En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Opinión
Historias del cosmos: Johannes Hevelius, el maestro cervecero que nos acercó a la Luna
En 1641, transformó el techo de su casa y la cervecería en un observatorio único en su época.
Escultura de Jan Heweliusz observando con un cuadrante y alidada, diseñada por Jan Szczypka situada en el parque frente al Antiguo Ayuntamiento. Foto: Mike Paschos
En pleno siglo XVII, cuando el telescopio era una tecnología recién descubierta y el universo aún se exploraba desde la imaginación más que desde el conocimiento, un astrónomo polaco llamado Johannes Hevelius marcó un antes y un después en la historia de la ciencia.
Desde el tejado de su casa, en la actual ciudad de Gdansk, Polonia, Hevelius creó el primer mapa detallado de la superficie lunar. Lo hizo con una dedicación que no solo lo inmortalizó como el padre de la topografía lunar, sino que también demostró que la pasión por el cosmos puede florecer incluso en los lugares más inesperados, como una cervecería familiar.
Nacido en 1611, Hevelius vivió una vida marcada por su versatilidad. Durante el día, era un respetado maestro cervecero que producía la famosa cerveza Jopen, una especialidad de Gdansk conocida por su espesor y sus propiedades nutritivas.
Además, ocupaba el cargo de consejero vitalicio de la ciudad. Pero al caer la noche, se transformaba en un astrónomo incansable, guiado por su curiosidad hacia el cosmos.
Aunque estudió derecho y economía en la Universidad de Leiden, su verdadera pasión siempre estuvo en el cielo. Tras viajar por Europa y aprender de algunos de los científicos más destacados de su tiempo, regresó a Gdansk decidido a construir su propia ventana al universo.
En 1641, Hevelius transformó el techo de su casa y la cervecería en un observatorio único en su época. En una terraza de 100 metros cuadrados, diseñó y fabricó instrumentos revolucionarios, incluidos telescopios y sextantes, que le permitieron realizar observaciones de una precisión sin precedentes.
Su logro más ambicioso fue la construcción de un telescopio abierto con una longitud focal de 46 metros y lentes de hasta 20 centímetros de diámetro, un coloso que convirtió su observatorio en uno de los más avanzados de Europa. Allí, entre los aromas de la cerveza y las frías noches del Báltico, trazó algunos de los mapas más detallados de la Luna que se habían visto hasta entonces.
Trazó algunos de los mapas más detallados de la Luna que se habían visto hasta entonces. Foto:iStock
Estos mapas, publicados en su obra Selenographia en 1647, fueron elaborados con grabados de cobre hechos por el propio Hevelius y mostraron características como cráteres y montañas lunares. Además, introdujo nombres para estas formaciones, muchos de los cuales, como los Alpes lunares, siguen en uso hoy en día. Su trabajo estableció los cimientos de la cartografía lunar.
La curiosidad de Hevelius no se limitó a nuestro satélite terrestre. Fue pionero en el estudio de las manchas solares y logró determinar el período de rotación del Sol al seguir el movimiento de estas estructuras.
También descubrió cuatro cometas y sugirió que viajaban en órbitas parabólicas alrededor del Sol, una idea revolucionaria para la época. En 1683, para conmemorar la victoria del rey Juan III Sobieski en Viena, bautizó una constelación en su honor, el Escudo de Sobieski. También nombró otras constelaciones que aún se reconocen hoy, como Leo Minor, Lynx y Sextans.
Su obra Machina coelestis marcó un antes y un después en la astronomía, consolidándose como un texto clave para entender el universo. El catálogo estelar Prodromus astronomiae, con 1,564 estrellas documentadas, fue completado tras su muerte por su compañera inseparable, Elisabeth Koopmann. Astrónoma y colaboradora en observaciones, registros y publicaciones, su dedicación la convirtió en una de las primeras mujeres reconocidas en la historia de la astronomía.
El 28 de enero de 1687, el día de su 76 cumpleaños, Johannes Hevelius falleció, dejando un legado que Elisabeth preservó con pasión. Publicó tres obras póstumas, incluyendo Firmamentum Sobiescianum, dedicada al rey Juan III Sobieski, consolidándose como pionera en su campo.
Más de tres siglos después, el legado de Hevelius sigue vivo en cada rincón del cielo nocturno que él ayudó a mapear, cada cráter lunar, constelación y estrella que observamos. En este momento, mientras la humanidad se prepara para regresar a la Luna, recordamos que su visión y curiosidad nos siguen inspirando a explorar lo desconocido.
SANTIAGO VARGAS
Ph. D. en Astrofísica
Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional