A menudo, una situación compleja a la hora de comer pescado es que se debe tener demasiado cuidado con las espinas. Estas estructuras pueden ser ingeridas de forma accidental y clavarse o adherirse en algún punto del recorrido digestivo, una situación para la que siempre se debe estar preparado.
Es muy habitual tragar accidentalmente una de estas espinas y que se atore en la garganta, provocando molestias y dolores muy agudos. La primera reacción que suelen tener las personas ante este escenario es toser.
Quizás la mejor opción y la más instintiva sea toser. Las distensiones y las contracciones que se producen por la tos en la garganta, así como la corriente de aire que se produce al exhalar de forma levemente violenta, pueden empujar a que la espina finalmente se desatasque.
Sin embargo, se debe toser con cuidado, y sin dejar que el nerviosismo provoque una tos demasiado agresiva. Lo ideal es comenzar tosiendo con poca fuerza... para ir incrementándola poco a poco. Y si al toser el dolor se vuelve más intenso, se debe detener de inmediato.
De acuerdo con algunos expertos, estas son otras formas en las que podrá conseguir que la espina se suelte definitivamente:
1) Beber un vaso de agua. Si la espina está clavada en el sentido contrario a la deglución, es probable que baste con un vaso de agua para que esta finalmente resbale y continúe su camino. Según los expertos, algo que también puede ayudar es echarle un poco de sal al agua.
2) Toma una cucharada de aceite de oliva. Este ingrediente funciona para desatascar una espina de pescado clavada en la garganta. Con una cucharada basta para saber si el intento ha sido efectivo. Además, también puede ser de gran ayuda para reducir las molestias y la inflamación, lo cuál será útil antes y después de haber retirado la espina.
3) Comer algún alimento blando. Comer un trozo de plátano, arroz blanco o miga de pan puede ser la solución definitiva. Estos alimentos tienen la consistencia suficiente como para hacer la fuerza necesaria para empujar la espina. Asimismo, son lo suficientemente blandos como para que no hagan ningún tapón en la garganta.
En casos en los que el dolor es muy intenso, es probable que se desencadene un mal mayor puesto que será más complejo tragar. Incluso, se puede llegar a desarrollar una infección en la zona. Por eso, es especialmente importante que en estas situaciones consulte siempre con un profesional de la salud.
Más noticias de Salud