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Estas son las apreciaciones de un cura sobre la sexualidad y la religión
Algunos sacerdotes le han dado un toque más 'moderno' a sus apreciaciones.
Las posiciones sexuales están en el Kamasutra Foto: ¡Stock
Durante siglos la iglesia católica ha impuesto sobre sus fieles ciertos dogmas y creencias respecto a la sexualidad y las formas de concebir el amor de pareja. El imaginario religioso de no mantener relaciones hasta el matrimonio sigue vigente, pero ha tomado enfoques más ‘liberales’ al pasar del tiempo.
Según la página oficial del Vaticano, la castidad y posterior encuentro sexual en el matrimonio, es una forma de mostrar respeto por la vocación de la maternidad, la paternidad y respeto por el el don del amor que Dios le brindo a los hombres para expresarlo por medio del acto.
Todo acto, caricia, posición sexual que tiene como objetivo la excitación del cónyuge está permitido, y agrada a Dios
"Cuando dicho amor se actúa en el matrimonio, el don de sí expresa, a través del cuerpo, la complementariedad y la totalidad del don; el amor conyugal llega a ser, entonces, una fuerza que enriquece y hace crecer a las personas y, al mismo tiempo, contribuye a alimentar la civilización del amor", menciona el portal.
Ahora bien, especifica que al perder el significado del 'don de la sexualidad' y se práctica sin una intención clara, se convierte en una práctica cosificada, dónde solo se busca satisfacer el deseo cosificando a las personas.
"Cuando por el contrario falta el sentido y el significado del don en la sexualidad, se introduce « una civilización de las "cosas" y no de las "personas"; una civilización en la que las personas se usan como si fueran cosas. En el contexto de la civilización del placer la mujer puede llegar a ser un objeto para el hombre, los hijos un obstáculo para los padres", especifica el medio religioso.
Si bien estos argumentos han estado siendo la guía para concebir la sexualidad por medio de la fé, algunos religiosos como el padre franciscano, Ksawery Knotz, han dado un toque más ‘moderno’ al encuentro conyugal.
"Todo acto, caricia, posición sexual que tiene como objetivo la excitación del cónyuge está permitido, y agrada a Dios. Durante el acto sexual, el matrimonio puede demostrar su amor de todas las formas posibles, y brindarle al otro las caricias más deseadas (...) esto puede permitir estimulación manual y oral", predica en su texto.
Una idea novedosa para el constructo social de ese entonces, pues logró imponerse sobre la satanización del sexo y sus expresiones desligadas de la penetración.
"Decir que el sexo es una celebración del sacramento del matrimonio eleva su dignidad en una forma excepcional. Semejante afirmación sorprende a la gente que ha aprendido a ver la sexualidad con malos ojos. Es difícil hacerlos comprender que Dios también está interesado en que lleven una vida sexual feliz, y que les ha dado un regalo (don) en esto", agrega Knotz.
Cabe aclarar, que este pensamiento no es general y hay algunos religiosos persisten en seguir con los rituales tradicionales. De todos modos, que los predicadores estén optando por un enfoque más actualizado, ha hecho que se popularicen más formas de pensar el acto sexual en el imaginario de los fieles.