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Los colombianos que ayudaron a liberar a monja secuestrada por Al Qaeda
Alucinaciones y líos en un pulmón la estaban consumiendo. Expolicía cazanarcos, en la operación.
La monja Gloria Cecilia Narváez (d) en la primera imagen que se conoce de ella en libertad. Foto: Twitter: Presidencia de Malí
‘Quiero mi pasaporte, quiero mi pasaporte’. Esa es la frase que más repite la religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez, quien el 9 de octubre pasado recuperó la libertad, tras permanecer 4 años y 8 meses secuestrada en algún lugar de Malí, por una de las facciones más violentas de Al Qaeda.
Una tarde de febrero de 2017, hombres armados del Frente de Liberación de Macina la sacaron de la casa de las hermanas franciscanas, ubicada muy cerca de la frontera con Burkina Faso. Algunos dicen que se la subieron a la fuerza a una moto, con su hábito café entre las manos.
Durante meses, no se volvió a saber nada de Gloria, de menos de 40 kilos y 59 años, quien completaba 15 como misionera en África y ahora permanece en el Vaticano, recibiendo apoyo espiritual y psicológico mientras le entregan sus papeles para viajar a Colombia.
El Gaula de la Policía Nacional activó un dispositivo secreto para ubicarla, al que se unieron expertos de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), articulados por la Cancillería.
Los expertos del Gaula y de la DNI hicieron registros fotográficos y de video de su trabajo en terreno. Foto:Policía
Todos pactaron no revelar los hilos diplomáticos y de inteligencia que se movieron para su liberación, y así no arriesgar las vidas de dos religiosas colombianas que aún permanecen en la zona –una paisa y otra nariñense, como Gloria– y de otros secuestrados.
Sin embargo, EL TIEMPO accedió a documentos reservados en los que están consignados datos relevantes del dispositivo internacional que incluyó a cuatro países y el viaje a Malí de un destacado agente de la DNI y de dos expertos de la Policía, que permanecieron en la zona entre marzo y mediados de junio pasado.
Alucinaciones, problemas en un pulmón y una rodilla
Sophie Petronin entregó información clave sobre el cautiverio de la religiosa. Foto:EFE
“Tras el secuestro de la hermana Gloria se conformó el Grupo de Respuesta a Crisis de Secuestrados y Rehenes Internacionales.
Por ese canal, empezamos a ar a agencias de inteligencia de Francia, Italia, Canadá, España, Estados Unidos y hasta Brasil. El propósito fue focalizar la ruta geográfica y diplomática por seguir”, explicó una alta fuente del Gobierno.
Para desplegar en terreno el operativo, la trabajadora de derechos humanos
Sophie Petronin fue determinante.
(Le puede interesar: Las narcofiestas en México detrás del caso de suicidio de excapo Bergonzoli fue determinante).
La sa, de 75 años, estaba secuestrada desde 2016 por el Magreb Islámico y, en octubre de 2020, fue liberada junto con dos ciudadanos italianos (un turista y un sacerdote) y con el político opositor maliense Soumaila Cisse.
En un video que llegó como prueba de supervivencia se notó su deterioro. Foto:Archivo Particular
“Petronin reveló que había compartido cautiverio con la colombiana. Además, suministró datos que permitieron hacer una georreferenciación del campamento en el que las tuvieron retenidas”, agregó la fuente.
La sa dijo que la hermana Gloria estaba sufriendo y tenía un frágil estado de salud: la consumían el sol, una dolencia en una de sus rodillas, un problema de pulmón e incluso episodios de alucinaciones.
De estos últimos han dado cuenta varios secuestrados que permanecieron por años en las jaulas que las Farc habilitaron en la selva colombiana.
Y en los 17 segundos del video de la religiosa, que se divulgó en 2020 como prueba de supervivencia, se confirmó su deterioro.
Salió con un trapo sucio y roto en su cabeza, con el que buscaba frenar las quemaduras en su rostro. Según testimonios de otros secuestrados, Gloria empezó a coexistir con sus captores prestándoles primeros auxilios a sus compañeros de cautiverio.
La súplica de Sophie
Y, por su estado de salud, estuvo al margen de un plan que se tejió para que varios cautivos huyeran de los terroristas.
Petronin contó, además, cómo se comunicaba con la religiosa, jugaban con piedras y sobrevivían en condiciones extremas: temperaturas de hasta 40 grados centígrados en las llanuras áridas de Liptako-Gourma, en donde cuesta respirar y en donde hay más de 1.200 incidentes violentos al año.
El terreno es tan hostil que los 6 hombres de una de las kativas (cuadrillas terroristas) que custodiaban a la monja colombiana le permitían moverse dentro de cierto perímetro porque sabían que era imposible que se escapara. Solo un par de italianos han logrado huir, cuando los movían por un río.
La situación de la monja era tal que Petronin –quien después se convirtió al islam– le rogó a su gobierno que rescataran a Gloria, quien pasó parte de su secuestro al norte de Tombuctú, la llamada ciudad de los 333 santos.
Un vendedor de camellos accedió a grabar a los secuestradores de la religiosa. Foto:Policía Nacional
Las botellas congeladas
“Carlos y familia Narváez: reciban un fraternal saludo, que el buen Dios los bendiga, les de salud. Yo estoy 4 años secuestrada y ahora estoy en un nuevo grupo Gsim Sof Isalam musulmán. Oren mucho por mí. Que Dios los bendiga. Yo espero que Dios me ayude a conseguir mi libertad”, escribió la religiosa el 3 de febrero de 2021.
Los agentes colombianos también hicieron reportes de las precarias condiciones en las que la monja estaba e incluso narraron lo que ellos tuvieron que soportar. Un feligrés, cercano a un sacerdote, les rentó una pequeña casa e inicialmente tuvieron líos de salud por la comida.
Tuvimos un encuentro con el alto líder tuareg Iyad ah-ghaly (una de las castas), quien tenía a una zona donde, de acuerdo con el cruce de información, estimábamos se encontraba Gloria
Ante las elevadas temperaturas y la advertencia de su casero sobre los altos costos del aire acondicionado, congelaban botellas de agua para deslizarlas entre sus camas.
“En una ocasión tuvimos que desplazarnos a una población retirada de Bamako.
Entrada la noche, tuvimos un encuentro con el alto líder tuareg Iyad ah-ghaly (una de las castas), quien tenía a una zona donde, de acuerdo con el cruce de información, estimábamos se encontraba secuestrada Gloria”, recuerda uno de los agentes.
Y agrega que los orientaron desde el punto de vista geográfico hasta la forma en que las kativas estaban en ciertas áreas de Malí.
Los agentes colombianos estuvieron tres meses buscando pistas sobre el paradero de la religiosa. Foto:Policía Nacional
El curtido cazanarcos que participó en la operación
También se acercaron a algunos lugareños, incluido un vendedor de camellos, para saber por dónde se movía la facción que tenía a la religiosa.
Además, visitaron a las dos colombianas que permanecen en la zona y se acercaron a los grupos terroristas que comercian con extranjeros para financiarse. Literalmente, se jugaron sus vidas.
A través de información suministrada por varios gobiernos, incluido el de Canadá, los expertos colombianos pudieron configurar el área de operación estratégica y hacer registros fotográficos y de video.
El general (r) José Rosso Serrano Cadena fue clave para la liberación de la religiosa. Foto:Claudia Rubio
Y tuvieron o con sus pares en Malí, con militares y con personal francés que hace presencia en la zona y que ha sostenido enfrentamientos con los terroristas: “Los buenos oficios del Gobierno de Malí y de su arzobispo fueron definitivos para que la hermana saliera con vida”.
Además del vicecanciller, Francisco Echeverri, otro de los ejes de los os fue el general (r) Rosso José Serrano.
El exdirector de la Policía, célebre por su lucha contra grandes capos del narcotráfico en los 90, asesora al Ministerio de Relaciones Exteriores en este tipo de temas y estuvo al tanto de cada paso que se daba.
Para evaluar el caso se sostuvieron reuniones en la embajada de Colombia en París (cuando aún estaba Viviane Morales) e intervinieron, además, de las delegaciones diplomáticas en Ghana y España.
De hecho, un par de gobiernos alcanzaron a proponer un rescate militar, que fue descartado por Colombia.
Sobre los móviles del secuestro de la religiosa hay dos versiones. La primera señala que la hermana Gloria se entregó a sus captores para evitar que se llevaran a de una ONG que iban para esa zona.
La otra señala que sujetos molestos por su evangelización a del islam, la plagiaron y vendieron a los yihadistas.
El saludo del papa Francisco a Gloria Cecilia Narváez Foto:AFP / Vatican media
La zona por la que movieron a la religiosa colombiana les deja a los terroristas 300 millones de euros al año.
Sobre el supuesto pago por su liberación, fuentes enteradas lo negaron. Pero itieron que la zona por la que la movieron les deja a los terroristas 300 millones de euros al año en cobro de secuestros.
La hermana Gloria continúa en la casa de Santa Marta, residencia del papa Francisco, con quien ha tenido largos diálogos. Y sigue preguntando por su pasaporte, para regresar lo más pronto posible a Colombia.
La familia de la religiosa asegura que esperan que en noviembre esté de nuevo con ellos. Y dicen que la sienten alegre y bien de salud. Ahora, la preocupación de la DNI y del Gaula es por las otras dos religiosas colombianas que se quedaron en la misma casa de la que Gloria fue sacada esa tarde de febrero de 2017.