A la andanada de engaños vía mensaje de texto y chat, que ya inundan a diario millones de teléfonos en Colombia, se suma otro flagelo: el desolador escenario que vive una persona a la que han robado su celular.
He sido testigo de varios casos de amigos y familiares a quienes les han hurtado su teléfono, o lo han dejado abandonado. El libreto del horror se repite: logran desbloquear el equipo, cambian contraseñas de correo, los bandidos con ello logran solicitar nuevas claves en servicios bancarios, de domicilios, chat, redes sociales, para luego comenzar un viacrucis de estafas, extorsiones y más engaños, que agobian a la víctima, que, literalmente, lucha sin éxito.
Porque, para empezar, tratar de recuperar una cuenta de correo que fue usurpada es, literalmente, casi que imposible. Máxime si la víctima, lastimosamente de manera generalizada, no tuvo la prevención de implementar sistemas de doble verificación (¡háganlo ya!).
Navegar por formularios repetitivos e inocuos es la norma; completar preguntas de seguridad y cliquear en enlaces que no llevan a la solución urgente es la vivencia triste, en medio de la angustia de ver cómo se van perdiendo los s a cuentas, correos, perfiles y comienzan a chatear o ar a amigos, compañeros y familiares para extender los timos.
¿No debería existir un botón, chat, línea de atención humana, algo, con Gmail, Outlook, Facebook, WhatsApp, etc., para estos casos? Como en los bancos: una audiollamada o en la página con par clics se bloquea todo y listo. Digo, si son pan de cada día, estamos pero en mora hace meses para que exista un compromiso más sólido de las gigantes digitales por ser más empáticas y eficientes, sin escurrir lo que les corresponde.
Activar el sistema de rastreo y ubicación del celular no sirve sino para sufrir viendo dónde está el aparato, generalmente en los mismos lugares de siempre (un saludo a la Jiménez con Caracas en Bogotá) sin que nadie pueda hacer nada: ni la Policía, ¡alguien!
Tener activo el sistema de doble verificación SMS y correo, usar claves y códigos fuertes, protección con reconocimiento facial y huella y desactivar los botones de control que permite a los ladrones dejar sin señal el teléfono mientras se lo llevan es lo ideal.
Porque, si le roban el celular, sepa que nadie lo va a ayudar. Ni Gmail, ni Facebook ni Instagram, menos WhatsApp. Nadie.
JOSÉ CARLOS GARCÍA
Editor Multimedia
En X: @JoseCarlosTecno