El estómago es un órgano elástico que se estira como un globo y puede dilatar 80 veces su tamaño, almacenando aproximadamente 4 litros de alimentos. Cuando está sin actividad, es decir sin alimento, tiene una capacidad de unos 50 mililitros.
Todas las personas tienen, en promedio, el estómago del mismo tamaño. Sin embargo, existe un mito o rumor sobre cómo este órgano se hace más pequeño a medida que se deja de consumir grandes cantidades de alimento.
No es cierto que el estómago se haga más pequeño o se 'cierre' si una persona come menos. Es la grelina -la hormona que regula el apetito- y la propia distensión del estómago, lo que produce una sensación de saciedad. Si una persona se acostumbra a comer menos cantidad, esa percepción de plenitud se alcanza antes.
Por otro lado, también es falso que el estómago se dilate porque una persona come más. Alguien que come grandes porciones de alimentos no tiene un estómago más grande que los demás. Lo que sí es cierto es que este órgano se acostumbra a recibir cantidades más grandes de comida y la sensación de saciedad se alcanza más tarde.
En todo caso, expertos coinciden en que es una percepción que se puede entrenar. Para esto, solo basta con conocer el proceso normal de digestión que se lleva a cabo en el estómago de todo ser humano. Este mecanismo comienza luego de cada bocado que se traga. Los alimentos tardan 10 segundos en llegar al estómago.
El tiempo en el que la comida se encuentra en el organismo depende de cómo está compuesto cada alimento. El pan, las carnes y los alimentos grasos pueden permanecer en allí entre 5 y 8 horas.
Las tan odiadas grasas tardan de 7 a 8 horas en digerir. Las frutas y verduras se mantienen entre 3 a 4 horas en el estómago para ser digeridas, y la miel, el azúcar o las bebidas alcohólicas, permanecen menos tiempo, ya que se absorben y pasan al torrente sanguíneo directamente.
El problema es que cuando una persona se acostumbra a comer poco y luego trata de aumentar sus ingestas, porque su estómago puede sufrir y podría llegar a experimentar síntomas como náuseas, sensación de presión o hinchazón.
Por este motivo, la mejor solución para una persona que quiera ganar peso no es comer más cantidad de comida, sino más calorías. Tampoco sería útil para un individuo que necesita perder peso dejar de comer o alimentarse en pocas cantidades.
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