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El millonario negocio que estaba cocinando hombre al que mataron con su hijo en Bogotá
Sicarios siguieron su BMW por semanas. Buscaba quedarse con megalote vinculado a un diplomático.
Dos hombres morenos, que se movilizaban en una moto Dominar 400 color negro, fueron vistos hace un par de semanas rondando por un exclusivo sector del norte de Bogotá.
Sus apariciones coincidían con la llegada de un BMW 530i, color gris space, donde se movilizaba el dueño de la vivienda: Carlos Ernesto Gaviria Camacho.
Momento en el que la Policía encuentra la escena del sicariato de Carlos Ernesto Gaviria. Foto:Archivo particular
Hoy se indaga si esos dos sujetos son los mismos que el pasado jueves, 26 de octubre, siguieron durante varias cuadras el mismo vehículo, modelo 2010, y asesinaron de nueve balazos en el rostro y en el pecho a Gaviria, de 55 años.
En el mismo acto sicarial murió Nicolás, el pequeño hijo del de empresas bogotano que iba en el puesto del copiloto rumbo al colegio Gimnasio Vermont.
El lote que reclamaba Gaviria está ubicado en la calle 192 con Autopista Norte. Foto:Archivo particular
¿Negocios dudosos?
Según el acta de una junta extraordinaria de Cristo Lector Ltda., Carlos Gaviria fue elegido como presidente. Foto:EL TIEMPO
La fiscalía 372, coral 12, se encargó de hacer el levantamiento del los cadáveres dentro del vehículo, que quedó a un lado de la calle 183 con carrera 8. Y se pudo establecer que el niño murió producto de un impacto de bala disparado cuadras atrás y no de un infarto como se dijo inicialmente.
Allegados a Gaviria le aseguraron a EL TIEMPO que la familia del menor está destrozada.
“La madre de Nicolás murió en 2018 y ahora queda solo su hermana con sus abuelos. Carlos se quedó con la custodia de los niños y era un buen padre. No sabemos nada de sus negocios”, dijo una persona cercana a la familia.
En la autopista Norte, la ampliación se hará de 3 a 5 carriles, entre la calle 245 y el peaje Andes. Foto:Archivo particular
Sobre ese último punto están centradas las investigaciones del CTI para establecer los posibles móviles del asesinato.
Tal como EL TIEMPO lo reveló, Gaviria estaba en medio de un multimillonario pleito por una vieja herencia que incluye dos megalotes que miden 90 mil metros cuadrados.
Ambos hacen parte de la antigua finca El Carmen, ubicada entre las calles 191 y 193, en ambos costados de la autopista Norte. A finales de diciembre del año pasado, Gaviria interpuso una querella policiva en la inspección 11 A de Suba y con un primer fallo en mano, intentó desalojar a los actuales ocupantes.
El cura que da este testimonio oficia en el oriente del país. Foto:iStock
Se trata del Consorcio Exprés, uno de los operadores de buses troncales y urbanos del sistema de Integrado Transporte Público que lo tiene arrendado desde hace al menos 12 años por una suma importante.
La versión que Gaviria daba es que los megalotes hacían parte de la herencia del cura Abel de Jesús Barahona Castro, desaparecido en 1996. Además, que él había adquirido el 62 por ciento de las acciones de Cristo Lector Ltda., una de las compañías del cura, propietaria de los predios.
De hecho, testigos aseguran que Gaviria ya tenía negociado uno de los lotes con una inmobiliaria cuyo principal accionista es un empresario Barranquillero.
El diplomático y el pleito
Durante los trayectos, los s tendrán la posibilidad de practicar inglés. Foto:
EL TIEMPO se comunicó con voceros del Consorcio Exprés, quienes manifestaron que en efecto, Gaviria los había visitado para decirles que si la querella quedaba en firme, él iba a empezar a recibir el dinero d el arriendo.
Sin embargo, en abril pasado perdió la segunda instancia. Y, de manera paralela, empezó a avanzar un proceso en su contra.
EL TIEMPO también se comunicó con el abogado Pablo Salah, quien aseguró que el lote fue inicialmente de un reconocido médico quien se desempeñó como diplomático en Mánchester (Inglaterra).
Pablo Salah, abogado. Foto:Archivo particular
Según Salah, Mercedes Calvo, viuda del diplomático, heredó parte del megalote.
“Cuando apareció el cura Barahona aprovechó la cercanía que tenía con la señora Calvo y logró que ella cediera parte de los predios”, dijo el abogado.
Y agregó: “El lote fue puesto a nombre de la sociedad Cristo Lector de la que Gaviria terminó adquiriendo un 62 por ciento y por eso aducía ser el propietario”.
El caso terminó en la justicia y según el abogado, la Fiscalía formuló acusación en contra Carlos Gaviria por fraude procesal y falsedad en documento público.
Personas cercanas a la firma Cristo Lector -que Gaviria había resucitado jurídicamente en 2020-, aseguran que el empresario insistía en que podía demostrar que tenía derechos sobre esos predios y que incluso había contratado a varios prestigiosos abogados para que le ayudaran en la reclamación.
Este es el acta en la que figura Gaviria Camacho como accionista de Cristo Lector. Foto:EL TIEMPO
Pero también dijeron que por lo delicado del tema hubo una época en la que Gaviria usó un esquema de seguridad.
De hecho, EL TIEMPO encontró su nombre en la empresa 2R Security. Sin embargo, con la que operaba era con la Gamma Inmobiliaria SAS, cuyas acciones heredó cuando su esposa murió.
EL TIEMPO estableció que representantes y abogados de Cristo Lector van a esperar un par de meses para definir qué van a hacer con ese pleito.
Medicina Legal entregó el pasado viernes los cuerpos de padre e hijo y la familia Gaviria prepara una discreta ceremonia para darles cristina sepultura este fin de semana.