Pilas con lo que toma en diciembre: así puede identificar trago adulterado

Llegó diciembre con su alegría. O más bien: ya casi se va.

Este viernes se da el ‘pistoletazo inicial’ para la última semana de 2021. Para muchas personas, todo el mes, pero en especial estas fechas, sirven para hacer un ‘corte de cuentas’ de lo que fue su año: qué cumplió, en qué fallo, qué le faltó y cuáles son sus metas para 2022.

Es, además, una época con un espíritu de celebración casi palpable. A ello se le suma que el avance en el proceso de vacunación contra covid-19 logró que la Navidad ‘no se cancelara’ y las fiestas y reuniones puedan llevarse a cabo siempre y cuando se respeten las medidas de bioseguridad —las principales, como el lavado de manos y el uso correcto del tapabocas, y las de los establecimientos y lugares, como la ventilación de los espacios o la exigencia del carné de vacunación—.

Es un tiempo en el que la responsabilidad debe primar más que nunca. Hay que tener cuidado en todos los aspectos de la salud: no comer de forma excesiva o dañina, beber con moderación y proteger a los seres queridos de las afectaciones en medio de los festejos.

En el caso puntual del licor es bueno tomar medidas no solo en la cantidad sino en la calidad.

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En muchas ocasiones, por comprar a última hora o solo por ‘las ganas de tomar’, las personas no se fijan en características del envase o del líquido que podrían indicar una peligrosa verdad: puede tener en sus manos un producto adulterado que le causará daños físicos y mentales. A veces irreversibles.

Para que ‘un traguito’ no se convierta en un problema en diciembre, conozca algunas directrices que le ayudarán a identificar si un licor fue adulterado.

Por lo general, las botellas o las latas del licor traen una información en particular sobre el contenido del líquido, el registro sanitario, los componentes y el volumen de alcohol, por nombrar tan solo algunos de los datos de interés para los consumidores.

El Invima indica que observar la etiqueta le servirá para identificar si un producto está garantizado o si, por el contrario, ‘salió de la manga’ de algún delincuente infame.

La entidad indica que, además de los datos mencionados, debe tener “el contenido volumétrico dado en mililitros” y “la marca visible en la etiqueta”.

“Para bebidas importadas la etiqueta debe incluir el nombre, dirección y ubicación del importador”, puntualizó el Invima.

A ello se le suma un dato nada menor: todas las botellas deben tener, sí o sí, las denominadas ‘Leyendas obligatorias’. Son aquellas frases que suelen escucharse con inusitada rapidez en los comerciales televisivos o las cuñas radiales: “El exceso de alcohol es perjudicial para la salud (…) Prohíbase el expendio de bebidas embriagantes a menores de edad”.

Quienes suelen beber licor en diciembre saben que no es común que un líquido, particularmente de botella transparente, tenga partículas u elementos anómalos en su interior.

Varios portales especializados coinciden en que detectar esto es sinónimo de licor adulterado.

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Si bien los consumidores no pueden estar 100 por ciento pendientes de la revisión rigurosa de los líquidos, lo que se recomienda es comprar en establecimientos confiables.

Independientemente si compra trago de botella, de lata o de caja, lo importante es que el envase esté bien sellado y no se detecte, por ejemplo, que la marquilla de seguridad se rompió y se pegó por encima. Eso implicaría, de entrada, que algún insensato abrió el trago para echarle alguna sustancia anómala.

“Verifique que la unión entre el cuello de la botella y la tapa no esté rota o sellada con cintas, pues al abrirla debe partirse en dos segmentos iguales”, indica el medio ‘La Razón’.

Puede que usted haya identificado un licor adulterado —lo vio mal sellado o tenía cosas raras flotando en el interior o era marca ‘Acme’— y logre sortear el problema, pero ese trago del cual usted se abstuvo podría caer en manos de otra persona y la Navidad de cualquier familia se vería afectada por las implicaciones de la comercialización ilegal de ese tipo de bebidas.

Para evitar que la práctica quede impune debe denunciar el establecimiento comercial en el cual se intentó vender el producto. Esto puede hacerlo comunicándose con la Policía Metropolitana, entidad de vigilancia y atención de emergencias.

Las autoridades incautarán las botellas y sellarán el negocio.

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La Fiscalía General de La Nación dio a conocer que el golpe más reciente a las redes de licor adulterado se dio a principios de este mes. El 10 de diciembre, “se incautaron 60 toneladas de insumos como etiquetas, tapas, dosificadores, cajas, cerca de 300.000 botellas y alcohol, entre otras sustancias”.

También se retuvieron “supuestos vinos, aperitivos, champañas, whisky, ron, vodka y aguardiente adulterados que ya estaban empacados y listos para ser vendidos durante las festividades de diciembre”.

Recuerde que, con las debidas precauciones, sus festividades no se verán opacadas por el infortunio.

Feliz Navidad y próspero Año Nuevo.

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