Todo ha cambiado por el influjo de las redes sociales e internet. Incluso nuestras capacidades para afrontar situaciones complejas y la manera como ellas afectan nuestra salud mental.
Una de ellas le envió a su novio una foto explícita de su cuerpo, imagen que terminó en redes y WhatsApp, lo que al parecer habría llevado a la niña a tomar la fatal decisión. Una situación similar vivió la otra menor.
En medio del dolor para las familias de ambas menores, este caso asomó la punta de una gran problemática de salud pública en Colombia en la que el uso poco responsable y seguro de la tecnología y las redes sociales se combina con el matoneo y el abuso.
Un estudio de la Universidad CES de Medellín, en alianza con Tigo, reveló que casi cuatro de cada 10 menores han sido víctimas de algún tipo de matoneo o acoso por parte de sus compañeros del colegio.
La psicóloga Paula Caicedo, experta en manejo de pacientes adolescentes, afirma: “En mi experiencia profesional he evidenciado que tres de cada 10 pacientes menores de edad han incurrido en prácticas como el sexting”, un neologismo que combina sex con texting para aludir al intercambio de contenidos eróticos a través de sistemas móviles de chat y mensajería.
Para Andrés Guzmán Caballero, experto en derechos humanos en entornos digitales, “esta problemática no debe verse como un tema de tecnología, leyes o castigos, sino de entender y comprender de manera holística la nueva manera que tienen los más jóvenes de socializar”.
Papás deben aprender
Para Guzmán, en los padres radica parte importante del error a la hora de afrontar este tema en casa y el colegio. “Los padres son los que más bullying hacen ante un hecho de estos y eso genera miedo y falta de respeto en los niños”, sostiene. En tal sentido, la educación en este caso debe empezar por los papás y docentes, según el experto.
Por su parte, para la psicóloga Caicedo, el diálogo, en el marco de la confianza y la transparencia, es fundamental para el proceso de prevención y manejo de este tipo de fenómenos.
“Los padres deben concientizar a los hijos de los peligros y las consecuencias que conlleva la práctica del sexting y hacer mucho énfasis en que todo acto tiene una consecuencia”, dice.
Según la ONG internacional Bullying Sin Fronteras, nuestro país ocupa el cuarto lugar en Latinoamérica con mayor número de casos de ciberacoso reportados: cerca de 26.000 al año.
¿Quién es responsable?
En este punto hay opiniones distintas. Según Andrés Guzmán Caballero, experto en derechos humanos en entornos digitales, “en este tema no hay políticas públicas claras, no hay cátedra en los colegios, los niños no saben qué hacer ante estos temas”.
El pasado 2 de mayo, Día Mundial contra el Bullying, la ONG Bullying Sin Fronteras reveló que el cibermatoneo deja al menos 200.000 muertes al año de manera directa e indirecta.
Los padres deben concientizar a los hijos de los peligros y las consecuencias que conlleva la práctica del sexting y hacer mucho énfasis en que todo acto tiene una consecuencia
México, Estados Unidos y España son los países más afectados, mientras que Twitter, Facebook, Instagram y WhatsApp son las redes y plataformas de socialización más tóxicas en cuanto a ciberacoso.
“Desde el Ministerio de Educación se debería generar una política vinculante que deje en claro que esto no es un problema de los niños ni de los colegios, sino que vincula a todo el sistema educativo: padres, educadores y niños”, afirma Guzmán. “Todos dicen tener programas o cursos contra el acoso, pero la mayoría no vincula a los padres, por ejemplo, no tienen simulacros que recreen casos y permitan diseñar una ruta para saber qué hacer”, remata.
En esa misma línea, la psicóloga Caicedo considera que “en el ámbito familiar se debe crear una red de apoyo para que el niño se sienta seguro y tranquilo, una red que involucre a la familia, psicólogo personal y a los docentes”.
Hay consejos para que en la familia se puedan generar tácticas y procesos de gestión del uso de pantallas, de creación de esa ruta de escape y acción, que defina cómo “prevenir, atacar y actuar, que son los tres pilares de una política correcta para estos casos”, puntualiza Guzmán.
Cuidar la salud mental
Ante un caso de ciberacoso producto de una situación de contenidos privados de los menores, lo primero que debe garantizarse es la estabilidad de la salud mental de los niños, pues será lo primero en que se verá impactado.
“Lo primordial es la prevención a través de la formación en valores durante el desarrollo evolutivo de niños y niñas, estableciendo vínculos de comunicación asertiva y confianza con sus hijos”, explica la psicóloga Paula Caicedo.
De ahí la importancia de educar sobre los riesgos y las consecuencias emocionales de la exposición en redes sociales.
Lo primordial es la prevención a través de la formación en valores durante el desarrollo evolutivo de niños y niñas, estableciendo vínculos de comunicación asertiva y confianza con sus hijos
Otro aspecto por consolidar es el de fomentar la empatía y el respeto hacia los demás en el entorno digital. “Los niños en ambientes escolares han normalizado estas situaciones: si les hacen bullying, es normal; si se comparte una foto de una niña, es normal. Y nunca lo cuentan, no hay confianza, es inocuo porque cuando lo comentan son regañados”, afirma Guzmán.
Ambos expertos coinciden en que los adultos deben estar disponibles para escuchar y apoyar a los jóvenes, enseñarles a denunciar y a buscar ayuda cuando se sientan amenazados o acosados en línea.
Otro aspecto vital en la política de prevención, desde el ámbito familiar, es supervisar y acompañar la actividad en línea de los hijos y establecer límites claros. Establecer acuerdos de desconexiones, no usar pantallas ni celulares en momentos de familia, en donde el diálogo sea el protagonista.
Cómo darse cuenta
Hay algunos síntomas que pueden darnos, como padres, pautas de que estamos ante un caso de ciberacoso.
En primer lugar, los cambios en el comportamiento. Episodios de profunda tristeza o ansiedad. También si se muestran retraídos y evita las actividades sociales.
Hay otro síntoma muy importante: los cambios en el uso de la tecnología por parte del menor. Cuando de un momento a otro ya no quieren usar tanto el teléfono o el computador. Finalmente están los cambios en el rendimiento escolar.
En todos estos casos, advierten los expertos, la represión y la violencia (verbal o física) no son el camino: así tal vez criaron hace varias décadas a los padres, pero ahora comprender que el mundo es otro y las dinámicas sociales son distintas es la mejor ruta para afrontar con empatía y confianza esta problemática.
Algunas pautas y consejos para padres y educadores
Expertos en manejo de situaciones de ciberacoso y sexting, recomiendan:
1. No matonear a los menores por cometer un error. Eso solo logrará alejarlos más.
2. Hablar abiertamente de casos y peligros. No esconda lo grave que puede ser esta situación, lo peligroso de compartir fotos privadas.
3. Defina una ‘ruta de escape’. Simule los hechos: ¿qué hacer cuando suceda? ¿Qué pasos se deben seguir?
4. Aprenda de redes y tecnología. Es importante que conozca cómo funcionan esas plataformas, cómo se intercambian contenidos, las tendencias y los retos que imponen a menores, etc.
5. Esté atento a los síntomas y alertas tempranas. Identifique cambios en el comportamiento, estado de ánimo y desempeño escolar.
JOSÉ CARLOS GARCÍA R.
Editor Multimedia
En Twitter: @JoseCarlosTecno