Aunque para la mayoría se trata de un problema estético, la grasa abdominal también es un riesgo para la salud, especialmente la de los hombres. Una concentración excesiva de tejido adiposo por encima de la cintura eleva las probabilidades de sufrir enfermedades coronarias, además de diabetes, apnea del sueño e incuso ciertos tipos de cáncer.
Según la Clínica Mayo, el problema con la grasa del vientre es que no se limita a la capa extra de relleno ubicada justo debajo de la piel (grasa subcutánea). También incluye grasa visceral, que se encuentra en el interior del abdomen, alrededor de los órganos internos.
Aunque la grasa subcutánea plantea problemas estéticos, la grasa visceral está relacionada con problemas de salud mucho más peligrosos, entre ellos:
• Cardiopatía
• Diabetes tipo 2
• Presión arterial alta
• Colesterol anormal
• Problemas respiratorios
Las investigaciones también asocian la grasa del vientre con un mayor riesgo de muerte prematura, independientemente del peso total.
Según una investigación publicada en la revista Nutrients, un alimento que puede ayudar a reducir la grasa abdominal dañina son los granos como, por ejemplo, los fríjoles. El estudio encontró que este tipo de alimentos podían reducir la adiposidad visceral en ratas.
En general, los resultados mostraron que seguir esta dieta de legumbres podía reducir el tejido graso visceral e incluso hacer que las ratas fueran más ligeras.
Existen muchos estudios similares, pero todos coinciden en algunos hábitos que pueden ayudar a mantener bajo control el índice de masa corporal y disminuir grasa en zonas localizadas:
• Seguir una dieta saludable: concéntrese en los alimentos a base de plantas, como frutas, verduras y cereales integrales, y elija fuentes magras de proteínas y productos lácteos con bajo contenido de grasa. Limite el azúcar añadido y las grasas saturadas, que se encuentran en la carne y en los productos lácteos con alto contenido graso, como el queso y la mantequilla. Elija en su lugar cantidades moderadas de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que se encuentran en el pescado, las nueces y ciertos aceites vegetales.
• Reemplace las bebidas azucaradas: beba agua o bebidas con edulcorante artificial en su lugar.
• Mantenga bajo control el tamaño de las porciones: en casa, reduzca el tamaño de las porciones. En los restaurantes, comparta las comidas.
• Incorpore la actividad física a tu rutina diaria: para la mayoría de los adultos sanos, el Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios Humanos) recomienda actividad aeróbica moderada, como caminar a paso ligero, al menos 150 minutos a la semana o actividad aeróbica vigorosa, como correr, al menos 75 minutos a la semana.
Si usa un contador de pasos, recuerde que toma un promedio de 10.000 pasos al día prevenir el aumento de peso. Algunos estudios indican que una persona debería caminar 15.000 pasos al día para prevenir la recuperación de peso después de una pérdida de peso significativa.
También se recomiendan los ejercicios de entrenamiento de fuerza, al menos dos veces por semana.
Más noticias de Salud