La Organización Mundial de la Salud calcula que anualmente se producen 7 millones de muertes en el mundo por consumo directo de tabaco, mientras que causa al menos 1,2 millones adicionales por exposición al humo ajeno, considerándose un grave problema de salud pública en el planeta.
De igual forma, el tabaquismo representa una amenaza para los niños, quienes resultan afectados por la exposición al humo del tabaco incluso durante la gestación.
Actualmente existen productos cuya publicidad indica que serían alternativas al consumo de tabaco tradicional (cigarrillos) que no tendrían consecuencias nocivas para la salud, como es el caso de cigarrillos electrónicos, vapeadores y otros.
No obstante, en repetidas oportunidades, la Sociedad Americana contra el Cáncer ha sido enfática en que no existe ningún producto del tabaco que sea seguro y la única fórmula para cuidar la salud en ese aspecto es mantenerse libre del consumo de tabaco.
Al respecto, el doctor Manuel Pacheco, médico internista neumólogo y miembro del Comité Antitabaco de la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía del Tórax, dice: “Los nuevos dispositivos para fumar se han ofrecido como una alternativa más segura, pero a medida que ha pasado el tiempo y los estudios son más completos nos damos cuenta de que realmente no son opciones de bajo riesgo. Hemos visto que también favorecen la aparición de enfermedades”.
Así, entre las afecciones que pueden ocasionar este tipo de dispositivos están los problemas respiratorios, riesgo de enfermedad cardiaca y de circulación.
Asimismo, existen algunos estudios más profundos según los cuales estos dispositivos pueden causar daños celulares capaces de desembocar en la aparición de células cancerosas, ya que mientras los cigarrillos convencionales contienen tabaco, sustancias químicas añadidas, un filtro y una cubierta de papel, los dispositivos alternativos generan un vapor conformado por glicol de propileno, saborizantes, nicotina y también pueden contener otras sustancias adicionales.
Recientemente un estudio de la Universidad de Tufts, cuyos resultados se han publicado en la revista Journal of the American Dental Association, ha determinado que los consumidores de cigarrillos electrónicos tienen más probabilidades de desarrollar caries y enfermedades periodontales.
Para conocer los efectos nocivos de vapear en los dientes, los investigadores estadounidenses analizaron los datos de más de 13.000 pacientes mayores de 16 años. Los resultados fueron bastante concluyentes: el 79% de los pacientes que habían vapeado tenían un 19% más de riesgo de tener caries que los que no lo habían hecho.
Por este motivo, los investigadores han recomendado que el uso de cigarrillos electrónicos y dispositivos de vapeo se incluya en los cuestionarios rutinarios de historial dental y médico. Además, han convenido incorporar el vapeo como uno de los factores que aumentan el nivel de riesgo de caries de un paciente.
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