La ivermectina es un antiparasitario de amplio espectro incluido en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como tratamiento de varias enfermedades parasitarias.
Los médicos la usan contra la oncocercosis (ceguera de los ríos) y otras enfermedades, mientras que los veterinarios suministran a los perros una fórmula diferente para prevenir el gusano de corazón.
Algunos estudios en células habrían sugerido que la ivermectina también tendría la capacidad de matar virus. Sin embargo, la OMS mencionó en varias ocasiones que los datos sobre el tratamiento de covid-19 con ivermectina no eran concluyentes.
Una investigación publicada esta semana en la revista New England Journal of Medicine, determinó que no hubo efectos significativos con el uso de ivermectina en tratamientos contra el covid-19.
"El tratamiento con ivermectina no tuvo menor incidencia en hospitalización entre pacientes con diagnóstico temprano de covid-19", menciona el estudio.
En abril de 2021, investigadores australianos informaron que el medicamento bloqueaba los coronavirus en cultivos celulares, pero usaron una dosis tan alta que podría tener efectos secundarios peligrosos en las personas.
La istración de Alimentos y Medicamentos (FDA) emitió de inmediato una advertencia en contra de tomar medicamentos para animales como tratamiento o a manera de prevención del covid-19. “Estos medicamentos para animales pueden causar daños graves a las personas”, alertó la agencia.
La FDA emitió otra advertencia el 5 de marzo de 2021 para no emplear ivermectina en el tratamiento y prevención del covid-19. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) hizo una advertencia similar a finales de ese mismo mes.
Pese a ello, la ivermectina ha gozado de una enorme popularidad como supuesto tratamiento contra el virus, por esta razón la OMS estableció un grupo de expertos internacionales independientes para elaborar orientaciones sobre este tratamiento. El equipo estaba integrado por expertos en atención clínica de diversas especialidades, un especialista en ética y representantes de las asociaciones de pacientes.
Luego de revisar los datos agrupados de 16 ensayos controlados con asignación aleatoria que habían incluido a un total de 2.407 pacientes ambulatorios y hospitalizados con covid-19, el grupo concluyó que las pruebas de que la ivermectina reduce la mortalidad, la necesidad de respiración mecánica, la hospitalización y el periodo que se tarda en lograr una mejoría clínica en los enfermos de covid-19 eran "muy poco fiables".
Por otro lado, el estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine, concluyó que no se encontró una disminución significativa de efectos adversos por covid-19 con un tratamiento de ivermectina istrada durante 3 días a una dosis de 400 μg por kilogramo al día. En la investigación participaron un total de 3.515 pacientes que fueron asignados al azar para recibir ivermectina (679 pacientes), placebo (679 pacientes) u otra intervención (2.157 pacientes).
El estudio determinó que la evidencia que apoya el papel de la ivermectina en el tratamiento de covid-19 es inconsistente y, por este motivo, tanto especialistas como autoridades desaconsejan el uso de este medicamento como tratamiento contra el virus.
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