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La caída y ascenso de Sam Altman: claves del terremoto tecnológico y la IA
Para el año 2023, Open IA pretende generar 1.300 millones de dólares de ingresos.
El viernes 17 de noviembre, Sam Altman fue despedido como CEO de OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, peroen tan solo cuatro días, luego de múltiples reacciones, entre ellas las de Microsoft, principal inversor y socio de OpenAI, Altman recuperó su trabajo y parte de la junta fue renovada.
OpenAI es una compañía que ha presentado un crecimiento sostenido y vertiginoso, y que en tan solo un año ha logrado transformar la forma en que el mundo navega en internet, a la vez que masifica y democratiza el a la inteligencia artificial generativa con su popular ChatGPT.
En 2022, los ingresos de la compañía fueron 28 millones de dólares. En octubre de 2023, Altman, en una comunicación interna a la que tuvo el medio especializado The Information, señaló que OpenAI está en camino de generar 1.300 millones de dólares de ingresos al año.
Este mismo año, OpenAI integró su modelo de lenguaje al motor de búsqueda de Bing, revolucionando la forma en que las personas pueden encontrar lo que les interesa en Internet, pasando de un sistema basado en palabras clave para pasar a un modelo más conversacional. Algo que no le cayó muy bien a Google, el rey y dominante de este mercado, que reaccionó anunciando Bard (su contraparte a ChatGPT) e integrándolo gradualmente a su motor de búsqueda. A comienzos de este mes, la compañía anunció su llegada a Colombia y otros 143 países.
Sam Altman, habla con los medios de comunicación tras declarar ante el Subcomité de Privacidad, Tecnología y Derecho del Poder Judicial del Senado. Foto:EFE/EPA/JIM LO SCALZO
De ahí que la salida de Altman causara todo un revuelo mediático. Al comienzo, en redes sociales circularon teorías alrededor de una súper inteligencia artificial y una junta atemorizada. Sin embargo, la compañía aclaró en un comunicado que la decisión se tomó porque Altman, como CEO “no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta directiva, lo que dificulta su capacidad para ejercer sus responsabilidades”.
No obstante, esos primeros rumores vuelven a tomar fuerza debido a nueva información que ha revelado Reuters sobre un proyecto cuyo nombre clave es Q*.
Una IA que podría ‘amenazar a la humanidad’
bola Foto:X: @sama X: @OpenAI
Según informó la agencia Reuters este miércoles, a partir de testimonios de fuentes anónimas relacionadas con la compañía, múltiples investigadores de OpenAI habrían escrito una carta para la junta directiva, alertando de la poderosa inteligencia artificial descubierta y que podría “amenazar a la humanidad”. Las fuentes atribuyen a dicha información parte de las razones de la salida de Altman. Sin embargo, el medio especializado The Verge asegura que la misiva no alcanzó a llegar a la junta antes de tomar la decisión.
De acuerdo al artículo de Reuters, tras la salida de Altman, la compañía envió un mensaje a los trabajadores reconociendo la existencia de Q*.
Para algunos de los empleados consultados por la agencia de noticias, este proyecto estaría relacionado con una inteligencia artificial general (IAG), lo que marcaría un nuevo hito en este campo luego de los avances de la inteligencia artificial generativa.
Para IBM, otra de las grandes compañías, que lleva años investigando e invirtiendo en inteligencia artificial, una IAG es “una forma teórica de IA en la que una máquina tendría una inteligencia igual a la de los humanos; sería autoconsciente y tendría la capacidad de resolver problemas, aprender y planificar para el futuro”.
Esto causa preocupación entre los expertos, debido a que se trataría de inteligencias artificiales altamente calificadas que podrían tomar decisiones que afecten a las personas de forma negativa. Si bien los remitentes de la carta alertaron del potencial riesgo que esto podría suponer, Reuters señala que no pudo conocer exactamente cuáles son los aspectos que más les preocupan.
Ahora bien, este tipo de inteligencias artificiales son teóricas en tanto nunca se han conseguido. En parte, eso se debe a la tan alta capacidad de cómputo y consumo energético que requerirían para funcionar.
Con el boom de la inteligencia artificial generativa, diversas empresas están virando su estrategia hacia la IA, buscando evolucionar sus productos para dominar el mercado de servidores en los que se ejecutan estos modelos de inteligencia artificial.
Nvidia, que ya gozaba de gran popularidad entre los s por su aplicación de IA en sus tarjetas gráficas, sorprendió al mercado con un incremento en sus ganancias durante el tercer trimestre fiscal que finalizó en octubre.
Según anunció la empresa tecnológica, obtuvo un beneficio neto de 9.243 millones de dólares, una cifra que supera en más de trece veces las ganancias del mismo período del año anterior.
Dicho crecimiento está apalancado, en parte, por sus servidores que emplean GPUs de alto rendimiento, especializadas en inteligencia artificial.
Pero a esta empresa le llega competencia cada vez más fuerte. AMD, por ejemplo, anunció en junio de este año la familia de aceleradores para IA generativa AMD Instict Serie MI300, capaz de itir hasta 192 GB de memoria HBM3 para ofrecer la eficiencia de cómputo y memoria necesaria, de cara al entrenamiento de modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM) para cargas de trabajo de IA generativa.
Por su parte, Microsoft presentó en noviembre de este año dos chips enfocados en inteligencia artificial: el Microsoft Azure Maia AI Accelerator, optimizado para tareas de inteligencia artificial (IA) e IA generativa, y la U Microsoft Azure Cobalt, un procesador basado en Arm diseñado para ejecutar cargas de trabajo de computación de propósito general en la nube de Microsoft.
Estos chips comenzarán a implementarse en 2024 en centros de datos de Microsoft, impulsando inicialmente los servicios de la compañía, como Microsoft Copilot o Azure OpenAI Service.
Por otro lado, la carrera también se libra en los computadores de consumo. Intel con sus procesadores Meteor Lake y AMD con sus Ryzen 7000 Series buscan llevar la capacidad de cómputo necesaria a los computadores personales y profesionales para ejecutar de forma nativa aplicaciones de IA.
Toda esta evolución en materia de Hardware hace prever que cada vez estaremos más cerca de conseguir los sistemas necesarios para ejecutar súper modelos de inteligencia artificial.
De acuerdo a una fuente anónima de Reuters, el nuevo modelo fue capaz de resolver ciertos problemas matemáticos a nivel de estudiantes de primaria.
Esto es visto por los investigadores, indica, como algo positivo, dado que los modelos de inteligencia artificial generativa, como GPT, son buenos para predecir estadísticamente la siguiente palabra en su respuesta. No obstante, que estos modelos puedan entender problemas matemáticos y razonar, aproximaría a la IA a la capacidad de pensar como un humano, según investigadores.
Altman regresa fortalecido y con una nueva junta directiva
Dreamforce 2022 Marc Benioff con CEO de Salesforce y Bret Taylor – Co-CEO, Salesforce, en el evento de apertura de la conferencia Foto:Salesforce
Sam Altman regresa a OpenAI como CEO de la compañía que ayudó a fundar en 2015 con una nueva junta directiva formada inicialmente por Bret Taylor (presidente), ex consejero delegado de Salesforce; Larry Summers, exsecretario del Tesoro de Estados Unidos, y Adam D'Angelo, cofundador y consejero delegado de Quora, siendo el único de la anterior estructura que permanecerá en el cargo.
Por su parte, saldrían del órgano Ilya Sutskever, cofundador y científico jefe de OpenAI, la empresaria Tasha McCauley y Helen Toner del Centro de Seguridad y Tecnología Emergente de la Universidad de Georgetown.
"Con el apoyo de la nueva junta directiva y de Satya (Nadella, CEO de Microsoft), espero volver a OpenAI y aprovechar nuestra sólida asociación con Microsoft", señaló Altman en su cuenta de X.
Además del retorno de Altman, también regresará a la empresa Greg Brockman otro de los confundadores de la 'startup' y presidente de la misma hasta la semana pasada.
La restitución de Sam Altman como máximo ejecutivo de OpenAI se produce después de que alrededor del 97% de la plantilla de la empresa firmase una carta este lunes en la que reclamaba el retorno del directivo cesado, así como la dimisión de la junta directiva responsable de su salida además de abrir la puerta a un éxodo masivo hacia Microsoft, máximo accionista de OpenAI y que había acogido al propio Altman.