Colombia necesita hábitos más saludables para combatir la obesidad

Hoy 24 de septiembre, Colombia celebra el Día Nacional de lucha contra la Obesidad, un problema de salud pública que afecta al 56 por ciento de la población. Con esto se busca aumentar la conciencia, fomentar la educación y mejorar las políticas públicas, debido a que una persona con esta condición es más vulnerable de padecer enfermedades crónicas graves en el futuro.

“Comenzar por desplazarse caminando al trabajo, la escuela o hacer las gestiones diarias, bajarse del autobús un poco antes o subir y bajar por las escaleras son maneras de incorporar hábitos saludables que ayudarán a prevenir la obesidad”, señala Iván Darío Escobar, endocrinólogo y miembro de la Asociación Colombiana de Obesidad (Asofuncobes), quien además dijo que, “en el caso de las personas obesas, una rutina diaria debe incluir ejercicio tanto de tipo aeróbico como de trabajo de fuerza”.

Para iniciar, la recomendación general es que como medida general de promoción de la salud se realicen rutinas de 30 a 60 minutos diarios de ejercicio de tipo aeróbico como caminar, hacer bicicleta elíptica o nadar, dijo Escobar. “Pero si ya hay sobrepeso u obesidad, es mejor alcanzar de forma progresiva los 300 minutos por semana de una actividad física de intensidad moderada o 150 minutos de alta intensidad”, señaló.

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Sin embargo, Escobar anotó que “hay que ir con cuidado con aquellas personas con problemas articulares, porque en ciertas actividades en las que hay impacto, como puede ser correr, las articulaciones van a recibir un exceso de carga que puede perjudicarlas. Para esto, lo mejor es ir a un profesional capacitado para prescribir la actividad física de acuerdo con las condiciones de salud del individuo”.

Lo cierto es que urge generar conciencia sobre la necesidad de hacerle frente a la obesidad, un problema de salud que afecta cada vez más a la población colombiana, señaló Hernán Yupanqui, médico endocrinólogo y director científico de Asofuncobes, siendo esta una enfermedad crónica que debe tratarse integralmente con un plan nutricional, actividad física y soporte psicológico.

Para el endocrinólogo Luis Fernando Dorado, presidente de la Asociación Colombiana de Obesidad (Asofuncobes), la obesidad tiene consecuencias irreversibles como el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, principalmente las cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, las cuales han sido las principales causas de muerte en el mundo.

De igual manera, Dorado señala que las personas obesas pueden desarrollar diabetes, trastornos del aparato locomotor y algunos tipos de cáncer como el de endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, riñones y colon. De igual manera, “el riesgo de contraer estas enfermedades no transmisibles crece con el aumento de peso”, dijo. Por otra parte, la obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de muerte prematura y discapacidad en la edad adulta.

Sin embargo, además de estos riesgos futuros, los niños obesos sufren dificultades respiratorias, mayor riesgo de fracturas e hipertensión y presentan marcadores tempranos de enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina y efectos psicológicos, dijo Dorado Palacios.

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La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y las gastadas. A nivel mundial, las estadísticas señalan que, de acuerdo con datos de la OMS, desde 1975 la obesidad se ha triplicado en todo el mundo. En 2016, más de 1.900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos; igualmente, 41 millones de niños menores de cinco años, dijo Dorado.

Esto se da porque hubo un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa y un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización.

A menudo, los hábitos alimentarios y de actividad física son consecuencia de cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo y de la falta de políticas de apoyo en sectores como la salud, la agricultura, el transporte, la planificación urbana, el medioambiente, el procesamiento, distribución y comercialización de alimentos, y la educación, anota la Organización Mundial de la Salud.

Lo que más afecta a la población, señaló Hernán Yupanqui, es el alto consumo de alimentos fritos envasados o snacks, como papas, plátanos, yucas, chicharrones, pasabocas, roscas, helados, pasteles y donas, entre otros, los cuales pueden aumentar el peso y terminan en obesidad. “Con esta alimentación, nos encontramos entre la obesidad y la desnutrición”, dijo Yupanqui.

“Esto sumado al bajo consumo de verduras, frutas frescas, carbohidratos complejos y fibra, que se encuentran principalmente en verduras, tubérculos, granos enteros como el trigo, cebada, avena y en las frutas frescas, pueden llevar al sobrepeso”, expresó Yupanqui.

Mucho más grave es que en Colombia 1,8 millones de personas padecen enfermedades crónicas producto del exceso de peso, tales como la diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, problemas osteoarticulares e incluso algunos tipos de cáncer, según señala la Guía de Recomendaciones para el Manejo de la Obesidad, de la Asociación Colombiana de Endocrinología.

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El día nacional de lucha contra la obesidad y el sobrepeso que hoy se conmemora es una fecha ideal para preguntarse qué acciones deberían tomar los actores involucrados (como pacientes, especialistas y sistema de salud) para frenar el impacto de la obesidad y el sobrepeso en Colombia.

Si bien la obesidad y el sobrepeso pueden tener origen en múltiples factores (que van desde lo genético, pasando por lo metabólico y hasta lo psicológico), su manejo debe ser integral; es decir, que diferentes especialistas como médicos endocrinólogos, internistas, familiaristas, deportólogos, nutricionistas o psicólogos intervienen en el proceso de tratamiento, mencionó Yupanqui.

“En Colombia, el manejo integral (e interdisciplinar) de la obesidad y el sobrepeso todavía es una tarea que está pendiente y por ello existe la necesidad de avanzar hacia la reglamentación de la ley que garantice la atención integral a esta enfermedad”, señaló Yupanqui.

“Conocer su condición, acudir a una consulta médica y seguir los lineamientos de un manejo apropiado pueden hacer que un paciente de obesidad o sobrepeso mejore o salve su vida”, explicó Dorado.

“Fomentar espacios pedagógicos que incentiven hábitos saludables y mejoren el bienestar de las personas es importante y necesario, pues en definitiva el único estándar que importa es la salud”, señala Iván Darío Escobar.

El ejercicio físico realizado de forma regular, sin duda, es un pasaporte para la salud cardiovascular y, en general, de todo el organismo. Sus beneficios son bien conocidos porque reducen la tensión arterial y la mantienen en cifras de normalidad, aumentan la producción de colesterol bueno y modulan la presencia de azúcar en la sangre.

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De hecho, está probado que el único tratamiento más eficaz para tratar el sobrepeso y la obesidad es cambiar los hábitos de vida y la única manera de evitar recuperar el peso perdido con una dieta de adelgazamiento es mantener esos nuevos hábitos.

Según la Organización Mundial de la Salud, la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas (suman energía acumulada) y gastadas (pérdida de energía acumulada). A nivel mundial ha ocurrido un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en azucares y grasa y un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización”.

Para Asofuncobes, el sobrepeso y la obesidad, así como las enfermedades no transmisibles vinculadas, pueden prevenirse en su mayoría. “Son fundamentales unos entornos y comunidades favorables que permitan influir en la elección de alimentos de las personas, de modo que la opción más sencilla, la más accesible, disponible y asequible sea la más saludable en materia de alimentos y actividad física periódica, y así en consecuencia se puede prevenir esta enfermedad”, señaló Hernán Yupanqui.

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