Frente a esta situación, el infectólogo Carlos Álvarez explica que el de Gaviria podría ser un caso en el que la prueba PCR sigue dando positiva sin que realmente se haya reinfectado, más aun teniendo en cuenta que con este nuevo resultado no presenta síntomas.
En este sentido, un editorial publicado en National Center for Biotechnology Information hace algunas semanas analizó casos como el de Gaviria, que reportaban pruebas PCR positivas días o semanas después de la recuperación e incluso con resultados negativos intercalados. Frente a esto los investigadores concluyeron que “la detección de ARN en cualquier muestra no significa necesariamente la presencia completa del virus en el huésped ni una infección activa".
Además, el artículo agregó que una prueba positiva en el caso del Sars-CoV-2 no implica su viabilidad incluso si el genoma está secuenciado.
El editorial, titulado “Dilemas en las pruebas PCR para Sars-CoV-2 positivo y post negativo: ¿es una reinfección?”, también hace referencia a que es un tema complejo en el que se deben considerar varios aspectos, como la carga viral, la existencia o no de pruebas repetidas para identificar falsos positivos o incluso contaminación de las muestras.
A lo anterior se debe sumar la posibilidad de un “desprendimiento prolongado del ácido nucléico sin virus viable” de los tejidos. Además del hecho de que la infectividad del virus depende de su presencia completa y no solo de rastros de ARN en las pruebas.
La nota también aclara que es clave tener en cuenta que en muchas enfermedades virales, como el zika, su ARN puede detectarse mucho después de la infección y en estos casos la prueba PCR “no es capaz de diferenciar el virus infeccioso de las hebras no infecciosas de ARN”.
En pacientes infectados con mejoría clínica, asintomáticos y con evolución de los cuadros pulmonares seguidos en radiología un resultado positivo en una prueba luego de un negativo “no necesariamente refleja reinfección o presencia viral”. Y en ese sentido insisten en que una evaluación cuidadosa debe incluir análisis de carga viral, respuesta de anticuerpos evaluaciones clínicas detalladas y revisiones genéticas del ARN detectado antes de hablar de una supuesta reinfección.
Por ahora, el caso de Gaviria puede caer en cualquiera de esas variables y por eso es pronto para hablar de reinfección, a juicio de expertos.
Sobre las reinfecciones documentadas
Hasta ahora, se han confirmado pocos casos de reinfección en el mundo. La semana pasada, la Universidad Sahlgrenska, en la ciudad sueca de Göteborg, confirmó un caso de reinfección con el coronavirus, el primero en ese país. La persona afectada es una mujer, de 53 años, que dio positivo en mayo y a la que, tras darse por superada la infección, se le volvió a verificar un caso de Sars-CoV-2 el pasado agosto.
Ante esa situación se ha tratado de esclarecer con sucesivos análisis si se trata del mismo contagio, ante la eventualidad de que pudiera no haberse recuperado realmente del primero. Según el equipo médico, tras varias pruebas se ha descartado que se trate de la misma primera infección, ya que las muestras indican claramente que es un nuevo contagio diferenciado.
El primer caso documentado fue el 24 de agosto, en Hong Kong, después hubo más en Bélgica, Holanda, Ecuador y Estados Unidos. Investigadores de Corea del Sur e Israel describieron otros casos, lo que elevaría a menos de veinte las reinfecciones examinadas científicamente, una cifra irrisoria frente a los más de 40 millones de casos positivos.
En ese sentido, Martha Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud (INS) ratifica que sin genotipificación de los virus que comprueben que son de linajes distintos no se puede hablar de reinfecciones.
UNIDAD DE SALUD