Fentanilo: ¿Está en riesgo la salud pública del país por esta droga?

Mientras en Estados Unidos el fentanilo es un problema de salud pública que tan solo en 2021 dejó 197 muertos diarios, en Colombia el impacto de esta droga es menor, aunque su reconocimiento ha venido incrementando durante los últimos meses debido a las incautaciones que han realizado las autoridades.

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Esa realidad responde, según expertos, a dos puntos: primero, que la prescripción médica de opioides en nuestro país es sumamente controlada y el uso intrahospitalario del fentanilo normalmente se receta por un anestesiólogo, bajo estrictas medidas regulatorias. Y, sumado a ello, a que otras sustancias psicoactivas tienen un menor costo de , por lo que los grandes proveedores de fentanilo ilegal no ven a nuestro país como un mercado relevante. 

Según explica la médico, Laura Osorio, el fentanilo es una sustancia usada con frecuencia en el ámbito de la anestesología y que funciona como depresora del sistema nervioso de gran potencia. Y es que, este fármaco, creado par calmar los dolores de pacientes con cáncer, tiene un poder sedativo 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. 

"Es más potente que la morfina porque se adhiere o se localiza más fácil en los receptores mu, que es donde actúan la mayoría de los opioides. Es decir, están más atraídos al receptor que la morfina y esta intensidad es 100 veces más potente. Tiene mayor potencia analgésica y de sedación", señala Osorio. 

De hecho, fue gracias a ello, que en Estados Unidos se popularizó su prescripción médica de manera legal e ilegal, y que luego este mismo se empezó a mezclar con otras drogas. 

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Allí es clave señalar que el fentanilo fabricado ilegalmente (IMF, por sus siglas en inglés) y que se consume en el gigante del norte, no es el mismo que se usa en el ámbito médico. El IMF implica variaciones o análogos de la sustancia original, lo que, en muchos casos, termina generando las muertes. 

De hecho, un informe de 2017 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) reportó que entre el año 2012 y 2016 más de 12 análogos del fentanilo han entrado en el mercado ilícito de opioides, entre los que figuran el “acetilfentanilo, butirfentanilo, furanilfentanilo y el ocfentanilo”. 

En ese sentido, explica Julián Quintero, investigador de Acción Técnica Social, una organización que desde 2008 viene estudiando la problemática de las drogas en el país, que en Colombia se desconoce a ciencia cierta el impacto de esta droga en la salud pública, en principio porque no hay en nuestro país un amplio despliegue de análogos sintéticos del fentanilo médico. 

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“Realmente no hay casos significativos que hayan ingresado al sistema de salud pública del país que nos haga pensar que hay un gran impacto. Además recuerde que el fentanilo que se comercia en el mercado negro en Colombia es un medicamento de uso intrahospitalario, eso es como mercadear con morfina y tramadol, y no es ninguno de los análogos del fentanilo sintético que se comercia en Estados Unidos y Canadá”, resalta Quintero. 

De acuerdo con cifras oficiales, entre 2018 y julio de este año se han realizado 78 incautaciones de ampolletas. Así en 2018 fueron 10 casos, en el 2019 otros 9 y en el 2020 fueron 12. Mientras que en todo el año pasado se hicieron 12 incautaciones en la mitad de este año ya van 15. Según cifras de la Policía, en lo corrido de 2023 van incautadas 1.384 unidades de fentanilo médico transportadas de manera irregular en 7 departamentos.

Para Quintero, si bien es cierto que es importante mantenerse alertas ante el aumento de incautaciones de esta droga en el país, lo cierto es que todo indica que por ahora no hay grandes cantidades de IMF circulando en Colombia, y que dada la dificultad de comerciar en el mercado negro del país sustancias opioides reguladas, eso implica que no hay grandes riesgos para la salud pública. 

“El fentanilo ni lo producimos, ni lo consumimos, ni va a tener un impacto significativo en Colombia, dado que en el país, solo por darle una razón: es mucho más barata la heroína y de mucho mejor calidad. Entonces económicamente no es rentable traer análogos de fentanilo sintético”, resalta el investigador. 

EDWIN CAICEDO | UNIDAD DE SALUD