Lo que Apple lanzó es más que solo tres teléfonos

En el papel, Apple cumplió su promesa de lanzar tres nuevos modelos de su iPhone, que con los inexplicablemente complicados nombres de XS, XS Max y XR (la forma ‘correcta’ de leerlos es ‘Diez Ese’, ‘Diez Ese Max’ Y ‘Diez R’) llegan a mejorar las especificaciones de su exitoso modelo X (‘Diez’).

Y las mejoran. De lejos. En casi todos los frentes. Pero buena parte de ese salto se debe a que Apple instaló en los tres modelos un revolucionario chip, bautizado A12 Bionic.

Es, qué duda cabe, menos sexy que las líneas de vidrio y metal del nuevo teléfono, pero es ese chip el verdadero protagonista de la jornada. Por varias razones. La primera puede resumirse en cifras: Un año más, la inteligencia artificial es la auténtica protagonista de un nuevo procesador de los chicos de Tim Cook.

El Apple A12 Bionic presume de muchos componentes pero el fabricante ha puesto bastante énfasis en su nuevo motor neural, uno que permite llevar a cabo cinco billones de operaciones cada segundo. Cifras impresionantes para el nuevo cerebro móvil de Apple. Seis núcleos para la U, cuatro para la GPU. Cinco billones de operaciones por segundo. En comparación, los 600.000 millones de operaciones por segundo del A11, el chip presentado el año pasado, resultan modestos.

Pero las razones de peso por las que el A12 Bionic es el nuevo hit de Apple se representan mejor en las cosas que puede hacer: inteligencia artificial aplicada a las fotos, apps de nueva generación., aprendizaje automático en tiempo real, rendering de videojuegos en vivo, en realidad aumentada. Es la promesa que trae el chip Kirin 980, que Huawei sacará al mercado a final de año, pero Apple lo puso primero en el mercado.

Por lo demás, los nuevos teléfonos mejoran la protección contra el agua, que pasa a IP 68 y mejoran también la batería. Es notable que muchas de esta mejoras hayan pasado a los modelos económicos, en donde el sacrificio se hizo en términos de pantalla (que no es OLED sino LCD) y cámara, que no es dual.

La otra novedad destacada del evento Apple fue su reloj, que llega con esta a su cuarta generación. Si bien muchos de los cambios son estéticos (la pantalla salta a 44 mm y entrega ahora más información) es por decir lo menos notable que Apple haya lanzado este miércoles el primer dispositivo móvil (de hecho, el primer dispositivo para vestir) certificado para tomar electrocardiogramas.

Pareciera que Apple abandonó sus pretensiones de seguir vendiendo solo el lado ‘cool’ de su Watch para trabajar en un ángulo que podría hacerlo esencial para muchas personas: el de la salud. Así, no solo es un monitor de fitness capaz, sino que tiene por añadidura la capacidad de detectar anomalías en la frecuencia cardiaca y, ahora incluso la de saber si su se cayó y notificar de la emergencia a las autoridades.

Ese es un tipo de tecnología trascendente al que, tal vez, estamos menos acostumbrados. Entre los emojis animados y los videos en cámara superlenta, es fácil perder de vista la aplicación que tecnología de punta como esta puede tener en las vidas dice muchas personas. Por eso, a la salida del Steve Jobs Theater, este miércoles, muchos se preguntaban si no habríamos asistido al nacimiento dude Apple como empresa de salud.

Wilson Vega 

Editor de Tecnología