A medida que aumenta la participación de pequeños, jóvenes y adultos en los juegos en la red, se vuelve cada vez más importante que las familias protejan esta actividad para evitar caer en manos de delincuentes, según advierten los especialistas en ciberseguridad y gestión de sistemas críticos.
Algunos de los ciberdelitos más comunes en estos entornos digitales son: el robo de nombres y direcciones, de tarjetas de crédito y de dinero; el acoso virtual o cyberbullying, el grooming (engaño con fines sexuales a través de internet) y el envío de malware (programas maliciosos) a los s, según los expertos de S2 Grupo o S2G.
Explican que los jugadores en línea pueden ser víctimas de chantajes mediante contenidos de tipo sexual, que el ciberdelincuente tiene en su poder y promete no difundir a cambio de una contrapartida en dinero o favores.
“Los videojuegos en línea y los e-sports o deportes electrónicos ya trascienden las cuestiones de edad”, según explica José Rosell, director de S2G.
Señala que millones de jugadores participan en estos entretenimientos, que mueven una cantidad de dinero cada vez mayor en todo el mundo. “Esto ha conducido a un aumento de la cantidad de ciberataques a través de esta vía y a que estos ataques sean cada vez más elaborados”, añade.
Asimismo, “muchos de los riesgos que enfrentan los jugadores en internet se deben a la alta conectividad que ofrecen los videojuegos entre los propios participantes”, añade Miguel Á. Juan, socio-director de S2G.
“La existencia de estos peligros no implica que haya que dejar de jugar o de aprovechar las ventajas de estos entretenimientos, sino que invita a conocer las amenazas potenciales y saber cómo jugar sin ponerse en peligro”, comentan.
El equipo que dirigen Rosell y Juan ofrece una serie de recomendaciones para ayudar a participar en los videojuegos en línea y en los e-sports de una forma más segura.
Decálogo del ‘gamer’
La existencia de estos peligros no implica que haya que dejar de jugar, sino que invita a conocer las amenazas potenciales y saber cómo hacerlo sin ponerse en peligro.
Primero, se recomienda crear un correo electrónico exclusivo para jugar en línea. Usualmente, en ese tipo de juegos hay que crearse una cuenta. Algunos videojuegos permiten acceder con base en un registro previo en redes sociales, pero S2G desaconseja esta práctica “porque las aplicaciones o juegos podrían acceder de ese modo a mucha información personal”.
Estos especialistas recomiendan crear un correo electrónico nuevo, exclusivamente para el registro en los videojuegos, y no incluir ningún dato personal como nombres, apellidos, fecha de nacimiento, sexo o ciudad.
Segundo, los expertos aconsejan crear una contraseña nueva y segura para el e-mail de registro y los videojuegos, la cual debe ser diferente de las que utilice en otros entornos digitales.
Tercero, se recomienda no enlazar ninguna tarjeta bancaria a sus cuentas de juegos. Los casos de robos de tarjeta de crédito a través de videojuegos en línea son frecuentes entre los adolescentes, debido a que “son quienes más compran en línea, para lo cual suelen utilizar las tarjetas bancarias de sus padres”, según los expertos de S2G.
Ellos desaconsejan asociar tarjetas de crédito o débito para los pagos de suscripciones, de un determinado videojuego o de ítems durante las partidas.
En lugar de ello, recomiendan usar un monedero virtual como el de PayPal, con una cuenta exclusiva para los entretenimientos digitales y en la que no se almacenará dinero, o adquirir tarjetas para gastar en ecosistemas específicos de videojuegos cargadas con una suma limitada de dinero y que permitan pagar introduciendo un código.
Cuarto, aconsejan a los jugadores solo conectarse a redes confiables. Cuando se juega desde el teléfono móvil “hay una tendencia a conectarse a redes wifi públicas, como las de restaurantes o aeropuertos, pero esto pone en riesgo la privacidad del ”, según S2G.
Quinto, es crucial siempre cerrar la sesión al terminar de jugar. Cuando se juega en dispositivos ajenos o en una LAN party, es decir, un evento que reúne a un grupo de personas con sus computadores para jugar, debemos cerrar siempre la sesión de nuestra cuenta y eliminar los archivos temporales, el historial de navegación y las cookies, según esta misma fuente.
Sexto, hay que descargar los juegos siempre desde las webs oficiales. “Descargar los videojuegos de páginas web desconocidas puede conducir a que nuestros dispositivos se infecten con malware (programas maliciosos) y a que nuestra información privada se exponga a riesgos”, según afirma Rosell.
Séptimo, aconsejan limitar el uso de chats comunitarios. “En los juegos en línea se puede estar en o con otros jugadores mediante chats, audio y video, formando parte de comunidades de juegos específicos, pero esto puede exponerlos a distintos tipos de ciberacoso”, advierten desde S2G.
“Por eso no deben extralimitarse en las conversaciones con desconocidos a través de los videojuegos”, señalan.
Además, “el robo de datos biométricos de los s, como su frecuencia cardíaca, transpiración, temperatura de la piel, ondas cerebrales, seguimiento visual, expresiones faciales y movimientos corporales, por medio de videojuegos en internet, aporta información útil para los ciberdelincuentes”, señalan.
Octavo, hay que evitar hacer clic en enlaces o extensiones desconocidas. “En muchos foros, comunidades de videojuegos o chats con jugadores desconocidos es frecuente que se publiquen o se envíen diferentes enlaces o extensiones. Cuando haya dudas sobre su origen o fiabilidad, no se debe acceder a estos recursos, porque podrían infectar nuestro dispositivo”, advierten.
Noveno, y esto es una recomendación especial para padres con niños que disfrutan de estos juegos, hay que tener una aplicación de control parental. Los padres deben concientizar a sus hijos pequeños sobre los riesgos de los entornos digitales, crear un ambiente de mutua confianza para que les comenten cualquier anomalía que detecten y fomentar el uso de videojuegos adaptados a sus edades.
Además, “es recomendable que activen una app de control parental que algunos videojuegos ya incorporan por defecto, en los dispositivos de los niños, para conocer la forma de jugar de sus hijos”, según Rosell.
Décimo, aconsejan protegerse del ciberespionaje. Algunos video-juegos requieren el a la ubicación del en tiempo real y la activación del GPS, al igual que a la cámara del dispositivo, pero esto puede entregar información muy valiosa a un ciberdelincuente, según S2G.
Por ello, esta compañía aconseja usar un ‘cubrecámara’ para tapar el objetivo del smartphone y del computador, además de desactivar el GPS cuando no se lo utilice para jugar en línea.
Si sigue estas recomendaciones básicas, podrá tener una experiencia de juego mucho más segura y será menos propenso a caer en las trampas de los ciberdelincuentes.
RICARDO SEGURA
EFE REPORTAJES
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