¿Cuál es la cantidad mínima diaria de vitamina D que debemos consumir para cuidar nuestra salud?

La vitamina D, también conocida como calciferol, es quizás una de las vitaminas más importantes para el organismo humano debido a que su función principal es regular la absorción de calcio y evitar la descalificación de los huesos.

La cantidad mínima diaria de vitamina D recomendada varía según la edad, el estado de salud y las necesidades individuales de cada persona. Para la población general, los expertos sugieren un consumo diario de al menos 600 a 800 unidades internacionales (UI) para adultos. 

Esta dosis es suficiente para mantener niveles saludables en la mayoría de las personas, aunque en ciertos grupos, como los ancianos, las mujeres embarazadas y quienes viven en zonas con poca luz solar, puede ser necesario un aporte mayor.

La vitamina D es esencial para la salud ósea, ya que ayuda al cuerpo a absorber el calcio, un mineral clave para fortalecer los huesos y prevenir enfermedades como la osteoporosis. Además, la deficiencia de vitamina D puede llevar a un aumento en el riesgo de fracturas, sobre todo en personas mayores. 

No solo los huesos se ven beneficiados por la vitamina D, también es crucial para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y para reducir la inflamación en el cuerpo.

En personas que tienen poca exposición solar, como quienes viven en climas fríos o pasan mucho tiempo en interiores, es especialmente importante vigilar los niveles de vitamina D. Aunque el cuerpo puede producir esta vitamina a través de la piel cuando se expone a la luz solar, factores como el uso de protector solar o la edad pueden reducir la capacidad del cuerpo para sintetizarla. Por ello, es recomendable obtenerla también a través de la dieta o suplementos.

Alimentos como pescados grasos (salmón, atún y sardinas), yemas de huevo y productos fortificados como la leche y los cereales son fuentes importantes de vitamina D. No obstante, para muchas personas, puede ser difícil alcanzar los niveles recomendados solo a través de la alimentación. En estos casos, los suplementos de vitamina D, disponibles en cápsulas o gotas, son una forma segura y efectiva de cubrir las necesidades diarias.

El doctor Alberto García Valdés, jefe de Endocrinología y Nutrición Hospital San Francisco de Asis en Madrid, explica en TopDoctors que la falta de vitamina D desestabiliza el control del calcio orgánico, un mecanismo muy complejo en el que interviene la piel, el aparato digestivo, el sistema vascular, el riñón o las glándulas paratiroideas.

"Su carencia produce osteopenia, osteoporosis ósea, con posibilidad de litiasis o formación de cálculos en el riñón, debilidad muscular y disminución de las defensas orgánicas", advierte.

Por lo anterior, la vitamina D es fundamental para la salud general, y la ingesta diaria recomendada es de al menos 600 a 800 UI para la mayoría de los adultos. Mantener niveles adecuados es clave para prevenir enfermedades óseas y apoyar otros sistemas del cuerpo. 

Cabe resaltar que, aunque la exposición solar y la dieta pueden proporcionar parte de esta vitamina, los suplementos a menudo son necesarios para asegurar una ingesta suficiente, especialmente en personas con mayor riesgo de deficiencia.