Muchos, en una noche estrellada y singular, se han atrevido a regalarle la Luna a su amor idealizado. Una escena que ha sido fuente de inspiración de poemas, canciones y novelas literarias.
Basta recordar la inolvidable obra de 'El Principito', del francés Antoine de Saint-Exupéry, tal vez la obra de fantasía literaria más metafórica, pues un niño dueño de su propio planeta suele viajar por otros planetas donde encuentra personajes inolvidables. Todos ellos dueños de sus pequeños asteroides y estrellas.
Y claro, no han faltado los negociantes facinerosos que en más de una oportunidad han vendido parcelas de la Luna o de otros planetas. Pero ¿es posible comparar en realidad una estrella del universo?
El portal digital La Sexta.com recuerda que "la ley que rige las normas más allá de la Tierra está recogida en los 'Tratados y principios de las Naciones Unidas sobre el espacio ultraterrestre' de la ONU, publicada por primera vez en 1967".
Y recuerda que el canal de YouTube 'QuantumFracture' ha dedicado, por su parte, un vídeo a desmontar este tipo de negocios, aunque primero ha descubierto cómo consiguen "comprar" estos astros, porque ni las empresas ni los estados pueden hacerlo, según el tratado.
"En realidad, lo que hacen, por ejemplo en el caso de los asteroides, es "manifestar" que dicho cuerpo astral es propiedad de una persona (que no está excluida en el tratado) ante notario. Después este firma para dar validez al testimonio", explica el portal digital.
Precisamente, Elisa González, presidenta de la Asociación Española de Derecho Aeronáutico y Espacial (AEDAE), le comentó a 'QuantumFracture', que "el notario no registra", por lo que estos negocios no tendrían validez.
"Por tanto, a pesar de que las páginas web que 'venden' estrellas, asteroides o planetas prometen que los certificados pasan por notario, los efectos legales de dichos escritos son nulos" y no tendría "ningún valor probatorio", explica 'QuantumFracture'.
Por eso, la próxima vez que se encuentre en Internet con un lugar que dice vender estrellas o pedazos de ellas, mejor confórmese con regalarlas en canciones o poemas. Además, esas no se las puede quitar nadie.
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