Al anunciar que el aislamiento preventivo obligatorio se extenderá hasta el 11 de mayo, el presidente Iván Duque abrió la posibilidad para que desde el 27 de abril los colombianos "por salud física y mental" puedan ejercitarse al aire libre siempre y cuando cumplan ciertos requisitos
Y si bien aún no se hace público un decreto que dé los parámetros de esta medida, el ministro del Deporte, Ernesto Lucena, planteó lo que serían las recomendaciones y restricciones para tal fin.
Entre otras, dejó ver que cualquier actividad física en lugares públicos sería individual, de una hora, a máximo un kilómetro de la casa y siempre en horarios matutinos (de 5 a 8 de la mañana). En el caso de los niños, podrían salir durante máximo media hora y bajo las mismas condiciones.
No se permitirán deportes colectivos sino actividades como caminar, ir en bicicleta o trotar. En ese sentido, no se habilitarían parques ni canchas y no se abrirían las puertas de gimnasios, centros deportivos o escuelas.
Diego Molano, director del Departamento istrativo de la Presidencia, aclaró que las alcaldías serán las encargadas de regular el tiempo y los lugares. "Deberán definir si quieren que eso sea por pico y placa, por pico y género o cómo quieren", dijo.
En este contexto, el distanciamiento social resulta un imperativo a estudiar, por lo que científicos investigan con claridad el riesgo que puede enfrentar una persona al hacer deporte en la calle o al acercarse a una persona que lo hace en tiempos de confinamiento.
Con base en análisis hechos por la Universidad Tecnológica de Eindhoven, en los Países Bajos, y Ku Leuven, en Bélgica, un estudio reciente que será publicado en los próximos días y dado a conocer por The New York Times, escrito por Gretchen Reynolds, calculó la "distancia social aerodinámicamente equivalente" necesaria durante el ejercicio para saber qué tan lejos deben ubicarse las personas mientras corren o caminan y así no exponerse a un virus.
Para el efecto, tomaron las rutas de las gotas respiratorias de varios tamaños recopilados tras la epidemia del Sars en el 2003 para determinar qué tan lejos podrían expandirse sin tapabocas durante la respiración normal favorecida por el aire en momentos de ejercicio. De igual forma se calculó el flujo de aire alrededor de un corredor de contextura normal a una velocidad convencional.
Los estudiosos determinaron qué podía suceder con estos fluidos en función del aire que se desplaza alrededor.
Según reseña el medio estadounidense, la mayoría de gotas se remolinaban directamente en la estela de aire que seguía al deportista y fueron arrastradas por su deslizamiento el tiempo suficiente para concluir que la distancia social para no representar ningún riesgo era de 30 pies frente al seguidor, un poco más de nueve metros.
En el caso de la distancia que se debe guardar durante una caminata fueron 15 pies (4,5 metros). Llamó la atención que las gotas respiratorias se agruparon en el largo y estrecho corredor de la estela de aire del atleta, cercana al ancho de sus hombros, lo que implica que además de mantener la distancia, los corredores deben tener cuidado al sobrepasar a otros.
UNIDAD DE SALUD