La crisis del sistema de
salud en Colombia se solidifica cada día más. Luego de que la Superintendencia Nacional de Salud intervino a dos de las EPS más grandes del país (Sanitas y Nueva EPS) la semana pasada, hoy se confirmó la intervención de la EPS S.O.S, entidad con 748.064 afiliados, de los cuales el 77 % pertenecen al régimen contributivo.
Con esto, un total de 26,63 millones de s estarían bajo el cuidado del Gobierno, es decir, el 51,4 % del sistema.Luego de que el proyecto de reforma de la salud se hundió en la Comisión Séptima del Senado la semana pasada, no solo se han intervenido istrativamente estas tres entidades, todavía no se sabe si la Supersalud aprobará el deseo de Compensar EPS (una entidad promotora con casi 2,3 millones de s) que ha solicitado su liquidación total,
argumentando que no puede sobrellevar la actual crisis financiera que afecta a todos los actores de la cadena de valor.Por ahora, el Ministerio de Salud, decidió instalar un Puesto de Mando Unificado para "garantizar el derecho a la salud". Se conoció que la medida, entró en vigor desde ayer y es liderada por el Ministerio de Salud. Según explicaron, el PMU buscar asegurar la participación de los s, también velará por garantizar que ninguna EPS puede dejar de prestar el servicio y su principal objetivo es no repetir la historia de las EPS intervenidas.
Al respecto, Denis Silva, vocero de Pacientes Colombia, movimiento que agrupa a más de 198 organizaciones de s, habló con EL TIEMPO sobre la implementación del PMU y sobre la subcomisión que se formó en el Senado para decidir sobre la reforma de la salud.
Como pacientes, ¿qué le exigen al Gobierno en este momento?
Queremos solicitarle al señor presidente que así como se reúne con todos los gremios, se reúna con nosotros y nos escuche. Si somos el centro del sistema y somos los que pagamos del sistema, ¿por qué no se reúne con nosotros? Él tiene marcada a solo una organización de pacientes (está en todo su derecho), que le avala todo. Pero el hecho de pensar distinto no quiere decir que nosotros seamos oposición, nosotros no hacemos oposición, eso lo hacen los partidos políticos.
¿Qué piensa sobre el nuevo PMU que instaló el Minsalud? ¿No es una solución ante la crisis del sistema?
Todavía no tenemos claro cuál es el objetivo. Hablando con muchos senadores, todos dicen que como el superintendente no tiene capacidad técnica, no tiene dientes y no tiene gestión, pareciera que ese PMU va a convertir en una especie de call center para recepcionar quejas de mala prestación en servicios.
Como pacientes, ¿qué esperarían obtener del PMU que instaló el Gobierno?
Pues es un PMU para atender la crisis de la salud, pero esta crisis se resuelve de tres formas: uno, el Gobierno tiene que bajarle el nivel a las intervenciones. Si hay que hacer intervenciones, pero no las puede hacer en un mes y desbaratar el sistema solo porque no le aprobaron la reforma. Dos, hay que resolver el tema de la UPC. Si la UPC está desfinanciada, pues definitivamente se deben generar los recursos necesarios. Y eso no se va a salir del PMU. Y la tercera es que el Minsalud decía que habrá participación de los s, pero ¿cuál será su rol? ¿Qué capacidad decisoria tiene? No sabemos si esto lo está haciendo el presidente para presionar, declarar emergencia sanitaria y lograr que le den seis meses para él hacer lo que quiera.
¿Cómo estuvo la reunión en el Senado sobre la nueva reforma de salud?
Creo que fue un ejercicio valioso. El Gobierno debería aprender de esto. Fue valioso porque se escucharon a todos los agentes con propuestas claras. Planteamos el tema de cuáles son las necesidades para construir un proyecto como este en el país y si tenemos plata para hacerlo o no. Hasta ahora la Comisión Séptima está analizando las propuestas y después definirán qué quedaría en el proyecto y cuánto vale lo que quede lograr.
El proyecto que se está empezando a construir en el Senado, ¿es más acorde a las necesidades y requerimientos de los pacientes?
Sí, totalmente porque es algo concertado desde el inicio, como tiene que ser. Uno no puede imponer algo a rajatabla, como lo quiso hacer Carolina Corcho, porque yo creo que si uno quisiera buscar responsables, toda la carga de la responsabilidad se tendría que designar a Carolina Corcho por el pésimo manejo que le dio al tema.
¿Qué opina sobre la EPS S.O.S. que acaban de intervenir?
Ya es la tercera en solo un mes, pero SOS es una EPS que venía con vigilancia especial desde hace rato. Lo que sucede es que, es el momento en no sabemos si la superintendencia tiene la capacidad instalada para manejar más intervenciones o es simplemente una estrategia para seguir desestabilizando al sistema de salud.
¿Y cree que va a continuar el efecto dominó? Son 14 las EPS que no cumplen con reservas técnicas, según el Minsalud
Estoy 100% seguro de eso. Estoy 100% seguro que el Gobierno lo va a seguir haciendo porque tiene esa necesidad de acabar con el sistema para decir que su reforma era la salvación. Si usted escucha el discurso del ministro, el discurso del presidente y el discurso de la exministra Corcho, dirán que nos propusieron la solución y no la quisimos.
¿Esperan los pacientes que algún organismo de control ponga un freno a esta cadena de intervenciones?
Eso es lo que estamos esperando. Que la Procuraduría haga lo que tiene que hacer y es intervenir. Yo sé que hay muchos colectivos que están presentando acciones legales. Entre ellos nosotros, hoy nosotros radicamos una acción popular firmada por varios actores donde le estamos diciendo a la rama judicial con no estamos de acuerdo con el tema del 5% de la UPC destinado a los equipos extramurales. Nosotros estamos de acuerdo con la estrategia, pero tiene que ser con recursos adicionales. Y hay otros colectivos que están presentando acciones populares para frenar las intervenciones delas EPS, porque no se puede intervenir todo el sistema sin tener un plan B.
¿Qué sienten los pacientes ante el panorama actual del sector?
Pues cuando uno habla con el ciudadano de a pie, se da cuenta de que tiene mucho pánico. No sé si el señor presidente y el superintendente alcanzan a dimensionar lo que están haciendo y cómo están afectando la salud mental de los pacientes, que al final es lo único que a nosotros nos importa.