Desde el momento en que llegaron a la era digital, los emojis han sido parte fundamental de las conversaciones en línea. Con este tipo de símbolos los internautas pueden enriquecer su lenguaje digital y representar desde objetos, animales, comidas y señas, hasta emociones.
Es precisamente esa fascinación por los 'emojis' lo que llevó a investigadores de universidades como la Javeriana, La Sabana y Oxford a indagar cuáles son los factores que influyen para que se asocien estos símbolos con una interpretación emocional.
Una de sus investigaciones explica que las líneas y los puntos, que han sido entendidos como elementos primarios de la percepción visual, son capaces de generar distintas emociones que inciden de manera crucial a la hora de comunicar.
Para determinarlo, los científicos utilizaron tres experimentos que pusieron a prueba con 54 participantes del Reino Unido y Colombia. En el primero, exhibieron distintas líneas y les pidieron a estos que las asociaran con una emoción; en el segundo, agregaron puntos y pequeñas líneas que simulaban ser ojos; y en el tercero, dejaron solo estas dos últimas formas básicas.
Los resultados fueron contundentes: las líneas cóncavas producían felicidad; las convexas, tristeza; y la combinación de estas con los elementos que parecían ojos evocó distintas emociones precisas (tensión, agrado, amabilidad, desagrado, entre otras).
Todo esto se enmarca en lo que psicológicamente se conoce como cognición corporal, es decir, que el conocimiento está embebido dentro del cuerpo e incide significativamente en lo que un individuo percibe y aprende.
Las líneas cóncavas producen felicidad; las convexas, tristeza; y la combinación de estas emociones como tensión, agrado, o
amabilidad
El estudio menciona que una de las primeras formas en las que el cerebro analiza una línea o un punto es asimilándolo al cuerpo. De ahí que para el cerebro una cara es primero un conjunto de líneas que después constituye una imagen y la consecuente interpretación social de quién es uno y quién el otro.
Si bien la intuición dicta que las líneas curvas son más amigables y positivas que las rectas, que suelen percibirse como distantes, rígidas y negativas, esta investigación pasa tales ideas de sentido común por el cedazo de la metodología científica y amplía su alcance.
“Aunque ya se sabía que hay líneas que generan algunas emociones, nuestro estudio se ampara en la ciencia para validarlo y amplía el repertorio conocido, pues lo que era claro hasta el momento es que la unión de dos líneas rectas formando un vértice genera aprehensión y amenaza”, señala el ingeniero industrial Jorge Alvarado.
El psicólogo Alejandro Salgado Montejo, coautor del estudio en cuestión, explica que ante el advenimiento de la tecnología digital y la constante abreviación del lenguaje, las emociones se han vuelto especialmente notorias y relevantes. “Hemos creado sistemas de comunicación en los que no podemos inferir muchos elementos emocionales dado que no hay sujeto, sino una interfaz intermedia, como el celular o el computador”, agrega.
REDACCIÓN TECNÓSFERA
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