Con el
paso de los años algunas personas olvidan hechos sucedidos e incluso los recuerdos más importantes. Esto se debe al deterioro normal, pero también a otras
enfermedades que pueden llegar.
Hay varias formas que permiten retardar este proceso y a continuación se las contamos, pero es importante tener también una valoración médica sobre cada caso, por leve que sea.
Uno de ellos, según varios portales dedicados a temas de salud, es el ejercicio físico: caminar, hacer sentadillas, mover los brazos con fuerza, da vitalidad al cuerpo y la mente.
Según algunos estudios, caminar hacia atrás, teniendo mucho cuidado de no tropezarse y caerse, puede ayudar a recordar eventos del pasado.
Esto, unido a una dieta balanceada y a una vida saludable, que incluye un buen descanso, permiten una mejor calidad de vida.
Otro aspecto es hacer crucigramas y jugar cartas, y adicionalmente, hablar con tus familiares, vecinos y amigos. Una buena charla, con risas, permite a las personas relajarse.
Y como nunca es tarde, aprender a tocar un instrumento puede llevar a encontrar un mundo maravilloso en el que se despiertan muchas capacidades.
Anotar las tareas pendientes, las cosas que hay que comprar, las cuentas por pagar en un cuaderno, un almanaque o en la agenda del celular permite, también, estar pendiente de revisarla para no olvidar ningún detalle. Y tener un lugar para guardar llaves, billetera y objetos personales da la opción de que si falta alguno haya que buscarlo de inmediato.
En un estudio publicado en la revista científica Memory, se afirma que quienes leen la información en voz alta tienen un 15% más de retención.
Otro factor clave de la concentración es hacer una cosa a la vez, máximo dos.
Controlar la salud es fundamental. Si la persona siente algo extraño en su cuerpo y esto se repite, es bueno tener en cuenta los detalles para contárselos al médico.
La música también ofrece beneficios. Oír la favorita de cada uno, en cualquier idioma y cantar a grito herido o en un susurro ayuda a seguir con las letras de las canciones en la mente.
La meditación también es una buena terapia. Relajarse, dejar la mente en blanco, reflexionar en silencio, respirando pausadamente, no solo tranquilizan sino que ayudan a descansar el cuerpo.