Los asesores del Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), recomendaron de manera unánime la aplicación de una tercera dosis de las vacunas contra el covid-19 de Pfizer o Moderna para personas que tengan deficiencias en su sistema de defensas. Esta recomendación se da después de que la istración de Drogas y Alimentos de dicho país (FDA) emitiera una autorización en el mismo sentido.
Con base en lo anterior, se espera que el CDC respalde de manera específica la aplicación de esta tercera dosis, en razón a que la mayoría de las entidades sanitarias y proveedoras de servicios en Estados Unidos toman sus decisiones basadas en los conceptos del CDC, y no tanto en lo aprobado por la FDA.
El impacto
De acuerdo con el comité asesor, las personas inmunodeprimidas – que se beneficiarían de la tercera dosis- son aproximadamente el 2,7 % de los adultos norteamericanos, algo así como 7 millones de personas que tendrían más probabilidades de enfermarse gravemente por el covid-19, dado que tienen una respuesta de anticuerpos más baja, después de recibir las dosis convencionales de las vacunas ya aplicadas.
También los estudios que los asesores presentaron al CDC sugieren que una dosis de refuerzo debe ser aplicada a personas que reciben tratamientos que bloquean la inmunidad, dado que en ellos las vacunas tienen una eficacia que varía entre el 59% y 72%, en comparación con el más del 90% que tiene en las personas, con las defensas normales.
Para el efecto, los asesores presentaron un listado de enfermedades y condiciones que deberían tenerse en cuenta para reforzar su vacunación. Entre ellas están: los tratamientos activos o recientes de cáncer; personas trasplantadas; inmunodeficiencia primaria severa: infección avanzada por VIH, pacientes a quienes se les haya extraído el bazo; insuficiencia renal crónica; tratamientos con esteroides o con medicamentos considerados inmunosupresores o inmunomoduladores.
El informe agrega que quienes tengan estas condiciones y sean mayores de 18 años podrán recibir el refuerzo de la vacuna de Moderna. Y para mayores de 12 años, para la vacuna de Pfizer. De igual forma, no se recomienda la aplicación de la tercera dosis a personas con condiciones diferentes.
El CDC también dijo que se debe intentar que la dosis adicional coincida con las vacunas aplicadas originalmente, pero si esto no es factible, se permite una dosis adicional con la otra vacuna, la cual debe aplicarse al menos 28 días después de completar las dos dosis iniciales.
Con respecto a la vacuna de Johnson y Johnson, la FDA advirtió que no se ha podido extender la autorización para un dosis adicional, porque aún no se tienen datos suficientes, frente a lo cual las directivas de la farmacéutica se comprometieron a proporcionarla en el menor tiempo posible.
Kathleen Dooling, una de las asesoras del CDC, insistió en que las personas inmunodeprimidas, incluidas las que reciban la dosis adicional, deben reforzar las medidas de bioseguridad como el uso del tapabocas, el distanciamiento y evitar las multitudes y los espacios e interiores mal ventilados.
Estas recomendaciones al CDC se producen durante una oleada intensa de infecciones promovidas por la variante delta del Sars Cov-2, que desde el 1 de julio ha aumentado los casos confirmados en un 700%, según datos del CDC.
La evidencia
Según el CDC, los datos experimentales y de observación en adultos sugieren que una dosis adicional de las vacunas contra el covid-19 de Pfizer o Moderna, mejora la respuesta de anticuerpos y aumenta la proporción de pacientes inmunodeprimidos, que responden a los biológicos.
En su revisión de esta evidencia, Dooling dijo que otros estudios sugieren que un dosis adicional de las vacunas de Pfizer o Moderna no desencadenaron eventos adversos graves, sin embargo, por tratarse de personas inmunodeprimidas, requieren vigilancia estrecha.
Con información de agencias y CDC.