, los algoritmos de IA pueden analizar imágenes médicas, como radiografías, tomografías computarizadas (TC) y resonancias magnéticas (RM), para detectar anomalías con una precisión cada vez mayor. Esto ayuda a los radiólogos a interpretar imágenes más rápidamente y a identificar patrones que podrían pasar desapercibidos a simple vista, mejorando así la detección temprana de enfermedades como el cáncer.

Además, en la atención médica personalizada, la IA permite analizar grandes cantidades de datos genéticos, biomédicos y clínicos para identificar patrones y correlaciones que puedan ayudar a predecir la predisposición genética a ciertas enfermedades, así como a diseñar tratamientos específicos para cada paciente. Esto proporciona un enfoque más preciso y eficaz para el tratamiento de enfermedades complejas, como el cáncer, donde la IA puede ayudar a seleccionar terapias más adecuadas basadas en las características genéticas y moleculares del tumor.

En la gestión de datos y registros médicos, la IA facilita la automatización de tareas istrativas, como la transcripción de notas clínicas, la programación de citas y la codificación de diagnósticos y procedimientos. La situación libera tiempo para los profesionales de la salud, permitiéndoles centrarse más en la atención directa al paciente.

Además, los sistemas de IA pueden analizar grandes conjuntos de datos de historias clínicas electrónicas para identificar patrones que puedan ayudar a predecir la progresión de enfermedades crónicas o a mejorar la gestión de enfermedades complejas.

En el ámbito de la investigación médica, la IA está revolucionando la forma en que se desarrollan y prueban nuevos medicamentos y tratamientos. Los algoritmos de aprendizaje automático pueden analizar datos de ensayos clínicos, estudios epidemiológicos y bases de datos genómicas para identificar posibles objetivos terapéuticos, predecir la eficacia de los fármacos y optimizar los protocolos de tratamiento. Esto acelera el proceso de descubrimiento de fármacos y reduce los costos asociados con la investigación y el desarrollo de nuevas terapias.

Esta semana, Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias) en Colombia presentó la Hoja de Ruta de Inteligencia Artificial, un documento que pretende ser la guía para el país en materia de políticas, estrategias, acciones y decisiones relacionadas con el uso y desarrollo de esta tecnología.

Paralelo a ello, el Minciencias también avanza con una convocatoria para seleccionar un comité de expertos en Inteligencia Artificial, el cual será el encargado de asesorar al gobierno en la creación e implementación de políticas de inteligencia artificial, así como el diseño del programa, los procesos de financiación que requiere Colombia para la adopción ética de estas tecnologías.

Ahora, más que nunca, la IA cobra relevancia, puesto que al aprovechar el poder del aprendizaje automático y el análisis de datos, esta tecnología artificial está mejorando la precisión, eficiencia y personalización de la atención médica y científica, lo que beneficia tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes.